Capítulo VIII

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Las cosas en casa eran cada día peor, Isidora, sacó todas sus pertenencias y las de Olivia, está última no entendía porque sus padres se separaban, nadie le decía ni explicaba nada, solo le pedían empacar todo lo que se quisiera llevar, puesto que esa seguiría siendo su alcoba, pero viviría con su madre, en la casa de sus abuelos, por el momento.

Teo rara vez regresaba a casa, la mayor parte del tiempo se la pasaba en el departamento de Felipe, si en algún momento llegaba a aparecer, saludaba a su padre y buscaba un poco de ropa, luego se marchaba, sin cruzar la más mínima palabra con su hermano. El padre de ambos, intentaba averiguar el porqué estaban molestos los hermanos y el porqué Ian se separaba de Isidora, era en estos momentos en que más le hacía falta su Elizabeth, era ella quien siempre sabía cómo hablar con sus hijos.

Pasaron pocos meses y Lucas recibió la noticia por parte de su hijo menor, este se marcharía de la ciudad, había conseguido una transferencia de oficina, por lo cual, se iría a la capital, con mucha tristeza despidió a su hijo deseando lo mejor para él y pidió que no se alejara demasiado, que lo visitará de vez en cuando.

- Estoy feliz de que regreses hijo, está casa era muy solitaria, si no fuera por Olivia, solo seríamos tu hermano y yo.
- Ahora que estaré en la ciudad vendré más a menudo, lo prometo.
- Eso espero, me hago viejo y no quiero tener a mis hijos lejos.

Luego de comer pastel, Teo y su novia se marcharon de la casa, se despidieron de Lucas y Olivia, Ian había subido a su cuarto luego de fumar en el jardín, por lo cual no se despidió de la pareja.

El día de la mudanza había llegado, Teo, finalmente regresaba a su ciudad en compañía de su actual novia, su padre y Olivia, habían ido a ayudarles con algunas cosas y también para conocer el lugar donde viviría él.

La joven pareja, comenzó a frecuentar la casa de Lucas, este se llevaba muy bien con Abigail, al igual que Olivia. La mayoría de los fines de semana, la joven pareja se alojaba en el antiguo cuarto de Teo, lo cual hacía muy feliz a Lucas, pero Ian no compartía mucho con ellos, solo se le veía durante las comidas.

Los sábados por la noche luego de cenar, Lucas insistía en mostrarles fotografías de algún viejo álbum. Como orgulloso padre, les contaba historias de sus hijos y sobre cada fotografía que observaban.

- Abuelo, ¿esta es mi abuela embarazada de mi papá o de mi tio? - Olivia señalaba una de las fotografías.
- En esta, estaba esperando a tu padre - tomo la foto en sus manos y la volteo para observar el año - si, esta es del año en que nació tu padre.

La niña comenzó a revisar cada una de las fotografías en que su abuela aparecía embarazada, pero todas eran del mismo año, dejó de lado ese álbum y comenzó a revisar los demás. Algunos eran pequeños como libretas y otros grandes como una enciclopedia.

- ¿Por qué no hay fotografías de cuando esperaba a mí tío?
- Nunca se las tome.
- ¿Porque nunca lo hiciste papá?- cuestiono Teo.
- No lo sé, hablemos de otra cosa, mejor.

El padre evadió la pregunta de su hijo y comenzó a contar historias de su juventud.

Teo se mantuvo inquieto por días, regresó a su casa en más de una ocasión y revisó muchos documentos y albunes. No entendía porque no habían fotografías de él, antes de tener un mes de nacido. En cambio las de su hermano estaban en orden cronológico, desde el embarazo de su madre, pasando por las primeras horas de nacido, hasta cuándo salió de la universidad.

- ¿Qué haces revolviendo esas cosas? - mencionó Ian desde la puerta.
- Estoy buscando algo - recuperándose del sobresalto que le causó su hermano.
- ¿Algo como que?
- Nada que te importe.

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⏰ Última actualización: Feb 19, 2023 ⏰

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