That Sunrise (Lo'ak Sully, Avatar)

Cap 35

Lo'ak desde que supo que Aesha tenía una enfermedad incurable, no se separó de ella un segundo. Cada minuto que pasaba, quería estar con ella

-Amor, puedo yo sola-. Justificaba Aesha mientras se subía en su ilu.

-No me importa. Haría todo para que no te lastimes.

Aesha puso los ojos en blanco y corrió su pelo que estaba para adelante.

-Tenemos que visitar a Payakan- dijo Aesha mirando a Newt, que los miraba atentamente, pero sin preguntar nada-. Volveremos en un rato, cuida a tu hermana y compórtate, sí?

Newt asintió y los vio marcharse poco a poco saliendo del arrecife.

En el camino, el silencio habitaba en su entorno, no tenían mucho que decirse, ya que los dos andaban tristes por la situación.

Luego de un largo silencio, vieron a Payakan acercándose junto con su pareja y su hija de un año.

-Holaa- dijo Lo'ak feliz, bajando de su ilu- ¿cómo está la familia?

Payakan respondió diciendo que estaba feliz por su familia y que estaba contento de verlos, al igual que su esposa.

Aesha se dirigió directamente a la esposa de Payakan y esta empezó una conversación.

-¿Cómo vas con tu hija?

-Bien, tiene sus momentos de maleducado, pero es muy obediente. ¿Cómo vas con los tuyos? Hace mucho no los veo.

-Bien, Newt está bastante grande, ya puede volar su ikran. A Pearl le falta un año, pero no se ve muy entusiasmada por querer volar uno. Y Lacey es muy rebelde, pero se comporta más que sus hermanos.

Estas dos rieron, haciendo que Payakan y Lo'ak las miraran.

Se acercaron más y empezaron a hablar entre todos, contando anécdotas nuevas, aventuras y la enfermedad de Aesha.

-Espero que sea curable en ti, Aesha. Eres una persona maravillosa como para morir joven-. Comento Payakan con tristeza notable en sus ojos.

-No te preocupes, estaré bien.

Por un momento hubo silencio, pero el que rompió eso fue la hija de Payakan, Ellie.

-Mami, tengo sueño.

La esposa de Payakan miró a Aesha y a Lo'ak y luego a su hija.

-Ya nos vamos cariño.

-Es una lástima despedirlos, pero nuestra hija tiene sueño y ya está oscureciendo-. Explicó Payakan.

-No hay problema, que descansen.

Volviendo al arrecife, Aesha tuvo un ataque de tos, haciendo alarmar a Lo'ak. De repente,  ella cayó para delante, arriba de la cabeza del ilu.

Lo'ak la cargó y la subió a su ilu, yendo lo más rápido posible hacia la aldea.

Apenas llegó, todos les prestaron atención al traer a Aesha en brazos.

-¡Traigan a Ronal y a Tonowari!- exclamó con angustia y lágrimas en su rostro.

Maldita sea, a veces nos cuesta tanto convencernos de algo que al final hay que aceptar. ¿No?