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Taehyung al vez eso se llenó de terror y bruscamente empujó a Yoongi lejos de él para así ir hacia Jungkook y tomarlo del cuello de su ropa para hacerlo a un lado y que suelte al otro.

El chico cayó por Taehyung yo estando rojo, el miedo llenó por lo que comenzó a llorar , Taehyung acarició suavemente al otro tratando de calmarlo.

—Ya, toma tus cosas, nos iremos, ¿si?

—Deja de defender a ese marica, Taehyung.

—Lo que yo haga no es asunto tuyo no lo será jamás.

—¿Acaso eres algo de él? ¿Eh?

Taehyung ignoró totalmente a Jungkook para ayudar a juntar las cosas de Hoseok mientras lo sostenía, el chico, a causa del golpe estaba mareado.

—Vamos, iremos a mi casa a terminar nuestro lado. —, Hoseok miró a Yoongi por unos segundos, éste estaba por su teléfono, bebiendo una cerveza.

—Anda, vamos. —, Taehyung tomó sus cosas para tomar ambas mochilas luego y salir ambos de la casa, el costado del labio de Hoseok sangraba y dolía demasiado, Hoseok no estaba acostumbrado a golpes tan duros en el rostro. Ahí no.

—Iremos a la farmacia a comprar algo, ¿si? —, Hoseok estaba en silencio, ¿por qué Yoongi no hizo nada? ¿Por qué sólo se quedó viendo todo sin decir algo? La impotencia, la tristeza y la rabia se acumularon.

—Por qué lo hace, Taehyung. —, Hoseok se apartó de Taehyung por un momento, comenzó a llorar cada vez más al recordar que Yoongi no fue capaz de hacer absolutamente nada.

—Ya, tranquilo, son unos idiotas, no le hagas caso a Jungkook, ¿si? No vale la pena. —, se acercó a Hoseok para tomar de sus mejillas suavemente para levantar su rostro.

—Mira cómo quedó tu bonito rostro... vamos, te compraré algo para la herida.

—No hace falta, Taehyung, en serio.

—Por favor, no lo rechaces, se nota muy doloroso. —, Hoseok tomó aire para después aceptar, pero Taehyung no soltó de sus mejillas.

—Dame una sonrisa, anda, una, quiero ver una sonrisa. —, Hoseok lo miró para después sonreír por lo bueno que era Taehyung con él.

—Vamos, te compraré algo de tomar y para tu herida. —, Taehyung le devolvió su mochila al chico para así comenzar a caminar hacia una farmacia.

—¿Por qué reaccionaste tan mal? —, preguntó Yoongi dejando finalmente su teléfono a un lado.

—Esa perra parlante cree que puede venir a mi casa y tratarme así, ¿quién se cree que es?

—Hombre, tú empezaste.

—¿Entonces soy el culpable yo?

—No dije eso, sólo que parece que traes contra Hoseok.

—Si no fueses mi amigo diría que ese marica te gusta, Yoongi, digo, no es primera vez que me cuestionas sobre lo que hago con él, si tengo la oportunidad le destrozaba la cara a golpes. —, Yoongi volvió a tomar su cerveza para después tomar su teléfono.

Pero recibió un mensaje de un número desconocido.

—Park Soo me escribió, ¿cómo tiene mi número?

—Se lo pasé yo, hombre, te hace falta.

—¿Le diste mi número?

—Exacto, ¿qué quiere?

—Reunirse conmigo mañana a las seis.

—Anda, no tienes nada que hacer, ¿no?

—No... nada.

—Bien, dile que sí irás, ya era hora que caigas en una mujer. —, Yoongi pensó unos segundos y luego aceptó, Hoseok no tenía por qué enterarse.

No iba a pasar nada entre él y la mujer.

A Puertas Cerradas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora