Humillado y exiliado. Kwon SoonYoung se larga de Corea con su hija de cinco años; viudo y sin ganas de encontrar una madre para su hija, decide criarla él mismo, por lo que cuando ofrecen un buen trabajo en la manada Xù de China, no duda en volar ah...
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Un mes después
–¡SoonYoung! ¡SoonYoung! -MingMing entró corriendo al campo.
–¿Qué sucede? -tanto él como sus compañeros de trabajo se desconcertaron.
–Papá y MingHao están discutiendo sobre el liderazgo de la manada, creo que se volvieron locos. Dios mío, van a pelear.
–¿¡Qué!?
Zhan soltó su pala.
–¿Cómo que van a pelear, MingMing?
–Hay rumores sobre un duelo. Los ancianos están ahí, y muchas personas. SoonYoung, ven.
Se quitó el sombrero y los guantes y fue detrás de MingMing.
No se dió cuenta de que Zhan también lo estaba siguiendo. Le importaba mucho MingHao.
Tal como dijo Ming, había mucha gente en el salón del Alpha rodeando a dos personas que discutían en el medio.
SoonYoung pasó en medio de todos.
"MingHao."
–Ay dios mío.
SoonYoung miró a su casi cuñado. Jamás vió a MingMing tan nervioso al borde del llanto.
–Te lo dije, no lo voy a hacer. Prefiero servir quinientos años antes que hacerle eso. No importa lo que me digas. Él no es mi competencia, nunca lo fue, yo lo amo. Y no, eso no me hace débil. Amar a alguien solo te da fuerza. Ese dolor que tú dices que nos fortalece, nace del querer.
–¿Eso es lo que crees? El amor es de doble filo, hijo. Puede ser algo maravilloso pero también te destruye. ¿Cuántas personas no han muerto por amor?
–Puede ser verdad, pero independientemente de eso...
–Detente. MingHao. Tú y yo llegamos a un acuerdo hace años. Lo estoy dando por finalizado ahora. Así que, ¿qué vas a hacer? ¿Qué planeas hacer para solucionarlo?
–¿Cuál acuerdo? -murmuró MingMing.
SoonYoung le tocó el brazo.
–Tu padre le dijo a MingHao que para convertirlo en Alpha tenía que matarte. Tu hermano no quiso y llegaron al acuerdo en que ustedes dos serían trabajadores de la mansión.
El cuerpo del omega se puso rígido.
–Oh, dios mío. -se cubrió la cara.– No quiero saber que va a pasar.
Zhan, que estaba al otro lado de SoonYoung, también lucía preocupado y triste.
–¿Entonces, MingHao? ¿Cuál es la opción que te queda?
El aludido miró al público a su alrededor.
Su hermano a punto de llorar, su amigo Zhan preocupado, a SoonYoung...
