Capitulo 3: Autolesion

633 65 75
                                    

–Buenos días, Alpha Xù. -saludó SoonYoung.

–Buenos días. ¿Qué te trae por aquí tan temprano? -el Alpha estaba desayunando en esa larga mesa de comedor, absolutamente solo.

Hoshi se preguntaba si el Alpha se arrepentía de lo que le había hecho a sus hijos cada vez que se sentaba en esa mesa vacía.

–Como el sábado es mi día libre, pensaba salir con mi hija a conseguir sus útiles escolares. Quería saber si usted me daba permiso.

–No hay problema. Sus días libres son de ustedes. No regresen demasiado tarde, a la cinco se cierra esta puerta.

–Si, Alpha, muchas gracias. Iré a trabajar ahora.

–No demores.

MingMing se había quedado a fuera (otra vez) espiando la conversación.

–Bingo. -una maravillosa idea cruzó por su cabeza.

Feliz y contento, caminó hacia la habitación de su hermano.

Por otro lado, MingHao veía sin ánimo su desayuno.

Su hijo en cambio estaba muy feliz comiendo su cereal de aros multicolores.

Desde la vez de la armería, SoonYoung no le había vuelto a hablar.

Tampoco es como si él hubiera hecho algún esfuerzo por conversar con el coreano, pero igual lo había desanimado.

La última vez que hablaron fue para escribir y enviar esa carta a los amigos del alfa.

Luego de escribirla, MingHao hizo de las suyas para asegurarle a quien sea que la reciba, que cuidaría de SoonYoung.

Su hangul estaba algo gastado, por lo que escribió en su idioma usando la escritura tradicional.

Su padre siempre los había motivado a aprender a escribir tanto en simplificado como tradicional.

Toda su familia escribe más que todo en tradicional. Él no sería la excepción.

Lo ocultó bajo un sticker y selló el sobre.

–¡Gege, tengo una fantabulosa idea! -MingMing interrumpió en su cuarto.

–¿Harás un voto de silencio?

–Gracioso. Salgamos de compras el fin de semana.

–No.

–¡MingHao! Si a ti te gustaba salir. Anda, vamos, ¿si?

–No.

–Yo quiero salir, papi.

–¿¡Ves!? ¡El niño quiere salir!

MingHao gimió y se desparramó en la cama.

–Uh, ¿YanAn, qué tiene tu padre?

El niño se encogió de hombros.

–Está triste, creo.

–Deprimido, diría yo. ¿Qué pasa? ¿Te dejaron en visto?

–Ni siquiera tengo celular, MingMing.

–Entonces no hay razón para deprimirse, ¡vámonos! Será divertido, y de paso compramos los útiles del niño.

–¡Si! Quiero elegir mis cuadernos. -YanAn dejó su tazón vacío y brincó a la cama.– Di que si, baba, di que siii.

–No.

–¡Baba!

–Ay, señor, tú pareces hijo de MingMing y no mío. Está bien, iremos. Pero tú, Xù MingMing, vas con el niño y hablas con papá.

El Verdadero Alpha -SoonHao (7)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora