Capítulo 6:

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A pesar de lo que había escuchado y sabiendo del estado en que Jungwoo se encontraba, Jaehyun no podía imaginarse al peliblanco en esa situación.

El rumor de una inminente pelea a la hora de salida se había esparcido por los salones llegando a sus oídos a pocos minutos de que su clase terminara y se acabaran las clases del día.

-Dicen que Jungwoo no se ve en condiciones de pelear, ¿Qué crees que pasara? -hablaban un par de sus alumnos. Jaehyun les quedó mirando atento a lo que decían por si obtenía alguna información adicional de donde estaría el menor, pero los estudiantes se alejaron en cuanto notaron al adulto, asustados de ser regañados.

Jaehyun se asomó por la ventana y vio a unos sujetos de otra escuela esperando afuera. Empezó a guardar sus cosas lo más rápido posible para marcharse. Jungwoo era un experto en saltarse clases, por lo que no tenía idea de dónde buscarlo para hacerle cambiar de opinión y que dejara la pelea.

Le hubiese gustado que Doyoung le dijese que el menor ya se había ido casa luego de fugarse de la escuela como en más de una ocasión intento hacer cuando le preguntó si lo había visto, pero solo recibió una negativa del parte del pelinegro.

Teniendo que atravesar de un pabellón a otro y ahondar en los salones, el tiempo se hizo corto, y el toque del timbre que indicaba el termino de las clases le pilló subiendo las escaleras hacia el salón de Química.

Maldijo en su fuero interno cuando al llegar al salón no encontró al chico que buscaba. Corrió hacía la ventana y al asomarse se asombró del tumulto que se había formado en la salida de la escuela. La pelea parecía estar por comenzar.

-Maldita sea Jungwoo -maldijo entre dientes el profesor antes de volver sobre sus pasos y salir del salón.

Llegó en el momento justo, quizás, para entrometerse entre uno de los sujetos de otra escuela y el golpe que éste lanzaba directo hacía Jungwoo, aquel chico de cejas pobladas no era más alto que el peliblanco pero si se notaba fiero y además los brazos de ese chico se notaba que se ejercitaba. Con una mano sujeto a un incrédulo Jungwoo que se le quedó mirando sin dar crédito a lo que estaba pasando.

-Ya basta, las peleas están prohibidas -sentenció el castaño recuperándose del golpe que había ido a parar directo a su estómago. El chico se cejas pobladas había retrocedido molesto por la interrupción pero luego tuvo miedo al ver que se trataba de un profesor.

Todo el mundo se había mantenido en silencio desde que Jaehyun había hecho acto de presencia, mientras los vándalos de la otra escuela habían comenzado a perderse entre la multitud.

-La función terminó, no hay nada que hacer aquí asi que vayan a sus casas-les gritó a los alumnos los cuales se quejaron pues tenían la esperanza de ver algo de acción, tomó del brazo a Jungwoo y se lo llevó de allí devuelta a la escuela.

Jaehyun se paseaba en línea recta por el laboratorio de computación mientras Jungwoo le veía aun sin reaccionar a lo que acababa de acontecer.

-Dame el número de tu casa-

-¿Para qué lo quieres? -pregunto bajito, mordiéndose el labio nervioso.

-Necesito hablar con tus padres-

-No... no lo hagas-le pidió perdiendo su mirada en el suelo.

-Dame el teléfono-

Jungwoo le miró y negó. Era lo que menos quería en estos momentos.

-Escúchame bien, o me das el teléfono o me lo consigo en dirección, así que, tu decide, de igual forma esperaras hasta que llegue tu tutor.

-¿No puedes simplemente castigarme? Por favor profesor Jeong-suplicó el menor con los ojos llorosos.

-¿Por qué no quieres que llame? -interrogó percibiendo la desesperación con la que se lo pedía. Pero Jungwoo sintiéndose incapaz de decirle se quedó en silencio, cabizbajo.

-Espérame aquí-le pidió saliendo del laboratorio camino a la dirección. Era el momento perfecto para huir, pero ya no tenía fuerzas, es cierto que Jaehyun había parado uno de los golpes y la pelea, pero había recibido más de uno antes de eso.


La incómoda situación en la que se encontraban le hacía odiar desde el fondo de su corazón a Jaehyun. No pensó que sería capaz de llamar a su casa de verdad y más aún, que su padre hubiese ido hasta al colegio.

-¿Y bien? ¿Para qué me ha llamado? Debe ser toda culpa de este niño, ¿Qué hizo ahora? -habló irritado el sujeto que se suponía era el padre de Jungwoo, aunque no se pareciesen en nada.

-Desde que iniciaron las clases se ha saltado un total de cuarenta y tres clases, sus notas en inglés y matemáticas son unas de las más bajas en el salón y nunca viste con el uniforme adecuado. Hoy al salir de clases estaba peleando con unos sujetos de otra escuela y en la mañana ha llegado varias lesiones -

-¿Y qué quiere que diga? ¿Qué no lo va a hacer más? Me importa poco y nada lo que este niñato engreído haga-

-¿Usted está ebrio? -preguntó Jaehyun notando desde que llegó, el actuar del otro hombre, un poco extraño, pues las palabras en su boca parecían alargarse bajo el estado del alcohol.

-¿Y qué le importa a usted? Solo me hacen perder el tiempo, mejor ya vente conmigo a la casa Jungwoo, allá hablamos -le habló al peligris, tomándolo de la muñeca fuertemente y tirándolo para obligarle a caminar.

-Basta, no quiero ir contigo, suéltame-le reclamaba el menor con los ojos llenos de lágrimas mientras hacía todo lo posible para liberarse del agarre de su tutor.

-Hey, tampoco lo trate así, lo está lastimando-le gritó el profesor obligándole a soltar el agarre que tenía sobre el menor, llevándose más de un golpe departe del señor Lee en el proceso.

Por suerte no se encontraba solo, aún habían otros maestros en el colegio y le auxiliaron pues ante el escándalo reaccionaron y se acercaron a ver qué sucedía.

Cuando Jaehyun al fin vio libre al menor, éste le observó detenidamente y su corazón se quebró (y se arrepintió en lo profundo de haber llamado a su padre). El menor lloraba en silencio en el suelo, tratando deparar su llanto sin resultados notables.

Jaehyun se agachó a su lado y le abrazó, sintiendo de forma casi inmediata los brazos delgados de Jungwoo rodearle, pidiendo protección como ya lo había hecho anteriormente. Cuando por fin dejó de llorar el más chico se veía cansado y adormitado, Jaehyun se debatía en si llevarlo a su casa o llevarlo con él.

Obviamente se fue por la segunda opción.





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Se viene el besito uwu



The new teacher - JaewooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora