Capítulo 5: ¿Qué es esto que siento?

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Aunque solo hubiesen pasado dos días desde aquella tarde lluviosa, Jaehyun sentía como si fuese hace años que había tenido entre sus brazos el tembloroso y empapado cuerpo de Jungwoo. Estaba preocupado pues no lo había visto nada bien esa tarde y los siguientes días que se mantuvo observándole discretamente, se notaba distraído y distante.

Su alumno... no sabía cuándo esa palabra se había vuelto diferente su significado, pues no sabía cómo más nombrar el tipo relación que tenía con el menor.

Sosteniendo entre sus manos el tercer café de la mañana, Jaehyun meditaba desde la ventana del tercer piso, mientras miraba pasar a los demás alumnos, algunos correteando, otros conversando, pero rastro del peliblanco y rebelde muchacho de su salón, cero.

Ayer se había propuesto ser paciente, y esperar a que Jungwoo volviera a aparecer en el salón, pero ya le parecía imposible. Quería saber de él, sentía una absurda necesidad de verlo, pero una barrera enorme le impedía hacerlo.

Soltó un suspiro mientras cerraba sus ojos, dejando que la calidez del café inundara su cuerpo. Otro día más que su alumno problemático no aparecía y eso no lo dejaba tranquilo, menos después de haberlo visto tan triste y perdido.

~

Totalmente desganado, pues no había podido dormir bien tras quedarse hasta altas horas de la noche pensando en Jungwoo, Jaehyun asistió a la escuela más temprano de lo normal. Se paseó por la sala de profesores, revisó el laboratorio de computación, fue por el primer café matutino y al fin, luego de haber hecho todo eso, se decidió a ir revisar el salón de Jungwoo, y si tenía suerte, verle.

Se asomó y su vista le ubicó de inmediato, causando una emoción desconocida en él. Estaba sentado en el puesto de siempre, con su uniforme desarreglado y sus cabellos platinados la cara adormilada mientras su amigo Doyoung le contaba algo totalmente emocionado, tratando de contagiar al otro su entusiasmo, pero era en vano.

Siendo el profesor de ese turno, se adentró en el salón y llegó a su lado en cosa de segundos. Jungwoo le miró, y sus ojos solo reflejaban vacío, mientras en su rostro se apreciaban algunos rasguños y golpes. Su labio estaba roto y su mano izquierda estaba vendada de forma cuidadosa. Jaehyun supo que no por gusto estuvo preocupado por su ausencia.

—¿Puedes venir conmigo? —preguntó sin miramientos el mayor, recibiendo un asentimiento de cabeza de parte de Jungwoo.

Esperó a que se pusiera de pie, instante donde le vio cojear un poco a pesar que trataba de caminar normalmente. Jaehyun normalmente era un tipo calmado pero en esos momentos sentía la sangre hervirle, estaba furioso con la persona que pudo llegar a dañar de ese modo al menor y hallaría quien fue.

Llegaron al laboratorio donde solía castigarlo, Jungwoo aún tenía la vista pegada al piso y se mantenía en completo silencio. Aquello causó mas descontento en el mayor, prefería al chico rebelde que a ese adolescente apagado y triste.

—¿Quién te hizo esto?

—Nadie—respondió con voz apesadumbrada el más chico, sin apartar su mirada del piso.

Jaehyun se mordió el labio conteniendo el impulso por gritarle cuanta cosa pasó por su cabeza. Sin mucha delicadeza tomó la barbilla del más bajo con una de sus manos, a cambio recibió un quejido de dolor y le obligó a verle. —Mírame cuando te hablo, ¿Quién te hizo esto? —

—¿Acaso no me escuchaste? Dije que nadie —volvió a hablar , retirando la mano del mayor y volteando su rostro a uno de sus costados, evitando la mirada penetrante del otro hombre por miedo a que descubriera que le estaba mintiendo.

—Jungwoo —

—Déjame... esto no te incumbe—estaba por irse pero de nuevo la voz del mayor resonó.

—¿Qué esto no me incumbe? ¿Qué esto no me incumbe dices? —le respondió con la molestia latente en su voz. —Eres alumno de la escuela en la que dicto clases, soy el profesor a cargo de tu paralelo y soy la persona que no pudo dormir nada estos dos últimos días pensando en ti, maldita sea Jungwoo, ¿Y dices que no me incumbe? —

—Yo... no se trata de eso—

—¿Entonces de que se trata?—

—Solo déjame por favor—le pidió con los ojos llorosos, Jaehyun sentía el temblor del cuerpo del menor aun estando distanciados y bufó molesto.

Lo siguiente que Jungwoo sintió fueron los brazos de Jaehyun rodearle con delicadeza, sintiendo el calor de su cuerpo contrastando con el suyo. Otra vez se veía atrapado por ese gran abrazo que no le dejaba ganas de resistirse, se sentía tan seguro, sin necesidad de nada más, se sentía bien y era algo que necesitaba justo en esos momentos.

—¿Por qué hace esto por mi? —murmuró contra el pecho del mayor, causándole gracia por como sonaba distorsionada.

—No se... solo, me importas—trató de que en sus ojos se notara la sinceridad de sus palabras.

—¿Por qué le puede importar un mocoso como yo? ¿Acaso no tiene esposa que le espere en casa hijos?

—Para tu información soy soltero... no hay nadie quien espere por mi en casa.

—Bueno es normal que nadie quiera—soltó una pequeña risa burlona, el mayor le imitó porque extrañaba verle así—Usted es muy amargado y serio—

—¡Ah, eso crees! —lo siguiente que hizo Jaehyun fue despeinarle juguetonamente el cabello, el menor no se dejaba, pero al mismo tiempo volvía a sonreír a pesar que decía que no lo hiciera y fue peor cuando le hizo cosquillas.

—Prefiero verte así Jungwoo que triste y apagado—volvió a acariciarle la mejilla, no sabía porqué estaba actuando así, o mas bien claro que sabía, por algo era el adulto; y eso no hacia más que confundirlo porque sentir atracción por un menor no estaba en sus planes, pero Jaehyun ya se conocía, donde ponía el ojo...

—Pro-profesor, creo que está muy cerca—y supo que estaba perdido, cuando le encantó ver así a Jungwoo por su causa, los ojitos brillantes y ansiosos, era un chico muy bonito, no podía negarlo, incluso más que sus compañeras de curso, se sentía estúpido Jaehyun, pero no había vuelta atrás.

—Me gustas Jungwoo, por eso me preocupo por ti—le susurró y volvió a envolverlo en sus brazos, en parte porque le gustaba la calidez que desprendía el cuerpo del menor, en parte porque también se encontraba avergonzado de su confesión; pero al mismo tiempo Jaehyun sentía haberse sacado un peso de encima diciendo esas palabras, mientras que Jungwoo estaba eufórico y con los latidos muy acelerados al recibir por primera vez en tanto tiempo aquella muestra de cariño tan pura, por lo que dejó caer sus lágrimas en silencio.

Solo por ese momento, Jungwoo quería permanecer así, en silencio, sintiéndose amado en los brazos cálidos de su profesor.

The new teacher - JaewooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora