La experiencia poco a poco llegaba a su fin, ya estábamos en cuartos y contra nada más y nada menos que Francia, ¿Irónico verdad?. No os voy a mentir, tenía bastante miedo del partido que se venía porque seamos sinceros, Francia ganó el mundial pasado y tiene unos jugadores increíbles, puede ser que esta vez si empezara a tener mis dudas sobre quién ganaría, sin embargo, confiaba plenamente en mi equipo y habíamos demostrado el gran nivel de juego que teníamos, solo debíamos apretar un poco más y no bajar la guardia, cada vez la victoria estaba más cerca y eso significaba que no podíamos relajarnos.
Os actualizaré un poco sobre la situación. Primero de todo, mi nombre cada vez está en más sitios, tiktok está lleno de videos analizándome, sacando falsas pruebas de que si estaba con Gavi o tal vez con Pedri, teorías sobre porqué el sevillano y yo eramos novios, comentarios de críticas, aunque también mensajes positivos y reconfortantes de muchos aficionados, cada día que pasaba tenía más seguidores por todo el revuelo que suponía ser una mujer entrenadora de una selección en un mundial, hasta futbolistas de otros equipos han comenzado a seguirme o enviarme mensajes apoyando el trabajo que estaba haciendo, otros simplemente querían empezar una conversa conmigo, pero ese tema lo dejaremos para más adelante.
Respecto a mí, ya estaba mucho mejor, comía cuando tocaba y descansaba mucho más, claramente por la insistencia de mis compañeros, especialmente del canario, el cual cuando no podía llegar a tiempo a la hora de comer o bien me esperaba en la sala o me traía la comida a la habitación haciéndome compañía, muchas veces se le unía el sevillano, que siempre me contaba animado anécdotas suyas o planes que tenía ganas de hacer, como si de un niño pequeño ilusionado por algo se tratara, solo con escucharle ya se formaba una sonrisa en el rostro. En cuanto a Pedri, nuestra relación había avanzado algo más, no era nada oficial o lo que se llama serio, tampoco se lo habíamos contado a alguien, decidimos mantenerlo en secreto, aunque los más veteranos de la selección ya se olían algo, pero la verdad es que estaba bastante emocionada por lo estaba surgiendo entre nosotros, jamás lo hubiera imaginado, y menos con él, ya que en un principio no es que nos llevaramos especialmente bien, parece que mi idea de centrarme únicamente en el mundial se había esfumado, solo esperaba que todo saliera bien con él.
Después de insistir mucho el míster nos dio permiso para hacer una fiesta en la sala de juegos al acabar de cenar, claramente con restricciones, como no beber y a las 12:30 p.m. acabar, algo era algo, al menos así nos podríamos despejar y pasar un rato todos juntos que no fuera entrenar.
Nos pasamos la mañana entrenando a tope, decidí unirme a ellos para así también observar de más cerca posibles jugadas, la verdad es que me encantaba entrenar con ellos, me sentía una más y claramente no me dejaba ganar aunque ellos tampoco a mí. Mi mirada y la del canario se cruzaban constantemente, había algo de tensión entre nosotros, en el buen sentido claro, justo ahora estábamos teniendo un uno contra otro ya que íbamos en equipos contrarios, él trataba de quitarme el balón pero yo le esquivaba y conseguía recuperar la pelota, finalmente consiguió arrebatármela para pasársela a Asensio haciendo que este anotara, su equipo celebró el tanto mientras que yo me tumbé en el césped agotada secando el sudor de mi cara con el brazo y con la respiración agitada, noté como alguien se colocó en frente mío pasándome una botella de agua.
-Qué pena que no apostaramos nada como en los viejos tiempos, aunque ahora que lo pienso, sigo teniendo una pendiente- dijo Pedri con ese acento característico, le miré extrañada sin saber a qué se refería- sí, esa que tú tenías que hacer lo que yo quisiera si perdías-
-Yo no recuerdo eso, nunca apostamos eso- él asintió, haciéndome sonreír y entrecerrar los ojos sin fiarme de su palabra- eres un mentiroso Pedrín- seguí yo llamándole con ese apodo que tan poco le gustaba-
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marcando un gol
Fanfiction"todos mis goles son para ti" Ona Palaus, una catalana torpe, despistada, alegre, graciosa y algo cabezota, es llamada por Luis Enrique para ser su mano derecha en el mundial de Qatar, proyecto que en un futuro le abrirá muchas puertas. Su único obj...