Capítulo 1: El nuevo profesor ha llegado

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Estaba ansioso por comenzar, Jeong Jaehyun llevaba un año sin poder trabajar, a todas las entrevistas que iba, al final no quedaba a pesar que todo mundo halagaba su currículum, pero simplemente contacto mata talento, y ellos ya tenían a quien contratar y solo hacían las entrevistas por mero formalismo.

No le tocó otra que hacer lo mismo, y buscar entre sus antiguos compañeros de universidad quien pudiera recomendarle alguna institución. Aún puede escuchar las quejas de su madre cuando decidió ser maestro pero no de matemáticas o cálculo como hubiese deseado su madre, no; él se había decidido por su pasión, canto.

Y aunque en realidad ser maestro tampoco estaba dentro de sus planes, lo cierto es que lograr el sueño de ser cantante era difícil si no contabas con padrinos o dinero. Así que decidió irse por un camino parecido. Amaba la música, su abuelo materno le inculcó ese amor, podría pasarse horas y horas escuchando los cd de acetato que tenia el abuelo, y solo salían del cuarto de música cuando escuchaban los pasos enojados de su mamá porque llamaba a comer y nadie respondía.

Aún extraña al abuelo, lástima que llevaba dos años de fallecido y nunca pudo cumplirle el deseo de verlo cantar frente a un auditorio. Se acomodó las gafas y tragó saliva, ademas se secarse el sudor de las manos antes de tocar la puerta del director. Le debía una grande a Lee Taeyong por haberlo recomendado es ese instituto prestigioso.

En el pasillo, mientras avanzaba al lugar que le indicó la secretaria, se dedicó a observar al alumnado; se notaba la clase social de la mayoría de ellos, solo deseaba no tener problemas con algún estudiante rebelde y encima rico, porque sería un gran desafío, sobre todo para alguien como él que le gustaba el orden y la disciplina.

Tocó dos veces la puerta y esperó, pronto sonó el clic y asomó un hombre, quizás no muy mayor a él, pues se notaba aún joven incluso para tratarse de un director.

—¡Oh! ¡El profesor Jeong! Pasa, mister Taeyong me habló mucho de ti.

—Muchas gracias por esta oportunidad señor Choi Siwon.

—Dime solo Siwon, no soy tan viejo; pero pasa por favor ¿Deseas café?

—No, muchas gracias hace poco desayuné.

—No hay problema, entonces sígame para indicarle su aula.

La mayoría se encontraba en clases, solo unos pocos alumnos permanecían en el pasillo, al ver al director corrían a sus aulas nerviosos por algún llamado de atención. Subieron las escaleras y llegaron  hasta el aula que se encontraba al fondo, el director tocó la puerta para luego abrirla, me hizo ademán de que ingresara tras él.

—Buenos días jóvenes estudiantes.

—Buenos días señor director Choi.

La mayoría comenzó a mirar al nuevo para luego murmurar con el compañero de a lado, el nerviosismo hizo que Jaehyun tensara más la mandíbula, provocando que se viera más serio de lo normal, logrando que sus alumnos tuviesen recelo del nuevo profesor, con su traje perfectamente ordenado y sus cabellos castaños pulcramente peinados.

—Como sabrán por motivos personales la profesora Kim tuvo que renunciar, es por eso que les voy a presentar a su nuevo maestro de canto, el cual estará a cargo de todos los paralelos de segundo bachillerato. Señor Jeong—con un gesto le indicó que se presentara y se retiró, dejándolo solo a cargo de los alumnos del paralelo B.

A paso calmado se acercó hasta el frente de la clase y tomó un marcador de pizarra del escritorio. Escribió su nombre no obstante el incesante ruido de las conversaciones y la aparente falta de educación le sacaron de quicio.

—Contare hasta tres, si no son capaces de callar en lo que cuento, todos se quedan castigados después de clases—

Los de adelante que alcanzaron a escuchar la voz del profesor Jeong, quien no alzó la voz más de lo normal, comenzaron a hacer callar a sus compañeros, nadie quería un castigo el primer día de clases. Parecía que todos comenzaron a hacer caso, pero entonces se vio interrumpido por el único ruidito parecido a ronquidos que se escuchaba por todo el salón.

