Dominik:
Marían: ¿Te volviste loca?
Dominik: Marían, por favor.
Marían: Eres increíble, ¿cómo se te ocurre aceptar un desayuno con alguien que acabas de conocer?
Dominik: No pensé, pero también estará un amigo suyo, lo conocí en el gimnasio. No me dejes ir sola.
Marían: Te voy a acompañar, pero sólo por esta vez. Tienes suerte de que sea mi día libre.
Festejo internamente cuando se va a su cuarto y termino de ponerme los zapatos, llamo a Samuel para que cancele los planes de la mañana y al salir mi amiga de su cueva, bajamos.
Marían: ¿Son guapos?
Dominik: Puede que sean de tu agrado.
Marían: Con eso terminas de convencerme.
Reviso la ubicación recibida y pronto llegamos, los colombianos ya están en una mesa y se levantan al ver que nos acercamos.
Dominik: Buenos días.
—Buenos días. *saludan*
Dominik: Marían, mi mejor amiga.
Marían: Mucho gusto.
Jean: El gusto es nuestro.
Libardo: Yo soy Libardo.
Le ofrece su mano a la chica, corresponde unos segundos después y nos invitan a sentarnos.
Aunque Marían y Libardo estén haciendo un tema de plática, la tensión entre Jean y yo es muy notoria pero no incómoda.
Libardo: ¿Y... Trabajas?
Marían: Soy psicóloga.
Libardo: Que interesante. Me imagino que una muy buena.
Marían: Más que buena.
Nos damos cuenta de su doble sentido y sólo sonrió cuando me mira medio apenada, medio divertida antes de continuar su conversación.
Jean: Me sorprendió verla en Las Vegas.
Habla lo suficientemente bajo como para que los otros dos no escuchen, de igual manera, me acerco para que siga escuchando sólo él.
Dominik: Marían no sabe nada ni de Aleksander ni de lo que pasó con usted, así que agradecería su discreción.
Jean: La he tenido desde que cruce la puerta del baño, y si es lo que quiere, así será. Aunque, dígame una cosa, ¿sigue estando tan segura de que nada va a volver a pasar?
Dominik: ¿Qué intenta decir? ¿Quiere que se repita?
Jean: Créame que, si usted está dispuesta, todo puede suceder.
Libardo: El cambio de look le sienta muy bien.
Vuelvo al respaldo de la silla cuando me hablan a mi.
Dominik: Gracias. *sonrió*
Marían: Lo mismo le dije yo.
Libardo: Resalta sus facciones.
Dominik: Fue lo que me animo a hacerlo.
Jean: Puede llegar a ser irreconocible.
Jean: Debo admitir que el nuevo color de cabello le favorece, pero no es suficiente para esconderse.
Dominik: ¿Y quién dijo que estoy escondiéndome?
Jean: El antifaz que lleva puesto.
Dominik: Recuerdo que alguien me dijo algo similar.
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A Tu Lado. [JeanCarlo León]
RandomLa vida de Dominik giraba entorno a su trabajo, no se permitía conocer a nadie por temor a llegar a ser irresponsable y por "pérdida de tiempo" pero entonces... Entonces llegó él a abrir sus ojos para hacerle saber que no todo era trabajo. Acompaña...