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La casa Lee por milagro de dios está en calma, silencio y prosperidad, no, no está vacía por si lo llegaste a pensar, no, tampoco están dormidos genio, bueno tampoco tomaron algo y solo están quietos sin hacer nada.

Los señores Lee sienten la tranquilidad, Minho está ahí, Hyunjin está ahí, Felix también está ahí, ¿entonces por qué tanto silencio?

Es... Realmente extraño. Ambos adultos están realmente acostumbrados (Siempre) a qué su casa no esté realmente en silencio.

— Grisha mi amor, ¿Puedes servirme un poco de té?

El señor Dae Han habla con tranquilidad a su esposo mientras mira a su hijo y yernos, solo cuenta los minutos en que su pequeño vaya a explotar o maldecir cualquier cosa, no lo sabe con exactitud solo quiere que su normalidad regrese.

Su bebé.

— ¿Palo azul? — Pregunta Felix oliendo la fragancia del té que el señor Grisha está tomando. Hay una bonita sonrisa en sus labios. Los mayores se sorprenden ante ese conocimiento.

— Lo es. — Asiente Dae Han. — ¿Gustas?

Felix en vez de asentir o gritar con entusiasmo solo dice un sereno. — Por favor.

Los tres comienzan a beber el té en tranquilidad reposante, el señor Grisha mira nuevamente a su hijo, lleva unos dios días realmente tranquilo, en ocasiones se le escucha cantar temas delicados, justo ahora está neutro mirando pero al parecer escribiendo en su celular.

¿Que puede ser? se pregunta Grisha? Busca trabajo, comenta memes, poesía, diario secreto, quizá sea un joven aficionado que escribe en secreto. Puede haber tantas probabilidades pero lo estresa, Grisha crió a un hijo para que le diga todo, no tan literal pero le come las ansias saber que está haciendo su hijo.

En cambio Dae Han sonríe mientras toma su té, parece que su pequeño está feliz, si Minho es feliz, Dae Han también lo es. Ahora solo piensa en la señora Han, ¿Por qué? Le ha pedido una cita pero él desea no hacer nada durante un largo rato, solo que esa mujer es exigente y no deja de hacer que su celular vibre.

— Padre. — Ambos señores voltean a ver a Minho Dae Han porque cree que su pequeño quiere decirle algo, Grisha porque cree que su pequeño quiere decirle algo y así el poder saber con qué aconsejarlo y darle un largo sermón. — ¿Puedo probar el té?

Grisha grita por dentro y vuelve a su posición al ver a su esposo tomar la tetera.

Debió haber tomado café como todos los días.

— Te serviré un poco dudo que te guste.

Hyunjin presta atención a ese susodicho té, para empezar frunce el ceño al ver que no es azul tanto que le llega a dar un poco de asco el color. Minho lo toma y al parecer le gusta así que más duda pero asco le da.

— Oh vaya, sabe muy bueno.

Un click se escucha y dos pequeños se levantan con entusiasmo.

— Oh ya están los brownies.

Felix sonríe mirando a su novio, los dos corren con ansias pero con tranquilidad a la cocina dejando a los mayores y a Hyunjin.

— Hoy declaro el primer día en que Lee Minho hace sus brownies, nuestro patrimonio.

La consistencia suavecita se aprecia de inmediato al sacarlos del horno, Felix sonríe y aplaude, por lo menos la estética fue un éxito.

— Parecen... ¿Comibles?

— Pero claro que parecen.

El señor Grisha accidentalmente miró el nuevo mensaje que le llegó a Minho en su celular y más dudas llegaron a su cabeza.

Gay también se haceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora