Las familias Osorio y Bondoni son amigos desde hace muchos años, sus hijos han crecido juntos y son mejores amigos.
Emilio es el típico hombre mujeriego que sólo busca placer sin compromiso alguno con ninguna chica y las que se hacen llamar sus nov...
El tiempo continuó pasando y Emilio aún estaba con un pensamiento que lo carcomia por dentro, aún tenía en la cabeza el día que Joaquín se quedó con Sian en el bar y a juzgar por la hora que había llegado, él pensaba que entre Joaquín y Sian había pasado algo más íntimo y esa idea, lo volvía loco.
Emilio se encontraba en su habitación junto con Joaquín, pues apesar de que Joaquín estaba intentando olvidarse de Emilio seguían siendo mejores amigos y siempre buscaban pasar la mayor parte del tiempo juntos. Se supone que estaban estudiando para sus exámenes finales, pero Emilio estaba molesto, más bien celoso porque Joaquín había pasado la mayor parte del tiempo mensajeándose con Sian.
Emilio ya no podía más ver cómo Joaquín hablaba con tanta emoción con Sian y cuándo recibió el último mensaje, Emilio explotó.
- ¿Viniste a estudiar ó a mensajearte con Siin?
Joaquín miró con algo de confusión a Emilio.
- ¿Disculpa?
- Se supone que viniste a estudiar Joaquín y estás más pendiente al celular. Seguro que con Siin.
- Es Sian.
- Dá igual cómo se llame, no me importa, espero que te pongas a estudiar y apagues el maldito celular porque el sonido de los mensajes me tiene bastante irritado.
Joaquín se molestó, no entendía el porqué de la actitud de su amigo, así que decidió responderle, pues ya estaba harto de que Emilio siempre tratara de controlarlo.
- Tú no tienes el derecho de decirme a mí lo que tengo ó no tengo que hacer Emilio.
- Créeme que lo sé, por eso te quedaste con el imbécil de Sian en el bar aquella noche.
Ambos amigos ya habían comenzado a discutir bastante fuerte, cerraron sus libros y comenzaron una guerra de palabras entre ellos.
- ¿Enserio vas a continuar con lo mismo?
- Si Joaquín, voy a seguir. ¿Porqué no me dices lo que pasó esa noche?
- Porque no tengo que hacerlo Emilio, tú sólo eres mi amigo, no soy de tu propiedad, además, lo que sea que haga no te importa.
- ¿Ah no? Yo te cuento todas y cada una de las aventuras que tengo con chicas porque confío en tí y eres mi mejor amigo, lo menos que espero de tí es lo mismo.
Ambos continuaron discutiendo, Emilio persuadia a Joaquín para que le dijera lo que pasó entre ellos, pero Joaquín se resistía, sabía cómo se iba a poner y quería evitar un enojo innecesario, pero llegó el punto en el que Joaquín no pudo más, no soportó más la discusión con Emilio y le confesó la verdad.
- ¡Ay ya cállate! ¿Quieres saber la verdad? ¡Pues te la digo! Me acosté con Sian ¡¿Y qué?! ¿Contento?
Emilio guardó silencio y Joaquín juró que su cara valía todo el oro del universo, el oji-café sintió cómo si le hubieran pasado 30 camiones por encima y aunque no lo aceptara sintió cómo los celos hervian su sangre, el simple hecho de imaginarse a Joaquín con otro chico le podía demasiado y aguantó las ganas que tenía de llorar.
- Ya te lo dije, ¿querías saberlo, no? Pues ya tienes la respuesta Emilio.
- ¿Porqué no me lo dijiste antes?
- Ya te dije, no es algo que te importe.
- Y preferiste ocultármelo ¿no?
Joaquín sólo viró los ojos y suspiró molesto.
- No puedo creer que hayas sido capaz de hacer algo cómo eso, siempre pensé que eras diferente Joaquín, terminaste haciendo lo mismo que yo.
- ¿Y a tí que te importa lo que yo haga con mi vida sexual? ¿Acaso yo te he dado alguna opinión sobre lo mujeriego que eres?
- Ósea que te has acostado más de una vez con él.
- ¿Qué? ¡No! Fué sólo aquella noche.
- Y yo te voy a creer ¿no? Se hicieron inseparables Joaquín, ¿cómo quieres que crea que sólo fué una vez? Ya hasta parece tu novio y no me gusta Joaquín, no quiero que lo veas ni le hables más no me gusta su relación.
Esa fué la gota que derramó el vaso de Joaquín, él podía tolerar que Emilio le discutiera por no decirle lo que hizo con Sian, pero prohibirle una amistad con él no lo toleraria.
- ¿¡QUÉ!? ¡¿QUIÉN DABLOS TE CREES QUE ERES?! ¡NO TIENES ABSOLUTAMENTE NINGÚN DERECHO DE PROHIBIRME NADA, NO ERES NADA MÍO, SÓLO MI AMIGO, PERO SI VAS A SEGUIR CON ESA ACTITUD NO QUIERO VOLVER A HABLARTE.
Emilio se defendió cómo pudo, pero ya Joaquín estaba muy molesto, comenzó a recoger sus cosas y cuándo ya estaba listo para salir de la habitación de Emilio éste le volvió a hablar.
- No te vayas Joaquín, debes elegir entre él ó yo y si te vas lo tomaré cómo que lo elegiste a él en lugar de a mí.
Joaquín miró con mucha rabia a Emilio y le habló con voz firme.
- En ese caso, lo elijo a él. No seguiré amarrado a tí Emilio, eres muy egoísta, tú puedes tener aventuras con chicas y a mí me prohíbes una amistad con Sian y no te lo voy a permitir. Búscame cuándo madures y seas una mejor persona, ahora no quiero saber nada más de tí.
Y diciendo ésto Joaquín salió de aquella habitación dejando a un Emilio sumergido en los más profundo de su coraje y aunque no lo aceptara, estaba también celoso.
Emilio no podía creer que Joaquín se fué, que lo había cambiado por Sian, así que mientras maldecía hasta el nacimiento del pelinegro comenzó a idear un plan para lograr que Joaquín se olvidara de Sian, pues él creía que entre Joaquín y Sian había más que una simple amistad.
- No voy a perderte así de fácil Joaquín, no lo permitiré.
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