20

2.1K 90 4
                                    

-Déjame.-Empujo con mis pies a la persona que me agarra y tira de ellos.-No me toques por favor, para.-Siento un nudo en la garganta y mis ojos se nubla.

-Cállate ya.-Me pega un guantazo en la cara que me hace voltearla.

La sucia habitación está oscura y siento ganas de vomitar cuando veo a una rata correr enfrente de mi cara. Mis manos son cogidas y puestas en mi espalda pero yo me muevo intentando salir de su agarre. Grito con todas mis fuerzas para ver si alguien me escucha pero no aparece nadie.

-Estate quieta zorra.-Ata mis manos con una cuerda y me coloca de espaldas a él.

Agarra mi pelo y aprieta su bulto contra mi culo. Escucho el sonido de una bragueta ser abierta y mis ojos se abren. Su mano tapa mi boca y no dejo de moverme para que me suelte. Mi corazón late acelerado y tengo ganas de cerrar los ojos y no ver nada.

-Por favor.-Sollozo, la voz apenas sale de mi garganta. El miedo es más fuerte que yo y no puedo contenerlo.

Mete la mano en su pantalón y sube mi vestido. Me empotra contra la pared y pasa su pene por mi entrada, la trasera. Me remuevo aún más pero sus manos me lo impiden. Abre mis piernas y siento como se coloca para, de un momento a otro...


Echo mi cuerpo hacía delante chocando con una persona en el camino. Escucho el gemido que suelta Pedri al tocarse la frente y miro a mi alrededor. Tengo la respiración agitada y mis mejillas están mojadas, quizás al haber estado llorando en la pesadilla. Sus manos agarran mi cara preocupado. Tallo mis ojos deseando de que esto sea real.

-¿Estás bien?-Me pregunta.-Por Dios Lara casi me da un infarto cuando te he escuchado pedir auxilio.

-Estaba teniendo una pesadilla.-Restriego mi cara percatándome de donde estoy. Poso mi cabeza en su brazo suspirando. Parece que he corrido una maratón.

No me ha dado tiempo a reaccionar cuando ya tenía a Pedri encima mía preguntándome. La habitación está a oscuras y solo es alumbrada por la luz del aire acondicionado. Las mantas que tenía por encima están enrolladas en mis pies. Recuerdo porqué estoy aquí y le doy gracias a Pedri por haberme pedido dormir con el. Tras haberle ganado al Madrid y celebrar con sus padres me iba a ir a dormir y me ha pedido que me subiera con él.

-Perdón.-Él chista cuando me escucha.

-No me pidas perdón.-Ya un poco más tranquilo se tira en la cama atrayéndome y apoyando mi cabeza en su pecho.

Lo escucho bostezar y me arrepiento mucho de haberlo despertado. Me recrimino mentalmente haberlo despertado de esa manera, él no se merece esto. Sus dedos acarician mi pelo haciendo suaves movimientos que me relajan bastante. Pedri sabe lo que hace ya que me encanta y me relaja mucho que me hagan cosas en el pelo.

-¿Quieres hablar de ello?-Dice volviendo a abrir la boca muerto de sueño.

Su bostezo se me pega pero no tengo ji una pizca de sueño ahora mismo. Mis dedos acarician su pecho de arriba abajo haciendo dibujos y formas sin sentido mientras que estoy en silencio. Sé que si lo cuento me quito un peso de encima pero me da tanta vergüenza saber que él sabe lo que sueño. Siento que va a desconfiar de mí por tener esos sueños tan intrusivos y dolorosos. Su otra mano, que también hacía cosquillas en mi espalda, aprieta mi costado para que le eche cuenta.

-Estaba a punto de ser violada por un hombre.-Suelto del tirón. Las cosquillas paran por un momento en el que él se queda paralizado.-Lo siento.

-Otra vez, no me pidas perdón más veces. Eso es algo que no puedes controlar.-Dice cansado.-Que sepas que no te va a ocurrir nada de eso porque no te voy a dejar en ningún momento. Estás aquí conmigo y te juro que a cualquiera que te toque sin tu permiso le corto las manos.-Dejo un beso en su pecho y sonrío.

Limerencia. - Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora