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—Saldré un momento, Hoseok, tengo algo importante que hacer

—Puedo ir contigo.

—No, no es necesario, hace frío y no quiero que te enfermes, en una hora ya estoy aquí. —, Hoseok asintió suavemente para seguir viendo su teléfono, Yoongi guardó sus cosas y luego se levantó del sillón para dejar un beso en la frente del chico.

—Nos vemos. —, Yoongi salió de la casa viendo el auto de Jungkook estacionado.

—Por fin bajas, ya estaba a punto de subir.

—N-to es necesario, en serio, ya bajé, ¿nos vamos? —, Yoongi subió al coche para después ponerse el cinturón.

—Después de eso, vamos a mi casa a beber algo.

—Sí, está bien. —, Yoongi estaba nervioso y Jungkook lo notó, más no dijo nada, sólo arrancó el coche y salió rumbo a donde estaría la mujer.

En menos de diez minutos llegaron, Yoongi estaba tenso, nervios y ni siquiera sabía por qué.

—Bien, saldré, te aviso luego qué ocurre. —, Jungkook lo observó por varios segundos y luego asintió viendo a Yoongi bajar del coche.

—Adiós.—, Yoongi entró al hotel y luego buscó la habitación hasta ir a ella, al abrir la puerta la chica estaba sentada en el sillón, bastante cómoda leyendo algo.

—Dios, hasta que por fín llegas, pensé que no ibas a venir. —, Yoongi sonrió ante eso y luego se sentó a su lado.

—Jungkook me dijo que aceptaste venir, es algo bastante bueno. —, la chica giró hacia Yoongi para así jugar por sus cabellos y en menos de un segundo la chica ya estaba encima de Yoongi besándolo.

El pálido intentó empujarla, apartarla, pero la chica comenzó a moverse encima de él.

—No sabes cuánto tiempo llevó deseando que me mires, que me hagas caso, y ahora, finalmente estás aquí, Dios, Min, no tienes idea de lo mal que me tienes. —, antes que Yoongi pueda responder volvió a ser besado.

Y simplemente no pudo más, comenzó a responder ante el beso y los movimientos, comenzando a tocar a la mujer también.

—¿Uh? No, no, Taehyung, sólo salí a comprar algo de la tienda que está cerca de mi casa, tranquilo. —, Hoseok soltó una risita ante lo preocupado que Taehyung sonaba por haberle dicho que iría a comprar algo.

Desde que salió Taehyung había llamado y no había cortado.

—Ya, ya, tengo que cortar, tengo que hacer mis compras, adiós. —, Hoseok soltó otra risa para después guardar su teléfono y comenzar a cargar las cosas en la canasta.

—Vaya, no tenía idea de que permitían entrar a maricones aquí. —, Hoseok rápidamente giró viendo a Jungkook observar algunas cosas hasta que finalmente dejó de hacerlo para mirar a Hoseok.

Estaban en la parte de atrás, no había nadie más que ellos.

—M-me tengo que ir, permiso. —, Hoseok iba a pasar por su lado pero Jungkook tomó de su brazo con fuerza.

—Mira cómo traes el rostro, te diré algo, Hoseok. —, Jungkook levantó la otra mano tomando del mentón a Hoseok para así apretar su hefids haciendo gemir a Hoseok de dolor.

—Kim Taehyung, últimamente lo veo mucho contigo, Taehyung es mi amigo, que no se te olvide que Taehyung es mi amigo y créeme que verlo contigo me genera tanta ira.

—Jungkook, déjame por favor, debo irme.

—Aléjate de Taehyung, aléjate si no quieres que yo mismo te mate a golpes, me da asco de sólo verte cerca de él, Taehyung es sumamente bueno, es la única razón por la cual te habla, aléjate de Taehyung por que soy capaz de matarte si me entero que gustas de uno de mis amigos. —, Hoseok sentía como el chico apretaba con fuerza intencionada, lo quería lastimar.

—Te haré desaparecer si veo a uno de mis amigos cerca tuyo nuevamente, Taehyung no deja de ser mi amigo por juntarse con un marica como tú, que te quede claro que soy capaz de hacerte desaparecer del mundo.

A Puertas Cerradas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora