Debo admitirlo, estaba nervioso y dubitativo.
Ni siquiera estaba seguro de que fuera correcto ir a la casa de alguien a quien a penas conocí hace dos días.
O es que YoonGi era muy persuasivo, o yo era muy fácil de convencer.
Lastimosamente, estaba seguro de que se trataba de lo segundo.Era miércoles por la tarde. Hace cinco minutos nada más que había tocado el timbrazo de salida de la escuela. Como el día anterior, tampoco vi a Hoseok al finalizar la clase. Tenía entendido que estaba a cargo de la banda este año, y que debía estar al tanto de los ensayos y esas cosas. Resulta que, muchos del salón eran parte de la banda escolar, y tenían permiso de ensayar en horario de clases por todo lo que restaba de la semana, e incluso, hasta la próxima. Se estaban esmerando, supuse.
Lo raro fue que Yoongi no me habló en todo el día, excepto para que le pasara el bolígrafo que se le había caído del pupitre. Otra vez. Y fue aún más raro cuando, apenas sonó el timbre, me pidió que lo siguiera y que me apresurara con mis cosas en la mochila. Todo fue muy rápido, no sé cómo terminamos ahí, en la puerta de su casa.
───¿Vives a dos cuadras de la escuela? ───pregunté, entre indignado y sorprendido.
───Sí, ¿por? ───Me respondió de lo más fresco tocándose la ropa, buscando algo en sus bolsillos.
───Pues... Siempre llegas tarde a la primera clase... ───repuse algo temeroso de su reacción. Él me intimidaba y mucho. Aunque tratara de simular, simplemente su mirada hacía que me rascara detrás de la oreja y bajara el tono de mi voz, debido al nerviosismo. Eso jamás me habría ocurrido en Busan. El ambiente era otro ahí. Todos eran muy educados y generosos. Aunque, por supuesto, habían excepciones como en cualquier lugar. Pero en Seul todos parecían más preocupados en sí mismos, y no tenían la empatía que en mi ciudad natal.
───Tres días no es siempre, niño Ipod ───me contradijo con fastidio, justo en el instante que metió la llave en la cerradura y la abrió en media fracción de segundo───; Entra.
───No, yo mejor aquí te espero...
───Como quieras.
Lo vi adentrarse en su hogar. Su casa se parecía mucho a la mía. En efecto, todas las casas en esa zona se parecían muchísimo. En algunas variaba el tamaño de las terrazas. En otras, el tipo de balcón. Pero todas tenían el mismo tejado y estructura.
Miré mi reloj de muñeca, iban a dar las dos y quince. Prácticamente, habíamos tardado diez minutos en llegar a la casa de Yoongi. Pasaban muchos estudiantes de la escuela por ahí. En grupos de seis, de cuatro, de dos. Alguno que otro solitario también. Incluso reconocí a tres niñas de mi salón caminando por la acera de enfrente, soltando risitas y jugueteos.
Voltearon a verme. Una de ellas me miró detenidamente por un segundo, pero luego volteó hacia el frente como si nada. Mis mejillas ardían de vergüenza y confusión. Esa mirada me había llegado en lo más profundo. No supe entenderlo. Fue como si ella me hubiese pillado en algo, o como si yo hubiese estado obrando mal.
ESTÁS LEYENDO
SOYOSAN [DongHae&JiMin]
Fanfiction──¡Lee DongHae, eres un bastardo! Le grité mientras se alejaba. Intentaba mentalizarme para no perder la cordura. Una vez más, eché un vistazo a mi alrededor y me ganaba la incertidumbre. ¿hacía dónde debía correr? No lo sabía, habían pasado tantos...