Capítulo 35

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La figura alta del lobo bloqueaba completamente la escaza luz de luna. Gotas de agua bajaban por el pelaje del lobo y caían sobre su cara, con un ligero sabor salado.

Las patas húmedas y ásperas del lobo tocaban y acariciaban su cuerpo como un tornado, mientras la hierba húmeda se pegaba a su cara.

Yan Tingxue levantó su brazo sobre su cara para tratar de esquivar su toque.

"¿Qué estaban haciendo?"

Las patas del lobo alejaron sus manos para cubrirle las mejillas y comenzar a pellizcar la piel elástica de ambas mejillas sin parar

"¿Qué estaban haciendo?" Volvió a preguntar.

"Yo... tenía algo en mi cara, y él me ayudó... a quitármelo." Yan Tingxue luchó contra sus garras, jadeando por aire.

El rey lobo bajó la cabeza, mirándolo con ojos ámbar fríos "¿Ustedes se conocen muy bien?"

"Sí... nos conocemos bien"

El lobo detuvo sus movimientos. Con una pata retuvo ambas manos de Tingxue por encima de su cabeza y con la pata libre, presionó con fuerza su mejilla.

Con los brazos levantados por encima de la cabeza y sin su último medio de autoprotección, se presentó ante el lobo como un trozo de carne procesada, blando e indefenso.

Dobló las rodillas e intentó apartar al lobo de una patada, pero el gigantesco lobo se sentó sobre su cuerpo.

El peso de un lobo era mucho más pesado que el de su propio cuerpo y cuando cayó en su estómago, sintió ganas de vomitar.

El miedo inundó gradualmente la parte superior de su cabeza como una marea. El bosque estaba oscuro y silencioso, excepto por el susurro ocasional de las hojas, sin nadie alrededor para ayudarlo.

Los ojos de Yan Tingxue se empañaron gradualmente.

La voz del rey lobo era completamente diferente de la frialdad habitual "¿Ustedes también son amigos?"

"Sí..."

La fuerza de las patas del lobo aumentó, como si estuviera jugando con un juguete elástico, amasando desenfrenadamente su rostro.

La cara de Yan Tingxue estaba adolorida por el roce de las patas del lobo. Sus ojos ya estaban húmedos y lágrimas calientes se deslizaron a lo largo de la curvatura de sus mejillas hasta sus orejas.

"Deja de pellizcar..." Volvió la cabeza en vano.

El lobo gruñó suavemente en respuesta.

Por la voz del lobo, podía escuchar claramente el interés de una bestia feroz que quería jugar con presas débiles.

Era la primera vez que oía al rey lobo usar ese tono.

No pudo evitar acurrucarse, pero debido a la fuerza en su cuerpo, solo pudo endurecer sus extremidades.

"No esperaba que tuvieras un amigo humano"

Yan Tingxue cerró los ojos "Porque... nos conocimos desde la escuela, íbamos juntos..."

"¿Es un muy buen amigo?"

"Debería contar como uno... pero, es solo un amigo."

"Amigos" El rey lobo lanzó un resoplido.

De repente, el cuerpo de Tingxue se aligero.

El rey lobo se había puesto de pie, aliviando el malestar en el cuerpo de Tingxue. Pero el alivio se esfumo cuando el rey lobo, con ayuda de su hocico, volteo su cuerpo y lo tumbó sobre el suelo.

La pata del lobo volvió a presionar sus manos por encima de su cabeza y la otra pata se asentó sobre su espalda, para inmovilizarlo.

La húmeda punta de la nariz del lobo, recorrió la curvatura de su espalda. Unos toques ásperos acariciaban los huesos de su espalda a través de su ropa, hasta que se detuvo finalmente en el coxis, donde frotó repetidamente.

"Hmm..." Una sensación eléctrica se extendió desde el coxis de Tingxue hasta los dedos de sus pies y no pudo evitar gemir y enroscar los dedos de sus pies.

Fue presionado por el lobo de modo que sólo podía tumbarse boca abajo. Su cara estaba apretada contra la tierra y con cada respiración, sus pulmones se llenaban con el olor a hierba.

Humillación, vergüenza, bochorno. No podía encontrar las palabras adecuadas para lo que estaba sintiendo.

"¡Detente... Detente!" Su voz sonaba ronca y sollozante.

El dobladillo de su camisa estaba levantado y la piel de su cintura estaba expuesta al aire, por lo que empezó a notar el frio en esa área.

Pero el rey lobo no pareció notar nada. Sus patas aún permanecían en el mismo lugar, como si tocaran una cola que no existía en absoluto.

Las carnosas almohadillas del lobo eran gruesas y callosas y las afiladas uñas apenas rozaban la piel.

Hasta que un dolor caliente le atravesó la piel.

'Seré aplastado'

'Aléjate'

Yan Tingxue no pudo evitar forcejear enérgicamente.

"¿Por qué te estas moviendo?" preguntó fríamente el rey lobo. Un golpe ligero con sus garras, cayó sobre sus omoplatos.

Yan Tingxue sintiéndose humillado no pudo evitar decir "No me toques"

"¿Por qué?" ​​Preguntó el rey lobo "Él puede tocarte, pero yo no"

"¿Eso si quiera se puede comparar a lo que estás haciendo?"

Lo que Qi Yun tocó fue su cara y sólo recogió brevemente trozos de papel, ni siquiera comparable al toque de una libélula.

'¿Qué hay de él? Solo tocando su cintura sentía que estaba a punto de romperse.'

"¿Así que los amigos pueden tocarse la cara?"

"¿Y tú crees que puedes?"

Con un poco más de fuerza, Yan Tingxue lo empujó y pudo liberarse.

El rey lobo estaba ligeramente aturdido, observando sus patas y luego a él.

"El hermano mayor me ha ayudado antes y le estoy muy agradecido, pero de hecho solo somos amigos comunes y rara vez nos comunicamos en privado" Yan Tingxue hablaba con indiferencia "Hace rato fui salpicado con agua y cuando me limpié cara con papel, quedaron algunos restos y me ayudo a quitarlos. Creo en su carácter, y realmente solo me ayudó ¿Exactamente por qué estás enfadado?"

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El autor tiene algo que decir: Ay...

Originalmente, quería que los dos lucieran como humanos a los ojos de los demás, pero parecía demasiado vergonzoso abrazarse así, así que escribí que otras personas vean a Shen Chengfeng como un lobo, y a Yan Tingxue disfrazado de un conejo, con las orejas levantadas y la cola esponjosa.

Shen Chengfeng: Solo estoy acariciando conejos.

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Disfruten la lectura :)


Me convertí en el conejito blanco favorito del Mariscal AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora