Capítulo 9: Anhelada compañía

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La semana pasó muy rápido, y Jungwoo ya estaba acoplándose a su temporal hogar. Y en clases su comportamiento era mucho mejor, incluso había recibido buenos comentarios de sus profesores en especial el de sociales que le tenía maña debido al color del cabello y el uniforme desordenado, un tipo muy estricto.

Por temor a malos comentarios o chismes, habían decidido llegar al colegio por separado, Jungwoo se iba primero luego de tomar el desayuno que generosamente le preparaba el mayor y como recompensa siempre recibía un corto beso de su sonrojado alumno. Pasado unos quince minutos era el turno de salida del profesor, ya con su maletín y materiales listos para las clases del día.

Ese día tocaba justamente clase de música, y a pesar de vivir juntos, Jaehyun nunca le dejaba enterarse de qué tema o cuál actividad trataría en la clase, cada que atrapaba al menor fisgoneando afuera de su dormitorio, este no hacía nada mas que levantarlo en peso y llevarlo de regreso a su cuarto, no sin antes hacerle cosquillas por su travesuras.

Los alumnos estaban atentos y a la expectativa de qué podría pedirles el profesor, pues habían escuchado rumores de que el festival de primavera estaba a la vuelta, y por esta ocasión participarían junto a otros colegios.

—Los noto muy inquietos hoy—comentó con voz divertida mientras su mirada iba por toda el aula, aunque se detuvo unos segundos mas para mirar a su adorado niño—El director me ha pedido que los prepare para un número musical, sería una mezcla de instrumentos y voces, y para eso voy a pedir que...—sacó una hoja en blanco y lápiz y la colocó en el primer asiento de la fila cerca de la puerta—Quiero que escriban aquí sí desean participar y en qué, de todos modos no está demás recordarles que por participar tendrán beneficios, no obstante no es obligatorio.

La hoja pasó por toda el aula, algunos no dudaron en inscribirse y otros como Jungwoo se mantenían indecisos, también hubieron los que simplemente no les interesaba el tema, lo que no sabían es que entonces estarían a cargo de otros temas como la limpieza o colocación de materiales, porque nadie se podía quedar sin participar.

Luego de terminar la jornada estudiantil, del mismo modo que salieron, ingresaron a la casa; la situación para Jaehyun aún era muy extraña, sobre todo porque no sabía que nombre darle a la relación con Jungwoo, aunque su lado racional y maduro le decía que no debería aprovecharse de la situación, su corazón quería darle rienda suelta a sus deseos y anhelos, como el hecho de tener a alguien esperándolo con un abrazo. Porque por mucho tiempo solo recibía silencios al llegar, tanto en su departamento anterior como el actual; pero ahora cuando abría esa puerta había un ser bonito y angelical esperando por él, y su dicha era grande al recibir ese abrazo que seguramente el menor lo guardaba con ansias al no poder hacerlo en el colegio.

—Bienvenido a casa—le decía con las mejillas sonrojadas, su sonrisa amplia y ojos brillantes. Jaehyun podía acostumbrarse a esa vida solo que sabía que su inquilino no podría permanecer por siempre pero mientras tanto...

—Gracias Jungwoo—le peñiscó la punta de la nariz apenas fuerte porque solo era un gesto para disipar las enormes ganas que tenía de llenarlo de besos, pero temía no poderse controlar.

—¿Qué vamos a cenar?—para un adolescente como él, la hora de la comida era lo mejor sobre todo porque no importara el plato, su profesor siempre iba a prepararlo muy rico.

—Ya que hoy tengo mucho trabajo y el tiempo es oro ¿Que te parece si pedimos pizza?

Obviamente la respuesta del menor fue positiva. Jaehyun fue a ducharse y le dejó el dinero al menor por si llegaba antes el repartidor. Desde su cuarto podía escuchar el ruido del televisor, seguramente el menor había colocado una película,  era su pasatiempo favorito luego de terminar las tareas.

Lo malo de la situación es que a veces, solo a veces Jaehyun se olvidaba que ya no estaba solo y mantenía ciertas costumbres, como bajar a tomar agua luego de una ducha con la toalla atada a su cadera.

Jungwoo venía dispuesto a avisarle al profesor que ya había llegado el repartidor, pero enmudeció al encontrarlo de espaldas, su torso desnudo dejó muy impresionado al pobre adolescente que no esperaba encontrarse con esa escena, su profesor tenía buen cuerpo, como esos que salía en la películas prohibidas que alguna vez el primo de su amigo, Yuta, le mostró. Comenzó a sentirse acalorado peor cuando su mirada viajo por todo el bien formado cuerpo del mayor que apenas tenía cubierto su parte íntima con la toalla.

Se regresó por donde vino,  tocó su cara y estaba caliente pero peor fue percatarse que su "amiguito" se emocionó con la imagen. Se fue corriendo a la habitación totalmente avergonzado.

—Jungwoo ¿Donde estás?—escuchó al mayor llamarle unos minutos luego, pero procedió a taparse más con la sábana como si eso lograra ocultarlo. Por otro lado Jaehyun luego de saciar su sed fue a vestirse la pijama y volver a bajar para comer, pero no encontró a su pequeño en la sala, ni en el baño de visitas, por lo cual subió sobre todo porque no recibía respuesta a pesar que lo estaba llamando.

Pasó de largo por el pasillo pues lo único que se le ocurrió es que el menor había ido a su cuarto,  y lo halló,  más bien encontró en la cama un bulto de sábanas,  haciéndole sonreír con ganas.

Se trepó a la cama, y Jungwoo sentía crecer su ansiedad al sentir el peso del mayor, hundiendo el colchón a cada paso que daba ¿Y si se daba cuenta de su problemita? Quiso irse pero el mayor ya lo tenía acorralado entre sus brazos.

—¿Qué es este bultito que tenemos aquí? ¿Eh?

—Ah... profesor,  suélteme!

—¿Por qué te estas ocultando de mi?

—Yo no hacía eso—comenzó a removerse para que fuera soltado, se iba a morir de vergüenza donde el mayor notaba su erección y no sabría como explicarse.

—Eres tan tierno cuando te quejas, ven acá, mereces un gran abrazo de oso.

El pequeño seguía removiéndose tal cual gusano mientras el mayor reía divertido por la reacción inexplicable de su alumno ¿Por qué estaba tan tapado? Y lo único que se le ocurrió fue ahora meterse debajo de las sábanas, Jungwoo se alertó y su angustia creció cuando el mayor consiguió meter una parte de su cuerpo debajo de las sábanas, acurrucándose a su lado en posición cucharita.

Jungwoo dejó de moverse sin embargo mandó un de sus manos a su parte íntima para taparse por sí se le iba las manos al mayor, aunque este estaba más bien peinando con sus dedos su cabello, de manera delicada que comenzaba a adormecer lo.

—Que bonito es estar así ¿No lo crees Jungwoo?—nadie lo estaba viendo, nadie podía juzgarlo así que aprovecho el momento, por ahora podría dormir acompañado, no más noches frías sino que ahora tenía un cuerpo calentito a su lado, uno muy menudo y delgado en comparación al suyo, por lo cual se le antojaba tanto cuidarlo y apapacharlo.

Jungwoo sentía cosquillas en su cuello por la respiración del mayor, su corazón latía muy rápido por tanta cercanía, lo volvía tímido porque aún no terminaba de acostumbrarse que le gustaba a su profesor y que ahora vivían juntos. Se volteó para quedar de frente sorprendiendo a Jaehyun, ahí en la complicidad de su cuarto se quedaron mirando a los ojos del contrario, con mucho cariño, el menor llevó tímidamente su mano para peinar el flequillo de su profesor, aún no podía creerse tal dicha, las mariposas en su estómago se intensificaron cuando le sonrió,  asomando sus hoyuelos.

—¿Puedo hacerlo?— al principio el adolescente no entendió pero enseguida notó que el mayor le miraba los labios, otra vez sintió sus mejillas enrojecer se, asintió tímidamente y cerró los ojos esperando el contacto.. uno muy suave pero igual de placentero para ambos corazones que latian al mismo tiempo.

Solo fueron interrumpidos por el ruido que emitió la barriga el menor, causándole vergüenza al uno, el otro solo río tiernamente y le dio la mano, aferrándose a ella como si en algún momento alguien los fueran a separar.

—Vamos a comer.

The new teacher - JaewooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora