Capítulo 8: Una mudanza inesperada

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El timbre de inicio de clases sonó. Jaehyun tomaba lista mientras de reojo buscaba aquella llamativa cabellera, pero nada que hacía acto de presencia, cuando terminó con todos, volvió a nombrarlo y algo amargo se situó en su garganta.

—¿Ha visto al alumno Kim Jungwoo?—se dirigió al chico que se sentaba cerca de la puerta, pero este negó con la cabeza.

—¿Alguno de ustedes lo vio antes de entrar al salón?—pero todos negaron. El mayor se pasó la mano por la cara, pensó que ya dejaría de comportarse de ese modo el menor, pero al parecer el beso solo incentivó que volviera a su mal comportamiento, después de todo el más chico había comprobado que lo tenía comiendo de la palma de su mano.

Tocaron la puerta, el profesor giró de inmediato para comprobar que fuese a quien estaba esperando, pero era nada más y nada menos que el director.

—¿S-sí director?— por la cabeza del castaño pasaron miles de escenarios en especial, que el director Choi se había enterado que se había besado con su alumno y el hombre estaba ahí para despedirlo y denunciarlo por pervertidor de menores.

—Lo necesito en el despacho, deje a cargo al alumno Doyoung y usted sígame— ahora si se sintió más nervioso y preocupado, adiós trabajo seguro y todo por dejarse engatusar de un bonito niño incomprendido y que sufría. Le hizo señas al nombrado para que se quedara al frente.


Cada paso que daba, sentía su corazón retumbar, ya podía escuchar a su padre decirle de todo, de por si no paraba de quejarse por haber decidido ser maestro en vez de doctor, ahora sí era la vergüenza de la familia. Llegaron más rápido de lo que deseó al despacho principal, tragó grueso y se limpio las manos sudadas en el pantalón de tela.

Pero todo pensamiento negativo se fue, por lo menos algo que indicara que sería despedido cuando al abrir la puerta se encontró en el sillón a un Jungwoo malherido y lloroso. Todos sus temores se fueron a segundo lugar y ahora necesitaba respuesta de porque su niño bonito estaba así.

—No sabía a quien llamar, llegó así al colegio pidiendo auxilio, ahora está mas calmado que cuando llegó; intenté averiguar que pasó pero todo lo que hacia era repetir su nombre y que lo llamara ¿Tiene idea de qué ha ocurrido o quien pudo hacerle esto?

Enmudeció por un rato, pero más porque quería insultar y maldecir al hombre que seguro era el culpable del estado del menor, apretó los nudillos en un intento de disipar la rabia que sentía por dentro, para luego respirar profundo y tomar con delicadeza al menor. Jungwoo no había levantado la mirada, estaba en estado catatónico pero apenas sintió el aroma del perfume de su profesor, el llanto volvió a aparecer y sin importarle que el director estaba, se lanzó a sus brazos a llorar.

—Jaehyun, ya no quiero volver a casa, no mientras esté él—gritaba mientras se aferraba con fuerza al mayor, humedeciendo la camisa con sus lagrimas, Jaehyun se le partió el corazón y lo recibió mientras acariciaba el cabello. Siwon carraspeó y se retiró por un momento para traer a la enfermera y al regreso esperaba tener explicaciones.


Luego de ser curadas las heridas de la boca y ceja, tomar un calmante y llorar un poco más, Jungwoo se quedó dormido en el sillón, fue cuando los dos hombres mayores comenzaron a debatir sobre qué harían con el menor, Choi Siwon estaba conmocionado al escuchar la verdad que conocía el profesor de música, en realidad horrorizado de saber lo que un padre podría ser capaz de hacer a su propio hijo por culpa del alcohol.

—Te voy a pedir un favor, porque es lo único que se me ocurre y lo más seguro para Jungwoo, veo que te tiene aprecio y por lo menos aquí no tiene más familiares ¿Podrías llevar al alumno Kim  a vivir contigo?




Los días habían pasado más rápido de lo que pensó, y Jungwoo había decidido aceptar la propuesta de Jaehyun y el director (no es que no quisiese pero tenía miedo de cansar al mayor y seguir siendo una molestia para él) tendría que irse a quedar al departamento del profesor de literatura unos días hasta que pudiera arreglar la situación con su padre.

Jaehyun estaba tan concentrado en terminar aquel examen que tenía que tomarles a sus alumnos el día siguiente, que no se dio cuenta cuando Jungwoo llegó y le dio un golpe suavecito en la frente, haciendo que los anteojos se resbalaran por su nariz.


—Bienvenido—le dijo arreglando sus lentes sin voltear a mirarle.


—Traje todas mis cosas ya—le dijo señalando con la cabeza las maletas y unas fundas negras. El mayor asintió y repitiendo el gesto le indicó a donde debía ir.


—Puedes acomodarte en la habitación de invitados que está al frente—


—Jaehyun— le llamó sintiendo sus mejillas ponerse de un tenue carmesí. Quería que lo mirara, pero parecía que el mayor estaba demasiado ocupado en su trabajo.


—¿Si?


—No... no es nada—dijo algo desanimado, dando media vuelta para ir a su nueva habitación, por ahora.

Jaehyun volteó a verle confundido por su actitud y tono de voz que no pasó desapercibido, pero el menor ya había desaparecido. ¿Qué era lo que quería decirle?

Miró una vez más el examen que tenía en sus manos a medio terminar y suspiro derrotado, debía a hablar con Jungwoo ahora, de no hacerlo no lograría concentrarse ni podría terminar el examen para mañana.


—Jungwoo—le llamó dejando el examen sobre la mesa y poniéndose de pie para ir a buscarle.

La luz de su habitación estaba prendida y la puerta a medio cerrar. Se asomó y divisó la figura del menudo chico tirado sobre la cama, con un par de cosas amontonadas ahí aun sin ordenar.


—Jungwoo—volvió a llamarle, haciendo al menor sentarse en la cama casi por reflejo y se llevó una gran sorpresa al verle. Sus cabellos habían perdido todo resquicio de aquel característico platinado, pasando a ser de un castaño chocolate.


—¿Qué rayos le paso a tu pelo? —preguntó confundido pues recién se percataba del cambio, sabía obviamente que se había teñido, no era tonto, pero no entendía el porqué del drástico cambio.


—¿Cómo se me ve? —preguntó con una sonrisa de medio lado, medio en broma medio enserio, pero al ver la mirada fija de Jaehyun sobre sí, desvió su mirada a otro lado sintiendo calor en su cara. Era tan vergonzoso todo.


—¿Eh? —


—Maldita sea di algo—le grito tirándole lo que encontró más cerca de sí, siendo escogido uno de los cojines de la cama.


—Estoy sorprendido, ¿qué quieres que te diga? —reclamó espabilando aun de pie en la puerta de la habitación.


—Agh, da igual, solo no te quedes parado ahí como idiota mirando—


—¿Por qué lo hiciste? —preguntó sonriendo ante la actitud de su actual castaño alumno.


—¿Qué te importa? Es solo otro color, ya vete ¿Quieres? —le pidió poniéndose de pie y comenzando a ordenar un par de cosas en su habitación— ¿Sabes? Tengo muchas cosas que hacer ahora, no tengo tiempo para perder contigo.


—Te ves tan tierno ahora Jungwoonie—se burló acercándose al más bajo y pellizcando una de sus mejillas.


—Ay, duele, déjame—reclamó alejando la mano del mayor de su rostro, dando un paso en falso mientras trataba de alejarse del él, terminando por tropezar con una caja, teniendo una catastrófica caída, llevándose a Jaehyun con él al piso al tratar de evitar la caída agarrándose del mayor.


—Quítate, estas muy cerca —


—No seas tan malo Jungwoonnie—le dijo acercándose lo suficiente como para robar un beso de los labios de su alumno. Esos que hace tanto ansiaba volver a probar.


—Aléjate de mí, viejo pervertido — se quejó completamente sonrojado, se sentía humillado por ese tonto sobrenombre y la infantil forma de comportarse de su tonto profesor. Pero al mismo tiempo se encontraba emocionado, ya que no solo se había mudado lejos de su padre, sino que también ahora podía estar con el profesor libremente, podría abrazarlo las veces que quisiera sin miedo a que los vieran, le robaría besos y lo siguiente que vino a su mente, le hizo sonrojar demasiado ¿Era buena idea haberse ido a vivir con el mayor?


The new teacher - JaewooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora