El lipograma: Qué es y cómo usarlo

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Artículo redactado por Lobodepeluche

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Artículo redactado por Lobodepeluche

La mayoría de las personas creativas tenemos un sano puntito de egocentrismo; ese querer mostrarle al mundo aquello que fuimos capaces de generar con nuestras propias manos. Al pintor le gusta que miren sus cuadros, al escritor que lo lean, al psicópata que que sepan que fue él quien mató al conserj... bueno no, ese ejemplo mejor olvídenlo.

La cuestión es que no hay nada necesariamente malo en querer que la gente aprecie tus logros. En un sentido abstracto, no deja de ser como una manifestación adulta del niño que se pone a hacer piruetas al grito de mamá, mamá, mira lo que hago. Solo que claro, eso que intentábamos en la infancia ya no nos vale porque ahora somos adultos maduros y sofisticados. Hay que subir el nivel de dificultad; nos gusta el cada vez más imposible, retarnos a nosotros mismos. Por eso los cineastas intentan larguísimos planos secuencia en los que, para que salgan, todo tiene que estar calibrado al milímetro. O los pintores se retan a hacer cuadros con una paleta de colores limitada o solo con formas abstractas. ¿Por qué lo hacen? Porque pueden; son tareas difíciles, y retarse y que otra gente vea que lo lograste es divertido.

Todo esto lo cuento porque, como equivalente en la literatura de estos ejercicios técnicos, podríamos precisamente mencionar los lipogramas.

Todo esto lo cuento porque, como equivalente en la literatura de estos ejercicios técnicos, podríamos precisamente mencionar los lipogramas

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Son un tipo de textos que resultan de excluir voluntariamente ciertas letras o grupos de letras al escribir. Por ejemplo, un lipograma simple podría excluir una letra específica, como la "e" o la "r", mientras que un lipograma más complejo excluiría varias letras o incluso todas las vocales menos una. Esta exclusión puede ser realizada en cualquier tipo de texto, desde poesía hasta prosa, y al igual que decíamos de la escritura automática, se nos antoja como una forma divertida de ejercitar la creatividad, esta vez obligándonos a lidiar con unas limitaciones autoimpuestas.

Y es que, al eliminar ciertas letras, te ves forzado a encontrar nuevas formas de expresar ideas y a jugar con la estructura de la frase. Esto a la larga puede resultar en una escritura más concisa, y en una mejora en la capacidad de comunicar ideas de formas originales. Te acostumbras a pensarlo todo, en lugar de dejar que la mente caiga en los típicos lugares comunes.

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