Las familias Osorio y Bondoni son amigos desde hace muchos años, sus hijos han crecido juntos y son mejores amigos.
Emilio es el típico hombre mujeriego que sólo busca placer sin compromiso alguno con ninguna chica y las que se hacen llamar sus nov...
Iba camino al gimnasio, pues sabía que Emilio estaría ahí. Cuándo éramos pequeños solíamos jugar ahí y cuándo uno de los 2 se sentía molesto ó triste se encerraba en el gimnasio hasta calmarse. Una vez llegué, abrí la puerta suavemente y lo busqué con la mirada y estaba en el mismo lugar dónde solíamos sentarnos siempre.
Caminé hacía él un poco nervioso, estaba bastante molesto y tenía miedo de que me pidiera que me fuera, pero decidí hacer lo que siempre hacíamos, me senté en el suelo frente a él y entrelacé sus manos con las mías.
- Estaba dudando que vendrías.
Al escuchar esas palabras me sentí muy feliz, me estaba esperando.
- ¿Bromeas? Nunca te he dejado sólo Emilio y no lo haré ahora. ¿Quieres hablar?
- Si es sobre lo que pasó prefiero que no, estoy lo bastante molesto y por partida doble.
- ¿Doble? ¿Pasó algo con Karol?
- Mjm, se puso cómo loca y la mandé a volar, no quiero volver a saber nada más de ella.
En ese momento me sentí aún más feliz, ya no lo vería con la estúpida de Karol, pero dentro de muy poco tiempo lo veré con otra chica y eso hacía que la tristeza regresara.
- Si piensas que eso es lo correcto supongo que está bien. ¿Te sientes bien?
- Si, sabes que entre ella y yo no había nada sentimental, estoy molesto porque se refirió a tí despectivamente y tuve que ponerla en su lugar. Ella no tiene el derecho de hablar así de ti.
- ¿Y porqué habló mal de mí?
- Nos vió tomados de las manos y pensó cualquier cosa. Comenzó a decir cosas muy horribles de tu persona y me enfurecí aún más, creo que descargué todo el coraje con ella.
- Oh bueno, pero no importa Emi sabes que me dá igual lo que digan los demás de mí.
- Lo sé pequeño, pero mientras yo esté vivo nadie vá a ofenderte ni hacerte daño. Te protegeré de todo y de todos.
Y sin darme cuenta Emilio estaba acariciando mi mejilla sutilmente, lo cuál hizo que le sonriera con ternura.
- No sé qué es lo que haces que logra calmarme, pero me alegra que tengas ese efecto en mí.
- A mí me alegra tenerlo Emi.
Ambos nos sonreímos tiernos y luego nos levantamos para regresar a la fiesta, pronto cantarían cumpleaños feliz a mi padre y teníamos que estar todos ahí, así que volvimos al jardín y continuamos con la fiesta.
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Días después
Tal y cómo Joaquín lo había dicho, Emilio ya tenía otra conquista. Para Joaquín era un verdadero fastidio tener que verlo cada dos por tres con una mujer nueva, pero no le quedaba de otra más que aguantar. Ésta vez se encontraban en la universidad, era la hora del almuerzo y cuándo Emilio estaba "soltero" siempre comía con Joaquín, pero cada vez que tenía una chica nueva comían por separado.
