Son Gohan sólo se pudo quedar estático, impotente.
— Sr. P-Piccolo...—
El hombre vestido con ropas deportivas de color verde se desmoronó en el suelo, sus ojos se cristalizaron y sentía que no podía respirar. Sentía como comenzaba a hiperventilar, sentía que le faltaba el aire y no sabía que hacer.
— Hoho, parece que el namekiano no pudo esperar su turno.— La sádica risa de Freezer hizo que Gohan levantara su vista y observara al tirano. — ¿Por qué no seguimos donde nos habíamos quedado, Gohan?—
Al sentir el monstruoso poder del ex-emperador del universo, por un instante pasaron por su cabeza las palabras que Piccolo le repetía en cada ocasión que se veían.
"— Gohan, tu poder está disminuyó mucho desde la última vez que nos vimos. ¿No crees que deberías entrenar, al menos para mantenerte en forma? No siempre entrenar es para volverte más fuerte, Gohan.—"
Y él siempre le respondía lo mismo...
"— No veo el sentido de ponerme a entrenar, Sr. Piccolo. Si el planeta llega a estar en peligro, como en el cumpleaños de Bulma, o como con lo de Majin Buu, mi papá y el Sr. Vegeta se podrán hacer cargo. ¡Estoy seguro!—"
— Lo siento, Sr. Piccolo... U-Usted tenía toda la razón, d-de verdad lo lamento...—
Gohan se arrastró por el suelo hasta llegar al cadáver de su difunto maestro y abrazarse a él con todas sus fuerzas. Se sentía como un niño pequeño. Estaba asustado y no tenía ayuda.
— A pesar de que eres una legenda, un Súper Saiyajin, sigues siendo el mismo niño que lloraba por su padre, Gohan.— Una pequeña esfera de ki morada que iba creciendo a cada segundo comenzaba a cargarse en el dedo índice de Freezer, quién miraba a Gohan con una sonrisa torcida. — No te preocupes, me aseguraré que veas a cada persona que conozcas de este planeta en el otro mundo. ¡Ahora muere!—
Antes de que el ataque fulminante se lanzara, una explosión de ki golpeó a Freezer. Volteándose, Gohan se vio sorprendido al ver que Goten, Trunks, Ten Shin Han, Krillin y el maestro Roshi habían atacado al tirano con todas sus fuerzas.
Ese acto hizo que algo naciera en el interior de Gohan... Algo que no había sentido desde hace muchísimo tiempo.
Ese deseo de levantarse y dar un poco más. Ese deseo de sobrepasar tu límite para seguir peleando. Ese deseo de luchar hasta su último aliento y levantarse hasta que su cuerpo esté destruido por completo. Esa furia que quemaba como mil soles a en su interior. Era ese salvaje orgullo saiyajin que escondía en su interior y le ordenaba imperiosamente que se levantara para vengar a su maestro.
— Malditas sabandijas, ¡Los acabaré a todos ahora mismo!— Freezer acumuló una enorme esfera de ki en su mano y no le tembló el pulso en lanzarla hacia los defensores de la tierra para matarlos de una buena vez. — ¡Cuando llegue Son Goku, todos ustedes estarán en el otro mundo!—
En un estallido de velocidad, Gohan se trasladó hacia donde estaban sus amigos, colocándose adelante de ellos y desviando el ataque con una sola mano, con el aura dorada del Súper Saiyajin envuelta alrededor suyo.
— Hoho, parece que el niño quiere jugar a ser hombre, pero que divertido.— Freezer se levantó de su trono y comenzó a estirar los brazos con una ligera emoción.
— Krillin, dame una semilla del ermitaño.— Ordenó Gohan, sin quitar la vista de Freezer. Sus heridas ardían como el infierno, pero su deseo de venganza quemaba con aún más intensidad en su interior.
— P-Pero Gohan, sólo nos quedan dos semillas y-y...—
— ¡Qué me des la maldita semilla!— Gohan le arrebató bruscamente la bolsa con las semillas, se tragó una sin masticar y se las volvió a arrojar a Krillin.
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Unlimited
ActionSon Gohan, el hijo de Son Goku. Un guerrero que sólo luchaba si la situación lo ameritaba y simplemente lo hacía porque creía que era su responsabilidad. Pero, ¿Qué pasaría si Son Gohan desarrollara su espíritu de pelea y su orgullo saiyajin? ______...