Capítulo 2: Castigados por tu culpa.

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—Lee Hwang Jung —nombró en voz alta Jaehyun, verificando nombre por nombre que sus estudiantes estuviesen allí.

Las horas de escuela habían terminado hace unos 20 minutos, luego de un receso de 10 minutos el profesor Jeong les había hecho entrar en la sala de nuevo. Una hoja de papel blanca con solo un ejercicio de notas musicales escrito en ella reposaba sobre cada banco.

Levantó la vista, buscando al nombrado y vio la mano del joven levantada, dándole a entender que estaba presente.

—Kim Doyoung—

—Presente—respondió aquel pelinegro fuerte claro, aunque con la mirada buscaba a su amigo, porque sabía que según el orden de la lista seguía él, y no lo veía por ningún lado.


—Kim Jungwoo—llamó el profesor, al no obtener una pronta respuesta volvió a pronunciar el nombre, dos veces más, pero nada, nadie respondía a ese nombre.

Cuando acabó de pasar la lista solo faltaba él; el plantinado egocéntrico del fondo que había osado en desafiarlo durante el primer día de clases.


—¿Alguien sabe que le pasó a Kim Jungwoo? — miró a los alumnos presentes pero la sala quedó en completo silencio. Miraron hacia atrás y el asiento estaba vacío, haciendo rechinar los dientes al profesor.

—Creo que lo vi dirigirse hacia la azotea—susurró bajito una chica del frente de la clase.


—Kim Doyoung—el nombrado pegó un brinco de susto, sus ojos abiertos y las orejas paradas; parecía siempre estar nervioso y en alerta, como un conejito.

—¿s-si? —


—Ve a buscarlo a la azotea—le ordenó con simpleza Jaehyun. El chico solo asintió y se retiró del lugar en busca de su amigo.


—Ahora bien, quien resuelva el ejercicio planteado en la hoja que esta sobre su banco puede irse del castigo. Sean libres de tomarse su tiempo—mas de uno murmuró por debajo, ya deberían estar en sus casa, de no ser por el malcriado de Jungwoo y para colmo, él siendo culpable no estaba presente.

"Estamos castigados por tu culpa Jungwoo"- fue el pensamiento que tuvo la mayoría.

Pasaban los minutos y ya se veían a algunos estudiantes rendidos ante la complejidad del ejercicio planteado. A los minutos llegó Doyoung y volvió a su asiento no sin antes avisar al profesor que no había encontrado a su amigo.

Un teléfono celular interrumpió el silencio del salón, todos buscaron con la vista el causante del ruido, siendo ubicado en el banco desocupado del final, donde debería estar Jungwoo. Jaehyun se acercó hasta el escritorio y lo encontró en el espacio donde guardaban algunos cuadernos los alumnos. Lo tomó y cortó la llamada, sin darle real importancia, y lo guardó en su bolsillo.


El reloj de gato que colgaba adornando la pared marcaba las cinco de la tarde, momento en el que la mayoría de los estudiantes se empezaban a arreglar para retirarse luego de aquel desgastante primer día de clases y de castigo con el nuevo profesor.

Sentado en su escritorio y revisando en su laptop unos archivos que un colega de la universidad le había pasado, Jaehyun esperaba la grandiosa aparición de su estudiante estrella. No tuvo necesidad si quiera de voltearse para saber que el menor estaba en la puerta del salón maldiciendo en voz baja.


—Bienvenido estudiante Kim, ¿Fue una buena siesta en la azotea? —le preguntó sin apartar la vista de su laptop.


—Ya cállate—le dijo informalmente, adentrándose en el salón hacía su puesto. Una vez estuvo en el lugar y bajo la atenta mirada del profesor a la que le restó importancia, rebuscó entre sus cosas y al no hallar lo que necesitaba, fue más brusco su movimiento.

De forma cínica le pregunto el mayor —¿Buscas algo Kim Jungwoo? —

El menor le miró con el ceño fruncido, y se encontró con la mirada arrogante del otro. Jaehyun acababa de cerrar la tapa de su laptop y mostraba en sus manos el aparatito que Jungwoo buscaba.


—¿Por qué tienes mi celular? —preguntó molesto.


—Si hubieses venido al castigo lo tendrías tú—


—Dámelo— Exigió acercándose al castaño para quitárselo. Jaehyun sonrió, dejando algo descolocado al chico, y volvió a guardar el teléfono en su bolsillo.


—Te lo devolveré mañana luego del castigo, claro, si esta vez te quedas—


—Te gusta ¿no? Esto de molestar a tus alumnos—le dijo con una sonrisa altanera.


—Quien sabe—le contestó mientras arreglaba sus cosas para irse.

Jungwoo se quedó viéndole por unos segundos, mientras Jaehyun terminaba de guardar sus cosas en silencio.


—¡Devuélveme mi celular! —le gritó al hombre mayor sin importarle que este pudiera hacerle algo más.


—Solo si cumples con tu castigo, sino despídete de él—estaba ya por salir del salón con sus cosas cuando escuchó de nuevo a su alumno.

—Gritaré y te acusaré que me estás tocando indebidamente.

—Así que con eso—se acercó peligrosamente al menor, éste comenzó a retroceder un poco asustado pues no esperaba esa reacción, normalmente cuando amenazaba lograba su cometido, pero esto salía de sus planes. El mayor se agachó solo un poco hasta quedar a la altura del menor, había avanzado tanto que lo tenía contra la pared y sin escapatoria, lo escaneó de arriba abajo y el menor comenzó a temblar, tragando duro porque no sabía que esperar de su profesor. Y se colocó peor cuando este se acercó a su oído y le susurró.

—Eso es lo que quisieran los alumnos como tú, pero ¿Sabes una cosa? No estoy interesado en niños, a mí solo me gustan los hombres de verdad.

Se alejó del menor, un poco incómodo por la cálida sensación que tuvo por minutos al estar cerca de él, para disimular y disipar cualquier pensamiento solo atinó a sonreírle de lado y burlón.

—Hasta mañana alumno Kim Jungwoo, lo veré en castigo o se despide del celular.

Ahora si se fue rápidamente, mientras el peliblanco caía lentamente sobre el suelo, un poco asustado, un poco emocionado, un poco herido su orgullo ¿Qué había sido eso? ¿Y por qué su corazón estaba tan acelerado?

—Te odio profesor Jeong Jaehyun.


The new teacher - JaewooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora