LOS SECRETOS DEL AMOR

CAPITULO 15

Armando estaba quieto, sintiendo las paredes de su intimidad apretarlo cada vez más, pero cuando ella lo rodeo con sus piernas comenzó a moverse de manera descontrolada a la vez que devoraba su cuello para no gemir como loco

Berta y Sofia se miraron confundidas ya que no sabían que lo que habían escuchado era real o solo producto de su imaginación

SO: Usted... ¿Escucho lo mismo que yo?
BE: Era ¿Un gemido o un grito?
SO: No lo sé, pero ¿De dónde viene?
BE:(parándose) Vamos a investigar
SO: No Berta, Don Armando todavía está en la empresa y si no nos ve en nuestro puesto nos puede echar
BE: Sera que Don Armando esta con alguna modelo en la oficina (alzando las cejas)
SO: Pero ¿A qué hora entro? Nosotras no nos hemos movido y la única que esta con él en estos momentos es Betty
BE: A no ser que este haciendo cositas con ella

Ambas mujeres soltaron la carcajada por lo absurdo de lo que había dicho Berta. Era más probable que Don Armando se metiera con Hugo que con Betty, es que la pobre era muy buena persona, pero no había por donde mirarla

Después de intercambiar aquellas palabras, siguieron en lo suyo, eso sí sin perder de vista la puerta de presidencia, estaban seguras de que el grito vino de ese lugar y querían confirmar sus sospechas

Mientras en presidencia Armando no había dejado de moverse, pero en esos momentos tenía la cabeza enterrada en sus pechos, a la vez que ella le tiraba el cabello suavemente o hacía presión para que él siguiera con tan maravillosa tarea

Pero el momento cumbre estaba llegando por eso ella puso su boca en el hombro de él y mientras comenzaba a llegar a la cima del placer, mordía cada vez con más fuerza. Armando estaba tan concentrado en lo que hacía que ni cuenta se dio cuando llego a la cima arrastrándola a ella con él y como le mordía el hombro a la vez que le arañaba la espalda y mientras él ahogo su éxtasis en su cuello

Cayó desplomado encima de ella, sentía que las piernas no lo sostenían y como siempre, ella lo recibió con los brazos abiertos al igual que él estaba desmadejada.

A: ¿Que...que fue lo... lo que me hizo?
B: ¿De...de que habla?
A:(inclinándose para mirarla a los ojos) De que siempre, quiero tenerla a mi lado, de que quiero besarla a cada instante, de que necesito tocar su piel, pero...pero no me canso de hacerle el amor, siempre quiero más y más de usted

Ella solo le sonrió chiquito y unió sus labios en un beso completamente tierno, para después abrazarlo y que él enterrara su rostro en su cuello. Quizás por ahora fuera algo pasional, pero en su mirada se dio cuenta que estaba calando un poco más allá y ella...ella se las iba a jugar por su amor

Estuvieron así un par de minutos, él embriagándose de su aroma, mientras ella acariciaba lentamente su cabeza relajándolo por completo, tan relajado estaba que sentía que en cualquier momento se quedaría dormido y eso no se podía

Por eso se volvio a inclinar y besándola profundamente sello aquel encuentro amoroso. Salió con cuidado de ella y se subió los pantalones, le tendió la mano y de ese modo se fueron a asearse al baño. Se miraban con picardía y sonrisas nada disimuladas, cuando de pronto escucharon pasos en presidencia y la voz de Mario

MC: Armando...Armando ¿Esta aquí? (abrió la puerta de la oficina de Betty) Va la fea tampoco esta (dijo susurrado) Hermano ¿Esta en el baño?
A: Si ¿Qué pasa?
MC: Hermano vengo a ver si se arrepintió y salimos esta noche
A: Ya le dije que no, así que no siga molestando con eso (tomándola de la cintura)
B:(susurrándole en el oído) Debo irme ya (mordiéndole el lóbulo)
A: Mala...
MC: Armando ¿Se va a demorar mucho? Por cierto ¿Dónde esta su asistente?
A: No moleste quiere, ya le dijo que no pienso salir y Betty fue a producción por un listado que le pedí
MC: Se ha vuelto un amargado usted, pero haya usted que se va a perder a esas mamitas que me conseguí
A: Pues que le aproveche Calderón (hablándole a Betty) Yo saldré primero para asegurarme que Mario se haya ido
B: Bueno aquí lo espero
A: Ya vengo por ti cariño