Humillado y exiliado. Kwon SoonYoung se larga de Corea con su hija de cinco años; viudo y sin ganas de encontrar una madre para su hija, decide criarla él mismo, por lo que cuando ofrecen un buen trabajo en la manada Xù de China, no duda en volar ah...
Aclaración antes de empezar: durante todo el fic, en las interacciones de SoonYoung con todo miembro de la casa se supone que está hablando en mandarín.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
–Este lugar es una jodida mansión.
–Papi, no malas palabras. -regañó su hija.
SoonYoung la volteó a ver.
ByulYi era preciosa y decidida, le recordaba a su esposa. A ella le hubiera encantado verla crecer.
"Ah, ¿cómo esto acabó así?"
Su esposa sufrió un infarto repentino. Nadie sabe que lo provocó y nadie sospechaba de alguna enfermedad cardíaca.
No investigó mucho, aunque quiso, porque los padres de su esposa, con el corazón roto, rogaron que dejaran el cuerpo de su hija en paz y no lo manipularan para hacerle más pruebas.
SoonYoung lo comprendió y respetó la decisión, a pesar de que siempre quedaría con la duda de qué fue lo que se llevó la vida de su amiga tan abruptamente.
–Lo siento, hija mía. Entremos. No hables con nadie, deja que yo me ocupe, ¿ok?
–Sip.
La información de internet sobre que el Alpha Xù era el único líder de todos los lobos de la provincia de Haicheng fue cierta. No había otra manada de lobos en el territorio que no fuera suya.
Su hogar era una mansión gigante, ahí vivía con sus hijos, un par de gemelos omegas, su nieto y sus sirvientes.
Estuvo buscando fotos de los famosos gemelos a quienes llamaban "príncipes de hielo" y "las viudas negras de Haicheng". Pero no consiguió nada. Cualquier fotografía que hubiera e información personal fue borrada de internet.
Paseó por la ciudad en busca de más información y por lo que le dijeron, los gemelos no salen de casa desde hace años, ellos ni siquiera han visto al nieto del Alpha.
Pero han dicho que son diferentes como la luna y el sol. Para ser gemelos no se parecían en absolutamente nada.
Lo que sí le advirtieron fue que no haga contacto visual con ninguno de ellos porque inmediatamente entrarás en la lista negra del Alpha y "desaparecerás".
Tocó la puerta con suficiente fuerza para que lo escucharan.
–Papi, quiero ir al baño.
–¿Ahora? Uh, esperemos a que nos abran y preguntamos por el baño más cercano. ¿Puedes aguantar?
–Si, pero no mucho papi.
–Anotado. -tocó de nuevo. Lo que menos quería era que su princesa se orinara en los pantalones.
Finalmente dos hombres vestidos de un horrible marrón le abrieron la puerta.
–¿Usted es?
–Kwon SoonYoung. Vine por el puesto de agricultor, el Alpha Xù me citó a esta hora. -esperó que su mandarín fuera comprensible para esos sujetos.