Jaehyun con cara de pocos amigos se dirigió hasta uno de los últimos puestos pegados a la ventana, donde un chico de cabellos platinados dormía desparramado, inmutable ante el silencio que se formó, ya todos se miraban nerviosos porque sabían que ese profesor no era un tonto.

Jaehyun sonrió con maldad antes de dejar caer su maletín sobre el escritorio, haciendo un ruido estrepitoso al estar toda la aula en silencio. Un desconcertado joven dio un saltito por el susto y buscó con la vista rápidamente al culpable de aquella interrupción de su siesta.

El mayor le observó con superioridad, el menor tenía la mejilla marcada por el libro al haber estado durmiendo apoyándose con ella en uno de sus brazos y un hilito de baba caía de su mentón.

—Tu nombre—preguntó fríamente.

—¿Eh? ¿Quién eres? —le habló informalmente, causando aún más el enojo del profesor.

—Tu nombre—volvió a repetir con su semblante serio.

—Hey, Doyoung—llamo al chico sentado delante suyo, quien voltea a verle haciéndole saber que le escuchaba— ¿Quién es éste?

—No me hables, me meterás en problemas—se excuso el chico antes de volver a voltearse hacía delante.

El de cabellos grises había secado el caminito de baba en su barbilla, todo bajo la atenta mirada del nuevo profesor, para luego acomodarse en el banco y tras apoyar su codo en la mesa, recostó su mentón sobre su mano. —¿Vas a quedarte mirándome toda la clase? ¿Eres alguna especie de pervertido que vino a buscar niños bonitos? —

Jaehyun no podía creer tal descaro, sabía que no iba a ser fácil pero no pensó que tendría problemas tan pronto, hizo una mueca y le dijo:

—Soy el profesor a cargo de su clase, mi nombre es Jeong Jaehyun—volvió hacia al frente del salón y alzó la voz para que todos le escucharan— No voy a tolerar ningún tipo de falta de respeto como la de su compañero del fondo, ustedes vienen a esta escuela de prestigio a estudiar, es inconcebible que se comporten de este modo. Desde mañana quiero verlos a todos con sus uniformes en perfecto orden y bien peinados, nada de dormir en clases ni hacer bromas tontas... ¿Fui claro?—

Los estudiantes le veían con cierto temor, si bien el sujeto en cuestión no se veía para nada enojado, esa expresión seria en su rostro les causaba querer hacerle caso o tendrían consecuencias.

—Hey, ¿Acaso crees que esto es un colegio militar? —alzó la voz el mismo chico que había estado durmiendo como sino hubiese un mañana, sus compañeros lo miraron con desaprobación por lo que acababa de decir.

—¿Acaso quieres discutir algo conmigo? —

—No te conviene—dijo sonriendo con confianza el menor.

Jaehyun le miró de forma indescifrable, para luego ignorarle y hablar de nuevo con la clase.

—Todos están castigados gracias a su querido compañero, quien no se quede después de clases al castigo se ganará uno peor, yo mismo seré quien supervise el castigo, así que no tiene sentido tratar de escabullirse.

Todos empezaron a quejarse en voz alta y mas de uno miró mal al platinado. Pero el chico ni se inmutó y mas bien soltó una estruendosa risa que resonó en los oídos de todos luego de que el nuevo profesor terminara de hablar —¿En verdad vas a castigar a toda la clase? Estás loco

—Claro que no, además, tengo un castigo especial para tí—le dijo con una amplia sonrisa.

—Tendrás que quedarte cada tarde conmigo hasta que cambies tu forma de ser y tu uniforme.

Aquello le tomó por sorpresa a Jungwoo, pero antes de siquiera mostrarse afectado, le sonrió al recién llegado. Si ese tonto profesor quería fastidiarle, él también podía hacerlo. Era la guerra, y él no perdería nunca.















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Por fin pude sacar esta historia nueva, sí, se que aun no acabo las otras dos pero mi ansiedad me gana y si no la saco de cabeza me pondré peor. Espero les guste esta pequeña nueva historia.

The new teacher - JaewooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora