Sí Acepto

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Entre todo el dolor y confusión la alegría volvía hacia los hermanos Umbrella. 

Nisiquiera los Sparrow fueron un problema como lo eran los nervios que recorrían sus venas. Ni Diego ni Klaus imaginaron vestirse un día de blanco.

Y ahí estaban. Listos, nerviosos y con algo de temor de arruinarlo como siempre sucedía con su suerte. A solas en su habitación cada uno renunció al peso que ellos mismo se pusieron en sus hombros. 

Klaus enterró sus vicios y adicciones en un cajón que tiro a la basura, Diego regalo la ropita del bebé que perdió a una mujer embarazada. Ambos se despidieron de lo que les lastimaba, de ese dolor y sufrimiento que ya no volvería. 

Después de todo, su felicidad son las personas que llevaban su sangre como sus hijos y su corazón como sus hermanos. 

Un formal y atractivo jovencito de 13 años llego a la puerta de Klaus mirandole de espaldas a él. 

- Mjm ¿estas listo?.- dijo Cinco. 

- Lo estoy, pequeñín.- dijo con una sonrisa emocionado al verse en el traje de novio blanco. Se dirigió a Cinco y este se sorprendió cuando le vio.

- Wow realmente te ves muy bien cuando te arreglas, mamá. 

- Este encanto conquistó a tu padre. 

- Y eso me alegra tanto.- corrió a abrazarle y Klaus correspondió.- prometo que nos sacare de aquí. Volveremos a c-casa, l-lo prometo. Seremos f-felices, seremos... 

- Oh mi niño, tú eres mi felicidad. Donde sea y este contigo, no necesitaré nada más.  

(...)

- ¿Llevas cuchillos abajo de tu traje?.- preguntó divertido Stan viendo a su mamá terminandose de arreglar para la boda. 

- Pues.- dijo Diego tomando uno sobre el tocador.- uno siempre debe de estar preparado. 

- ¿Y.. estas preparado para esto? 

Diego suspiro. No negaba que se sentía muy ansioso de lo que pudiese pasar. ¿Y su Luther se arrepentía y no asistí? ¿y si los Sparrow atacaban? ¿y si..? ¿y si...? 

- Ey mamá, tranquilo.- hasta Stan podía sentir su nervios y sus pensamientos poco coherentes.- papá no se arrepentira. Todo estara bien. 

- Uff tienes razón. Vamos, es hora que empiece la fiesta. 

Stan asintió muy contento, aunque el traje lo sentía algo incomodo no le importaba si podría probar ese delicioso pastel de su tía Allison. 

(...)

Pasado los minutos Ben y Luther esperaban en el altar. Allison iba vestida como una reina con un hermoso vestido verde esmeralda, Claire se divertía escuchando la música y jugando con los globos blancos del salón, Víctor volvió a sentir lo que era estar ttranquila y en paz, sus poderes también lo sentían. 

- Estan tardando mucho.- dijo Luther y Ben le miro preocupado.

- Mucho. Tal vez demasiado.

- ¿Y si huyeron? 

- Y se llevaron a los niños con ellos. 

De pronto sus preocupaciones se esfumaron cuando el elevador se abrió frente a ellos mostrando a los siempre amores de su vida tan bellos como siempre. El traje de novio blanco les daba un fuerte a ambos novios de ir y besar a aquellos angeles tan maravillosos que pronto serían sus esposos. 

Pero sabían que no era tiempo. 

- No puedo esperar...- dijo Luther encantado con la sonrisa coqueta que Diego le dedicaba. 

- A besarlo.- termino Ben mirando maravillado las hermosas esmeraldas de Klaus. 

(...)

- Yo Benjamin Hargreeves, te quiero a ti Klaus Hargreeves como esposo, y me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.- colocó en su dedo anular el brillante anillo de oro que fue amablemente robado por su hijo Benjamin. 

- Mi papá le dio el anillo más brilloso.- presumió Cinco a Stan. 

- Mi mamá brilla más que ese anillo.- contestó Stan. 

- Ustedes dos, no es momento de pelear. 

LLegaba el turno de Luther. 

Con cuidado tomo la mano de Diego alzandola levemente. Solo esperaba hacerlo tan bien como Ben. 

- Yo Luther Hargreeves, te quiero a ti Diego Hargreeves como esposo, y me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.- colocó con cuidado el anillo y los ojos de Diego brillaron. 

- Muy bien. Si nadie se ha opuesto pueden besar al novio.- dijo Víctor que la hacia de Padre. 

Y ambas parejas se dieron un apasionado y largo beso. 

Allison y los niños iban a aplaudir para celebrar, pero unas manos atrás les ganó dando unos sonoros aplausos por todo el salón. 

- Felicidades... hijos. 

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