"Fuego Enemigo"

"La soledad..."

La soledad

6 meses después

Enjuague una vez más mi boca y salí del baño cubierta por una bata verde pasto. Me acerque al tocador y mire mi demacrada cara con las grandes ojeras debajo de mis ojos, toque mi frente como siempre para buscar esa pequeña cicatriz casi imperceptible a hora, mire mis ojos y no vi nada, estaba vacía así como mi corazón.

-Hija baja a cenar.-grito mi madre por las escaleras.

-En un minuto.-grite en respuesta.

Mi voz carente de vida como era ya usual.

Me seque rápidamente y tome lo primero que encontré en mi ropero, unos pantalones descoloridos que antes habían sido negros y a hora eran verdes con blanco o algo parecido y tome una camiseta que tenía las iniciales de mi Prepa.

Baje las escaleras y pase por la sala donde se encontraba mi pequeña hermana de seis años y la única que me podía sacar una pequeña sonrisa, más cercana a una mueca, la única sonrisa que podía poner en mi rostro.

-¿Vas a cenar o que ?-le pregunte fingiendo enfado.

-Ya casi solo término juumm este dibujo y ya cashi.-Respondió sin siquiera mirarme más concentrada que nada en su pequeño dibujo.

-Esta bien pero no tardes más.-le respondí caminando a la cocina.

En cuanto entre a la cocina mi mamá me recibió con una sonrisa cálida como siempre, ya ni siquiera me esforzaba en tratar de sonreír le porque no podía.

-Hija y Juanita donde esta.-pregunto mientras servía la cena.

-Esta terminando su elaborado dibujo.-respondí sacando los manteles y colocándolos en la mesa.

-Esta tan dedicada a ese dibujo que si al final no le queda como espera se pondrá a llorar.-sonrió mamá

-Claro y tendré que llevarla entonces por un helado y tendremos una charla de hermana mayor a hermana menor en donde ella terminara consolando a su deprimida hermana mayor y así se sentirá mejor porque tratara de hacerme sonreír.-respondí como quien no quiere la cosa.

Gire mi cabeza para mirar a mi madre y vi como trataba de ocultar una pequeña mirada triste.

-Ella te adora y quiere que estés bien.-hablo en un susurro, mientras dejaba los platos en la mesa.

-Lo se mamá.-respondí.

No pudimos continuar con la charla porque en ese momento entro Jennifer, si mi pequeña hermana se llamaba Jennifer pero a papa nunca le gusto porque decía que era un nombre muy exótico para su edad así que le apodo Juanita que era mas mexicano y más cariñoso para su edad.

-Mami ¿donde esta papi?.-pregunto Juanita con su dulce voz de ángel.

-En el trabajo cariño ya no tarda en llegar.-le respondió mamá.

Mi padre trabajaba de chofer en un volteo era del servicio público de la ciudad.

-Pensaban cenar sin mi.-gruño mi hermano Carlos.

Era solo un año mayor que yo, era un idiota y un amor de hermano, algo raro de nosotros es que nacimos el mismo día y mes pero de diferente año el nació el 10 de mayo de 1996 y yo el 10 de mayo de 1997. Nosotros éramos muy unidos, yo amaba a mi hermano.

-¡Nooo! Hemaito sho no comeria shin ti-respondió Juanita con voz sería.

-Me parece muy bien bicho porque sí no-se agachó y le susurró al oído algo que no fui capaz de saber, pero por la cara de Juanita sabía que no le gustaba lo que le decía.