Después de esa clase tanto horrible como extraña, me fui a la casa de Natalie en donde al salir de la escuela estaba un hermoso carro deportivo y lujoso que esperaba a Natalie para llevarla a su casa.
En el camino pude conocer un poco más las calles de Rusia, a diferencia de México en donde las calles están hechas un desmadre, aquí era diferente, las calles no tenían ni un solo bache y la gente respetaba las normas para conducir.
Pude notar a Natalie un poco seria lo que sé mi hizo un poco raro, pues Natalie era una persona divertida, amable y muy extrovertida.
Después de unos 10 minutos llegamos a la casa de Natalie ... La cual era ¡Enorme!, a plena vista se podían ver unas grandes rejas que protegían la casa, una alberca con una agua muy cristalina, un jardín repleto de hermosas flores y un pequeño espacio para jugos.
Cuando Natalie se dio cuenta de que habíamos llegado tuvo que hablar por una pequeña ventana en donde inmediatamente le abrieron la puerta.
- Dulce. - ¡Wow está hermosa tu casa. - Tenía la vista perdida por el hermoso jardín.
- Natalie. - Me alegra que te guste. - Volvió hablar con ese tono de voz tan especial como cuando me hablo por primera vez.
- Dulce. - Natalie ¿Estás bien?, te noté un poco extraña en el camino. -Solo recibí pequeñas risas de Natalie.
- Natalie.- Claro que no, simplemente estaba contemplado el camino y como te note algo distraída no te quise interrumpir. - Genial solo me hizo preocuparme para nada. - El día de hoy nos vamos a divertir mucho.
Al estacionar el carro de Natalie entramos a su casa, la cual era enorme... No... Ni siquiera enorme es la palabra correcta, era ¡Gigante!
Tenía bastantes detalles con oro, una sala con una tele sacada de un cine, una cocina muy elegante con un bar a un lado, y era la casa más limpia, hermosa, grande, lujosa que había visto en mi vida y por último unas escaleras que subía al segundo piso.
Antes de pisar el piso de la casa, un mayordomo no dio la bienvenida.
-Xxx. - Señorita Natalie.
- Natalie. - ¡Hola Enzo!, te presento a mi amiga Dulce.
- Dulce. - Un gusto, señor Enzo. - hice una pequeña reverencia.
- Enzo. - ¡El gusto es mío señorita Dulce!
- Natalie. - Puedes dejar nuestras cosas en la sala, te lo agradecería mucho. - Natalie le entregó nuestras cosas y así Enzo fue a dejar las cosas a la sala.
- Natalie. - Sígueme. - Pasamos por un largo pasillo asta llegar a las escaleras en donde nos llevó al segundo piso.
El segundo piso era un enorme pasillo con bastantes cuartos, el cuarto de Natalie estaba asta el final, su cuarto era bastante hermoso y elegante, su closet era del tamaño de mi cuarto, su cama parecía sacada de una película de princesa, incluso tenía un espacio para divertirse.
- Natalie.- Qué quieres hacer primero.
- Dulce.- Podemos ver una película.
- Natalie. - Claro que si, ¿Pero te vas a quedar a dormir?
- Dulce.- No sé... - Dije dudando un poco.
- Natalie. - Por favor. - Hizo una carta tierna a la que no me puede resistir.
- Dulce. - Pero...
- Natalie. - Por favor, mañana es sábado y no hay clases.
- Dulce. - Está bien. - Dije rendida. - Pero no tengo pijama.
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Nuestra peor noche (GL)(BL)
AléatoireDos hermanos mellizos que con su esfuerzo obtuvieron una beca de intercambio al país de Rusia, en donde sus vidas se irán destruyendo por culpa de sus profesores. Mientras tanto los profesores de los dos chicos extranjeros se obsesiónaran por su bel...