LOS SECRETOS DEL AMOR

CAPITULO 30 FINAL

Sonia lloraba en silencio, mientras su padre le reclamaba por aquel acto vergonzoso, pero más que eso era por el tipo de hombre que se había conseguido. Es que después de haberla encontrado desnuda en la caballeriza el hombre se dirigió de inmediato a la trampilla y cuando la abrió lo primero que vio fue a Mario pálido como un papel

Dio un grito llamando la atención de los hombres que estaban cerca, así que tomo a su hija de un brazo que ya se había vestido y la saco del lugar mientras gritaba que no le hiciera nada, que solo se habían demostrado cuanto se amaban, ya que ella no sabía lo que su padre escondía en aquel lugar tan celosamente

A todas estas Mario, no sabía que hacer, tenía ganas de salir corriendo, pero en la situación que se encontraba le era del todo imposible. De pronto vio que llegaban dos hombres fornidos que ingresaban al lugar y tomándolo del cuello lo obligaron a salir. Después de eso recibió la paliza de su vida, pero no conforme con eso llamaron a la policía y lo denunciaron por robo

Trato de defenderse y decirle que solo era una equivocación, que simplemente estaba con su prometida a solas y que por supuesto era un malentendido, pero la maleta con todo el dinero era una prueba irrefutable. Pero para salvarse comenzó a decir muchas incoherencias como que el tipo era un traficante por la cantidad de dinero que tenía en el lugar, pero para su mala suerte el hombre era uno de los más influyentes del lugar y no conforme con eso, las supuestas pruebas "Dinero" no estaban en el lugar

Pensó que con todo lo que había sucedido, solo le tocaría pagar algún tipo de multa y que debería buscar el modo de pagarla, pero como ya había intuido antes su suerte se había acabado. De pronto un oficial apareció con un boletín y en el que se informaba que tenía una causa por robo y abuso de confianza "Maldito Armando" al final lo había denunciado

Así que a pesar de que estaba bastante herido, lo trasladaron a la ciudad quedando recluido en la penitenciaria de Bogotá a la espera de su juico.

Faltaban dos días para la tan ansiada boda, ya estaba todo listo la iglesia se prepararía en la mañana ya que su boda seria a las 12:00 del día de aquel sábado. En el club ya tenían el gran salón apartado, es más lo habían contratado por dos días, así tendrían el tiempo suficiente para tener todo a punto

El vestido de novia ya estaba listo, esperándola en su cuarto de toda la vida, ya que como es tradición ella saldría de su casa, claro que su papá insistió mucho en ello. La empresa marchaba sobre ruedas y en su ausencia se harían cargo Roberto y Marcela, seguidos por Gabriela y Héctor Salgado, el nuevo vicepresidente comercial que les había conseguido el Fashion

El hombre tenía unos 40 años y era muy bueno en lo que hacía, además de ser muy discreto. Las muchachas rendían al cien y Hugo ya tenía lista la colección, así que después de su luna de miel se enfrascarían en el próximo lanzamiento

Pero antes de eso tenían que hacer algo muy importante así que ahora estaban en casa de sus papás, Marcela descansaba en el porche junto a ellos, así que la mucama muy amablemente los guio al lugar. Después de los saludos iniciales y que le preguntaran lo que deseaban beber, se acomodaron junto a ellos

DM: Hijo ¿Pasa algo?
A: La verdad es que sí, con Betty tenemos muy buenas noticias
DR: ¿De qué se trata?

Betty solo les sonrío y le tendió un folder que el hombre tomo completamente extrañado. La miro un momento y termino por abrirlo y lo que vio tuvo el poder de tranquilizarlo, ya todo estaba en su lugar al fin

DR: Niña ¿Esto es?
B: Así es, el cese del embargo y como que esta vuelve a las manos de sus legítimos dueños
DM: ¿Termino todo?
B: Sí señora, ahora solo debemos mantenerla
DR: Pero ¿La empresa quedo con deuda cero?
A: Si papá, la dejamos sin deudas de ese modo comenzaremos a trabajar más relajados...Ahora yo creo que deberíamos elegir un nuevo presidente ya...
MV: No Armando, tú debes seguir en la presidencia, es cierto te equivocaste, pero supiste redimirte, además tienes a Beatriz a tú lado y después me tendrás a mi
A: Pero...
DR: Es cierto Armando, te equivocaste y supiste redimirte, ahora sabemos que no cometerás los mismos errores, así que comienza desde cero hijo