That Sunrise (Lo'ak Sully, Avatar)

Cap 25

Se recomienda discreción para cap, tiene escenas fuertes. Gracias<3!

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-¡Lo'ak!- exclamó Jake que se dirigía donde se encontraba su hijo.

-¿Qué pasó padre?

Jake se tomó su tiempo para sentarse junto a su hijo y quedarse en silencio por un momento.

-Falta una semana.

-Ya sé.

-¿Cómo te sientes?

-Emocionado, no la veo hace mucho.

-Sabes que tienes que ir empacando tus cosas, ¿verdad?

-Ya tengo mis cosas empacadas.

-Tienes que partir tres días antes; preferible en la noche para que llegues al mediodía.

-Gracias.

-¿Por qué?

-Por dejarme ir, al igual que a Neteyam.

-No es nada. Si queremos que se casen, queremos que se casen con la persona que más aman- sonrió-. Se lo merecen, aunque no se porten muy bien, queremos un futuro feliz para ustedes.

Lo'ak lo abrazó y Jake respondió con unas palmadas en la espalda. Jake no era de demostrar mucho cariño, pero él sabía que amaba demasiado a sus hijos y haría todo lo posible para que ellos sean felices.

En awa'tlu...

-Falta una semana-. Repetidamente decía Aesha sentada leyendo el libro de su abuelo.

-¿Por qué lo repites tanto?- preguntó Tsireya, que se encontraba tirada en el piso mirando al techo.

-Para recordar el infierno que me espera.

-Lo'ak llegará, nada más que te gusta hacerte autosufrimiento.

-¿Y que tal si no llega? Si jamás lo hubiera conocido, si nunca hubiera venido aquí, nada de este colapso mental hubiera pasado.

-Saca el "hubiera" de tu vocabulario. El hubiera te hace sobrepensar. El pasado es pasado hermana, no lo puedes cambiar. El destino quería que los dos estuvieran juntos y los sigue queriendo juntos, pero si ninguno hace nada no se entonces como lo quieres ver.

-Mejor cállate, estoy leyendo el libro del abuelo.

-Ajá, ¿con la mente en otro lado?

-Te odio porque me conoces tan bien, vete.

Tsireya sin ninguna queja, se fue dejando a su hermana sola con sus pensamientos.

-No sabes lo mucho que te extraño, abuelo. Tú estarías aquí para aconsejarme, ¿por qué me dejaste sola?

Aesha dejaba caer lágrimas sobre su rostro, repitiendo una y otra vez "¿por qué me tenias que dejar sola?"

Ella verdaderamente sufría; sufría más que Lo'ak. Ella era muy sensible y la más mínima cosa la dañaba sentimentalmente. Ella amaba a Lo'ak, era el indicado por más de todo lo que hiciera.

Los consuelos de sus hermanos no servían y sus padres la miraban con culpa, tristes de hacerle daño a su propia hija, pero ellos se trataban de convencer que era por el bien del pueblo.

No tenía amigos, menos cuando se enteraron que salía con un mestizo del bosque. La gente la miraba con asco, pero los chicos de su edad la miraban con deseo, con ganas de tenerla. Aesha sabía que no eran las miradas que le dirigía Lo'ak. Las de los chicos de su aldea eran de atrevimiento e incomodidad, en cambio, las miradas que Lo'ak dirigía a Aesha eran totalmente diferentes. Era una mirada dulce que demostraba cariño, que demostraba amor. Era una mirada cómoda y vergonzosa para los dos cuando se miraban a la vez, pero Aesha extrañaba eso. Extrañaba todo de él.