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Amarro el cordón del tacón que tengo puesto. Javi a mi lado no deja de comprar el zapato con mi cara y si vemos bien, realmente es más grande que mi cabeza. Al fondo se escucha "Loco" de Justin Quiles y las voces desde abajo del resto la familia que nos esperan para irnos. Al final, he tenido que quedarme aquí porque no pude conseguir dinero para el ave. Pedri se ofreció a dejarme el coche pero me negué cuando me enteré que iba a estar aquí hasta el 27 de diciembre por entrenamientos.

-Sigo sin entender como llevas esto puesto.-Señala el tacón que le arrebato para poder ponérmelo.

-Cuando vas borracha ni te acuerdas. Pero si te interesa mucho le puedes preguntar a tu novia.-Digo levantando mi cuerpo y buscando los pendientes.

Vamos tarde, los padres de ellos están abajo esperándonos para ir a la casa de su hermana Sandra, donde se va a reunir toda la familia. Estoy un poco avergonzada ya que fue él quien preguntó por mí. Ellos al escucharlo me miraron mal y me dijeron que era bienvenida sin preguntar. Al fin y al cabo es la única familia que tengo aquí. Su hermana, que me ha visto crecer al lado de Eric, me dijo que si me hacía falta cualquier cosa no dudara en pedírselo. Con mucho cariño que riñó y me dijo que la próxima vez se lo peguntara yo y no Javi.

-Yo no tengo novia.-Suelta rápidamente.

-Ya claro, y yo soy pelirroja.-Ruedo los ojos intentando meter el pendiente en el agujero correcto.

-¿No has pensado nunca en ponerte pelirroja?-Dice levantando una ceja.

-Sí, la verdad.- Me separo un poco del espejo y miro mi reflejo.-Sobre todo con mis mental breakdowns.-Javi pone una mueca.

El vestido negro de satén, regalo de mi novio, me queda como anillo al dedo. Además, con los complementos que ya tenía le dan mi toque. Aunque, a decir verdad, voy a pasar bastante frío porque no es que las tirantas abriguen mucho. Retoco mis labios rojos y miro que nada esté fuera de su sitio.

-¿Y eso es?-Me dice acercándome el bolso.

-Déjalo.-Le revuelvo el pelo y dejo un beso en su mejilla.-Resistente y no mancha.-Digo avecinándome a su comentario.-Y a mi no me engañas.

-Bueno, si tu lo dices.-Me deja pasar delante de él y sale cerrando la puerta de mi cuarto.-Quién te ha dicho semejante mentira.

-Javi.-Gira su cara en mi dirección.- Te vi besándote con ella el otro día en el sillón. Luego la vi en el baño cuando entré.-Él aparta la mirada y yo suelto una carcajada.

-No le digas nada a Eric, es muy pesado y ella y yo llevamos poco.- Elevo una ceja y me río.-Todavía no tenemos nada claro pero ahí estamos.

-Y ya la metes en casa, que pillín Javi.-Codeo su estómago.

Llegamos a las escalera y Javi agarra mi mano cuando ve que casi me caigo. Lo que decía, los tacones son preciosos pero caces de romperte alguna parte de tu cuerpo.

-¿Por qué me habéis dicho que me arregle tanto?-Miro los escalones evitando no caerme.

-Nos vamos de fiesta.-Lo miro mal y trato de darme la vuelta.-Uno, es privada y tiene barra libre.

-¿Y quién ha pagado la barra libre?-Digo molesta.- Porque no soy tonta y eso se tiene que pagar.

-Nosotros queríamos hacerlo pero...-Se calla sin terminar la frase y eso me pone aún más enfadada.

-¿Pero?-Él resopla.

-Pero cuando fuimos a pagarla ya estaba la tuya.-Ruedo los ojos pensando en Pedri. Maldito idiota. Llevo diciéndole que deje de comprarme o pagarme cosas cada vez que lo veo.- Le preguntamos a Pedri si fue él pero nos dijo que pensaba que habíamos sido nosotros.- Lo miro extrañada sin entender que está hablando. No sé quién más se gastaría dinero en mí.

Limerencia. - Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora