Capítulo 10: Esa es la persona que me ayudó

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Siempre había creído todo lo que decían de las alfas, que eran fuertes, decididos, celosos, agresivos, con cargos de poder y muy fuertes, completamente llenos de energía. Muy a pesar de que a Cher no le gustaba Khum Sam en el gimnasio, ella no podía echarla ya que era un cliente, entrenar con Khum Sam era como hacerlo con una caricatura, puede que ella sea el jefe de su empresa, un cargo grande de poder y que su fuerza y agresividad emerjan con sus celos o necesidad de protegerme, no obstante, ella es una debilucha, tanto que es más una caricatura quejica que otra cosa. En poco más de hora y media ella estaba tan cansada que su nariz comenzó a sangrar y cayó de rodillas junto al saco. Mi corazón latió a mil al verla débil e indefensa, y Cher, para su descontento, tuvo que cargar a Khum Sam y llevarla a los vestidores, ahora la honorable dama Samanun estaba en una banca con su cabeza contra mi cuerpo tratando de que dejara de sangrarle la nariz. La pobrecita no perdía la cara de vergüenza y estaba de muy mal humor, así que me mantuve sujetándole el rostro, acariciando sus mejillas con mis pulgares.



-Lo intentaste, no tienes que sentirte mal.



-Soy patética... Esa mujer hasta me cargó como a un niño desvalido.


-No tienes que demostrar nada. ¿Sabes?



-Soy tu mujer, debo ser fuerte y demandante para mantenerte bien cuidada.



-Lo de demandante dudo que se te quite. -Mascullé y ella se puso mucho más disgustada.



-Quería ser elogiada, no humillada.



-Ya, ya, hiciste lo mejor que pudiste, Khum Sam.



-Fui educada para ser perfecta, no me gusta para nada... Y tus elogios son pésimos. No me hacen sentir mejor.



- ¿Quieres que diga algo para que te sientas mejor? -Pregunté y ella asintió expectante. Ella era irritantemente linda. -De acuerdo... Ya, ya, lo hiciste muy bien a pesar de todo, mi amor... Te quiero. ¿Mejor?



-Yo también te quiero. -Fue su respuesta, su voz sonaba extrañamente vulnerable. ¡Esto no es Khum Sam para nada!



-Creo que prefiero a la Khum Sam arrogante.



-Creí que no te gustaba que fuera arrogante.



-Son como los animales o los niños traviesos. Sus travesuras quieren decir que están sanos. No me gusta pensar que puedas estar enferma o lastimada.



-Soy muy sana, me hago chequeos diarios, pero puedo morir de tristeza sin ti... Me di cuenta de ello cuando creí perderte. Apenas pude soportarlo porque Mind me necesita, ya que soy su madre.



- ¿Estás triste? -Pregunté, pero Khum Sam simplemente me miró, aquello me preocupó, por lo que decidí insistir. -Puedes decirme. ¿Sabes?



-Mi Monmon no se acuerda de mí, aunque la haya encontrado y eso me entristece... La que sólo me miraba a mí, porque yo era especial para ella, no porque fuera la noble Samanun, sino la que me quería a pesar de mis defectos. Podía ser cobarde, arrogante y torpe con mis palabras, pero me quería igual.



No podía creer cuanto me había lastimado lo que había dicho, aunque yo le pidiera que me dijera lo que pensaba. En ese momento había deseado recordar mi pasado como nunca ante sólo había hecho. Me giré un poco y tomé sus labios con mis míos, sentí sus ansias y seguimos besándonos. Sus labios se sentían bien, su calor, especialmente al sentarme ella en su regazo para abrazarme. Me pregunté si recordar lo que fui, traer de regreso a la vieja yo, conseguiría que perdiera algo importante en el tiempo que me fortalecí para seguir adelante. Tengo una esposa y una hija que no recuerdo, pero que siento que amo día con día. Salí de los vestidores para encontrarme con Cher que recogía los guantes.

Fanfic GAP THE SERIES: Mordida de posesión 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora