Capítulo 3: En el laboratorio de química

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Jaehyun miraba hacia el reloj de la pared e intercambiaba con la puerta del salón ¿De verdad ese alumno no iba a venir a clases? Movía las piernas, tanto que era angustiante para la alumna que estaba al frente que prefería hacer como que eso no pasaba y regresaba al ejercicio que les había dejado por tarea.

Miró su reloj una última vez antes de ponerse de pie e ir en busca del chico de cabellos grises.


Un distraído Kim Jungwoo caminaba despreocupado y con los audífonos a todo volumen por el pasillo, sin advertir la presencia de su profesor al otro extremo, de modo que el menor chocó de frente con alguien unos centímetros más alto que él.


—Auch—se quejó alejándose por inercia del más alto, llevándose una para nada grata sorpresa al ver a su profesor frente suyo.


—Llegas tarde ¿En dónde estabas metido?—fue lo único que pronunció el mayor antes de tomarle del brazo y obligarle a seguirle.


—Devuélveme mi celular, sino ni pienses que entraré a tu clase—


—Cuando hayas cumplido tu castigo—sentenció serio Jaehyun, sin siquiera voltearse a verle.


—Ya suéltame, no soy un niño pequeño para que me tengas que llevar del brazo—


—Pues te comportas como uno, además lo hago para que no escapes—


—¿A dónde me llevas? Pervertido —le atacó con una sonrisa de lado.


—Te gustaría que fuese de ese modo ¿no? —le insinuó sin ningún tipo de pudor, haciendo al platinado sonrojarse por segunda ocasión ante las desvergonzadas palabras del mayor, desapareciendo la sonrisa de su rostro de inmediato.


—Ya suéltame—le reclamó soltándose del agarre del mayor y caminando a su lado.

Con una sonrisa triunfante en su rostro porque no le pasó desapercibido el notable sonrojo en las mejillas de Jungwoo, Jaehyun recorrió el resto del camino hasta el laboratorio de química en silencio.


—¿Te han comido la lengua los ratones?—le preguntó con sátira el castaño mientras le dedicaba una fugaz mirada, atento a las reacciones del menor, había hallado que le divertía incomodarlo.

Jungwoo ingresó después del profesor, preguntándose porque lo había llevado hasta ahí siendo que no había ningún paralelo usando ¿Y si de verdad se trataba de un pervertido? Comenzó a hiperventilar y quedó unos pasos alejado de él.

—¿Q-qué se supone que haremos aquí?

—Yo no haré nada, pero tu si, he hablado con el profesor de química y los tubos de ensayo necesitan limpieza, entonces yo le dije que tenía un alumno que le encantaba ayudar.

—Esto apesta, ¿En verdad de esto tratarán tus tontos castigos? —


—Tú no has querido intentar resolver el ejercicio que te dejé—


—Eres tan aburrido—se quejó al bostezar, comenzando a acomodarse en aquel escritorio para dormir un rato.


—Levántate—ordenó el castaño no dejando al más chico cumplir su cometido.


—¿Acaso estas ciego? Voy a dormir—


—Disculpa, pero parece que no estas entendiendo esto, yo soy tu profesor, tú eres un tonto alumno castigado bajo mis órdenes, no estás en condiciones de reclamar. Levántate —

El rostro serio y las palabras que dichas por él parecían aún más imperativas le sorprendieron.


—Eres un pesado— se volvió aquejar en voz alta. Viendo que no iba a lograr escapar y que el profesor no se iba a mover hasta terminar su tarea, no le quedó de otra que arremangarse la camiseta del uniforme y comenzar a llevar con cuidado los tubos de ensayo para lavarlos.

Todo el tiempo, solo se escuchaba el ruido del grifo y los pequeños choques de los tubos, Jungwoo trataba de tener cuidado para no quebrar ni uno, y hubiese logrado su cometido, de no haberse distraído para mirar hacia atrás a saber si el profesor se había ido o no, al no verlo en el filo de la puerta, pensó que si se había retirado, estuvo a punto de gritar victoria pero cuando estaba por dejar de lavar, escuchó una voz a su lado.

—¿Por qué te distraes de tu trabajo? —

La repentina aparición del mayor hizo que el menor se sobresaltara del susto, provocando que unos tubos cayeran, rompiendo el silencio del laboratorio. Se quejó e iba a levantar uno de los tubos rotos pero se cortó en el proceso.

—¡Auch! —ante el quejido, el mayor se acercó a él y se preocupó un poco al ver sangre, a pesar de ser superficial seguía saliendo de su dedo índice unas gotitas, y el mayor hizo algo por lo que luego mentalmente se golpeaba el rostro. De todas las ideas lo que hizo fue llevar el dedo de Jungwoo a su boca para parar el leve sangrado. El menor lo miraba entre asombrado y avergonzado, nuevamente tenía las mejillas arreboladas.

—¿P-por qué h-hace eso? ¡N-no es más que un v-viejo pervertido! —retiró su dedo, agarró su maleta y se fue corriendo, sintiéndose ridículo por ponerse así por culpa de su profesor.

Mientras Jaehyun se jalaba los cabellos ¿Por quérayos había hecho eso?


The new teacher - JaewooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora