Lo lamento... ¿Lo lamentas?

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Comunicado.—Me costó mucho escribir este capítulo. No soy mucho de escribir cosas crudas o dolorosas, pero sentía que si hiba a escribir un corto de está manera tendría que ser cruel y feo. Quiero aclarar que éste capítulo no está echo para todo el mundo, y no quiero que se romantice en ningún aspecto los actos que se hacen en este corto, está echo para entretener y por un pedido, sin embargo, no significa que todo lo escrito esté bien, gracias por leer.—Fin del comunicado.

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Javier se había empezado a sentir incómodo cada que salía de su hogar, sentía que alguien lo seguía y no sé sentía seguro en ningún aspecto, sin embargo, jamás había encontrado a nadie, ni a nada que le probocara esa sensación.

Aunque hablo de esto con sus amigos, estos le dijeron que podía ser paranoia por el estrés, y en cierto punto podía ser verdad, hubiera deseado que fuera verdad.

Había conocido a un hombre hace unos meses, este lo había invitado a salir, había sido extremadamente amable, cosa que lo hizo sentir bien a Javir, aunque claro, algo no le cuadraba del todo.

Pero, un día la sensación se fue, estuvo mucho más calmado, y la semana fue muy normal.

Para la mala suerte de Javier, la vez que lo volvió a sentir fue una de las últimas que lo sentiría.

Tenía que comprar algo bastante lejos de su hogar, salió de la casa y por tomar el camino corto se metió en un lugar poco transitado.

Escuchaba música y la sensación volvio, su estómago se revolvió y el pánico se apoderó de el, se giraba y no veía a nadie.

En el último momento alguien lo tomó de la mano para meterlo a una casa, trato de poner resistencia y gritar pero, todo fue en vano, el hombre era mucho más fuerte que el.

x.x:—Necesito que te calles! No voy a hacerte daño! Relájate!—

El hombre le decía, consiguió amararlo a una silla y tapar su boca, ya no había nada que hacer, Javier lloraba, pedía ayuda, quien fuera, la persona que fuera, que lo ayudara.

C.R:—Soy yo! Javier Cálmate! No te haré daño!—

Javier lo miro, uno de sus "amigos" había echo esto, si era una broma, era una de muy mal gusto.

J.H:—Si es una broma, Cristiano sueltame ahora! No sé que quieres! No sé nada! Ahora déjame!—

Forcejeo, pero Cristiano no lo desató, lo miró con calma, como si no tuviera a su amigo atado rogando por piedad.

C.R:—Nunca me hiciste caso, yo solo quiero estar contigo, si cooperas todo será mejor para ambos.—

Toco su mejilla, si Cristiano le gustaba, pero no quería eso, no quería estar allí, quería irse, su tía lo esperaba en su casa, que haría ella sin él, más importante, que pensaría ella de él.

J.H:—¡¡¡DIJE QUE ME SUELTES!!!—

Cristiano negó con la cabeza.

Cristiano trato de tener una conversación con Javier, este se reuso a hablarle, a mirarlo, a contestarle, hasta que no lo soltara, Javier no hablaría.

Lo que fueron unas horas se convirtió en días, días en los que Javier dejó de luchar, dejó de quejarse, y de apoco, se acostumbro a eso.

Cristiano lo desataba para cosas básicas, en las cuales el si intentaba irse le saldría horriblemente mal.

one-shots de chicharito y cr7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora