Capítulo 2: "Cayendo en su juego."

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Un sentimiento de decepción se hizo presente en ese momento, pero no iba a dejarme pisotear, acomodé mi ropa y salí al patio, respiré hondo y volví dentro para encontrarme con Sebastian, me miró frío e hice lo mismo, mientras por dentro tenía ganas de llorar.

-¿Está listo el baño? -Hice mi mayor esfuerzo por hacer mi tono de voz usual, no lo miré; pasé de largo hacía las escaleras-.

-Lo está, lo esperaré en el baño -Dijo detrás de mi y entró a una habitación separada de la mía, me apresuré a llegar a mi habitación, no era la primera vez que él me bañaba, ni tampoco la primera vez que me tocaba, pero, por alguna extraña razón, mi corazón palpitaba muy rápido-.

Me tranquilicé y salí de nuevo, sin ropa y sólo con la bata de baño, Sebastian me esperaba en la puerta y en cuanto vio que me acercaba la abrió; un aroma dulzón emanó de la limitada habitación, me quité la bata y entré a la bañera; era cálido.

***

-Veo que el Conde cada vez es mejor jugando ajedrez, ¿verdad, Ran-Mao? -La pelinegra aferrada a su cuello asintió-.

-Si no pudiera ganar en un simple juego de ajedrez sería mi fin, y esto no es todo -Hice el último movimiento; un Jaque Mate perfecto-.

-Bocchan, el postre está listo -Se había tardado más de lo normal-. Lamento la demora, hoy tendremos tarta de manzana y canela, acompañado de un té de frutos rojos que combina a la perfección con la canela.

-Tardaste mucho.

-Lamento las molestias.

-Conde, no debería ser tan duro con el mayordomo -Bufó-.

-Es sólo un simple sirviente -Rechisté conteniendo la risa-. Es su trabajo servirme.

Sebastian me miró de forma fría y me puso la taza enfrente.

-Debería cuidar su boca Conde, no se sabe lo que podría pasar mientras duerme -¿Era una amenaza?-. En fin, tendrá que disculparme, tengo negocios que hacer, con su permiso nos retiramos -Me dedicó una ligera sonrisa y se fue-.

-¡No me causes problemas Lau! -Grité aún desde mi lugar, tomé mi taza y por accidente la derramé sobre mi ropa-. ¡De-Demonios! Sebastian yo... -Me interrumpió-.

-Creo que Bocchan ya está lo suficientemente grande como para poder cambiarse sólo -¿Me está retando?-. ¿o no lo cree así, Bocchan?

-Tch... Demonio de quinta... -Susurré y salí del salón quitándome el corbatín, entré a mi habitación y me quité la camisa; no me había percatado de la presencia del pelinegro en la puerta-.

Busqué en mi armario una camisa limpia, me la puse y cuando estaba a punto de ponerme de nuevo el corbatín, un escalofrío recorrió mi espalda haciéndome estremecer, giré y lo vi; sus ojos, tan fríos y cortantes como la hoja de una espada estaban fijos en mi.

-Provocándome de esa manera tan irresponsable Bocchan, debería tener más cuidado con sus acciones, My Lord... -Caminó hacía mi, por reflejo yo caminé hacía atrás, y en unos segundos me tenía acorralado contra la pared-.

-A-Aléjate Sebastian... ¡Ha-Hablo enserio! -Sus ojos fijos en los míos, y en sus labios, una ligera sonrisa de satisfacción; mi miedo era causa de su sonrisa-.

-Que expresión tan más tentadora... -Susurró cerca de mí oído y después bajó a mi cuello; lo lamió, lo besó, me quitó el corbatín y sujetó mis manos con el mismo-. Tan temeroso como delicado... Tan frágil... Que tengo miedo de lastimarlo...

-De-Demonio pervertido... -Jadeé, en mi estómago había un molesto cosquilleo y en mi entrepierna un incesante deseo de más, pero no era posible que yo me dejara humillar por el de ojos carmín-.

Con delicadeza me recostó sobre la cama, dejando mis manos sobre mi cabeza y se colocó entre mis piernas. Sin dejar de mirarme a los ojos se quitó la corbata y sonrío con malicia; en ese momento descubrí lo que pensaba.

-Se-Sebastian detente, es una or... -No terminé mi frase; me amordazó con la corbata-.

Traté de forcejear, pero fue inútil, con una mano me inmovilizó ambas manos, y al estar entre mis piernas me era difícil patearlo. Con su mano libre comenzó a desabotonarme la camisa, cerré los ojos para no mirarlo. Sentí su respiración en mi pecho y su mano masajeando mi entrepierna, arrancándome un par de gemidos ahogados.

-Tan indefenso a mi merced, no sé si me podré contener... Bocchan...

Continuará...
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¡Hola! Siento que los capítulos sean demasiado cortos, es difícil transcribir desde celular xD
Ya son más de 100 vistas y eso me motiva a seguir escribiendo
También pueden hacer sugerencias :3
Trataré de actualizar cada semana, así que nos vemos el próximo Viernes n.n7
PD: Los quiero *^* <3

Cuando la oscuridad nos consuma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora