Las familias Osorio y Bondoni son amigos desde hace muchos años, sus hijos han crecido juntos y son mejores amigos.
Emilio es el típico hombre mujeriego que sólo busca placer sin compromiso alguno con ninguna chica y las que se hacen llamar sus nov...
Ya casi se cumplía el tiempo de que el hijo de Joaquín llegara al mundo, bebé que también era mío, pero que por idiota no me había hecho responsable.
Me había hundido tanto en la bebida y en mis salidas con una chica nueva cada día que había descuidado mi trabajo, llegaba tarde y a veces llegaba borracho, ya estaba amenazado con ser despedido del laboratorio y la realidad es que no quería que eso pasara, amaba lo que hacía y no quería perderlo
Pero era inevitable sentirme mal, había sido un perfecto idiota y en éstos momentos estaba extrañándolo, extrañaba a Joaquín, sus besos, su perfume, aquellos ojos hermosos y llenos de amor, pero lo que más extraño es no haber estado durante el embarazo, yo seguía amando a Joaquín y realmente quería recuperarlo, pero no tenía idea de cómo hacerlo
No podía llamar a mis padres porque me odiaban, no querían saber nada de mí por lo que le hice a Joaco y es entendíble, merecía una paliza que me llevara al hospital, jamás debí haberle hecho tanto daño a Joaquín, me arrepiento mil veces y quería pedirle disculpas, aunque él no quisiera escucharme yo tenía que intentarlo
Tomé mis cosas, me subí al auto y conduje hasta la casa de Joaquín, no podía saber si estaba en su casa, me había bloqueado la última vez y aunque no lo hubiera hecho sabía que no respondería mis mensajes. Aún así continué con el viaje mientras pensaba en lo que le diría al momento de llegar, pero no pude concentrarme más tiempo, mi celular comenzó a sonar y me sorprendió ver que era mi padre
- ¿Papá? hola
- Emilio, tienes que venir, es una emergencia.
- ¿Qué pasó? ¿están bien?
- Es Joaquín
- ¿Qué tiene Joaquín papá? ¡HABLA!
- Tuvo un accidente de auto, en éstos momentos lo están trasladando al hospital
En ese momento sentí que todo el mundo se me vino abajo, no sabía que le estaba pasando a Joaquín, pero estaba sumamente preocupado, tanto que comencé a dudar, mi corazón latía a mil por hora, tenía que llegar al hospital lo antes posible.
Colgué el celular y pisé el acelerador, no me importaba nada más, sólo quería que Joaquín estuviera bien y mi hijo
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Una vez la ambulancia llegó al hospital bajaron rápidamente directo a la sala de operaciones, tanto los padres de Joaquín y Emilio estaban, además de Ren, todos iban corriendo tras de la camilla dónde estaba Joaquín, él estaba inconsciente y lleno de sangre, apenas abría los ojos
Todos le decían que estaría bien, que no se preocupara que su hijo y él estarían bien, pero Joaquín no reaccionaba, todas esas voces las escuchaba lejos, no las distinguía y cada segundo que pasaba estaba más débil
