27

1.4K 83 12
                                    

-Fer, no te voy a dejar que hagas eso por que quieras.-Me quejo ante la insistencia del canario. Suspira y escucho algo a través del móvil por lo que el mayor se calla.

-Sí, un momento ahora voy.-Dice a la otra persona con la que habla.-Vale, dame dos minutos.-Vuelve a suspirar esperando unos segundos antes de hablar.-Casi nos pilla mi hermano.-Me recrimina como si yo tuviera la culpa.

-Ni que yo lo hubiera llamado.-Digo sin creerlo.-Pero que a lo que iba, no me va a pagar nada ni él ni tú, ya lo hago yo. Además déjame terminar que queda un asiento libre.

-Lara, mira el ordenador.-Fijo mi mirada en la pantalla viendo como el único sitio que había se ha quitado.

-Genial.-Suspiro cerrando los ojos y poniendo mi mano en ellos tratando de no enfadarme.-Ahora no puedo ir porque el único billete asequible se ha ido.-Siento como la rabia va inundando mi cuerpo y respiro lentamente.

-Ahora tienes que aceptar sí o sí mi billete.-Muerdo mi labio porque sé que está sonriendo el jodido.

-¿Sabes que te odio?-Susurro agachándome a coge un zapato. Escucho su risa y en un ataque de nervios tiro el deporte contra la pared chillando.-¡Cómo pretendes que le devuelva cinco mil euros a Pedri!¡Que yo no soy rica!-Fer se ríe aún más poniéndome más nerviosa.

-No se lo devuelvas, fácil.-Me río sarcásticamente y ruedo los ojos.-Él estaría encantado de regalarte ese vuelo solo si vas a verle.-Me rasco los ojos intentando pensar racionalmente sin cabrearme.

-Vale, pero si puedo devolverle lo que sea lo haré.-El canario suspira cansado ya mi insistencia puede con él.-No suspires, esto es tu culpa.

-Bueno.-Se rinde.-¿Como te va con el Cupra?-Recuerdo que ya casi he conseguido ahorrar lo suficiente para comprarme un coche y sonrío. Estoy mirando alguno que otro para tener una idea clara sobre qué comprarme.

-Muy bien, aunque voy a estar ya poco con él.-Fer se sorprende y me pregunta.-Ya he ahorrado para comprarme un coche nuevo.-Digo ahora contenta.-Agradezco que me hayáis prestado el coche.

-Igualmente te podías haber quedado con él. Pedri utiliza el mini y ahora se va a comprar uno para dejarme ese.-Ruedo los ojos ante el desperdicio de dinero para comprarse un coche.-Así que prácticamente era tuyo.

-Odio a los ricos.-Digo rodando los ojos.

-Pues tú estás con uno niña.-Chisto ante la respuesta de mi cuñado.

-Es que gastáis el dinero por gastar, a ver para qué necesitáis otro coche más.-Apoyo mi culo en el escritorio.

-Pues porque tú tenías el Cupra y cualquiera te lo quita con mi hermano a tu lado.-Él suspira y yo ruedo los ojos.-Siempre me decía que prefería estar compartiendo coche conmigo a dejarte andar sola por la noche. Así que me callé y ahora compartimos el mini.

-Ahora me siento mal por dejarte sin coche a ti.-Muerdo mi labio culpable.

-Ni te preocupes ya eres como mi sangre, así que sin problema.-Teclea algo en su móvil y ahora escucho su voz más lejos.-Pero que mientras te quedes con el porque lo vamos a dejar de utilizar

-Pues si no lo cogéis lo podéis vender y os sacáis un dinero.-Siempre que hablo de dinero pienso en el plan de mi novio de hacerle una casa a sus padres, aunque lo pueda hacer ya.-Además ahorráis para vuestro proyecto.

-Pues sí. Quizás lo hable con mi hermano.-Dice pensativo.-Hablando de rey de roma, me voy que está pegando de nuevo en mi puerta. Te dejo cuñada, dale besos...-Se queda callado pensando un segundo.-Si estamos todos aquí.

-Adiós anda, que Pedri es más impaciente.-Él se ríe.-Y oye, muchas gracias.-Digo avergonzada.

-Ni me las des muchacha. Adiós.-No me da tiempo a responderle cuando ya ha cortado.

Limerencia. - Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora