Capítulo 8

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Putas verduras! –Pienso mientras preparo para Rebecca una receta de soufflé de calabacín, nueces y queso de cabra que he descubierto en internet después de tirarme dos horas delante de la pantalla. Pero buscaba la receta perfecta para ella y no cesé mi búsqueda hasta encontrarla.

Perdonar perdonarme que sea así de brusca en un primer instante pero no pensé jamás que el mundo de las verduras fuera tan amplio y complejo. Yo que me limitaba a la berenjena, alcachofa y hojas de ensalada he descubierto en esas dos horas un completo universo de hortalizas y frutas… qué digo universo es una total galaxia! Y ya he sacado una conclusión: El vegetarianismo no es lo mío.

Pero no es para mí esa cena, es para ella y es sábado por la tarde y estoy de los nervios porque llevo dos fallidas con el soufflé de las narices….pues una vez lo saco del horno se me desinfla sin piedad…y no! ¡Tiene que ser perfecto! ¡Tiene que ser perfecto! Me repito una y otra vez.

A la tercera va la vencida y por fin consigo mi meta pero enseguida me doy cuenta que el tiempo se me ha echado encima y que no me he arreglado, ni duchado, ni vestido, ni maquillado, ni peinado ni sé qué diablos voy a ponerme!

Menos mal que Heng me ha ayudado pues él ya está vestido y está colocando la mesa para los invitados. Ahora que lo pienso ese día no soy consciente de lo que estoy haciendo o no lo soy del todo porque ni siquiera he visto que lleva puesto él, ni lo he mirado ni le he dicho "Qué guapo estás cielo" nada…cero… es como si me diera absolutamente igual ¿Entienden?

Mi única preocupación esa noche era estar perfecta para ella. No sabía nada de Rebecca en días, finalmente no la había llamado y la última vez que la había visto habíamos vivido un "momento" que aún no sabía cómo interpretar y estaba asustada pero expectante y sí, mi única preocupación era estar perfecta para ella.

-¿No te has pasado un poco? –Me comenta Heng nada más verme salir de la habitación.

-¿Voy mal? –Le pregunto mientras me miro lo que llevo puesto y lo vuelvo a mirar a él.

-Todo lo contrario Freen….estás espectacular –Sonríe – No esperaba que te pusieras tan guapa para una cena…estás maravillosa –Me piropea.

Lo cierto es que lo sabía. Sabía que me ha había puesto espectacular, porque sé perfectamente cómo "explotarme". Me he colocado un vestido ajustado, me llega a la altura de medio muslo y es de color gris pizarra con escote palabra de honor. ..sé que tengo los hombros al aire pero mis hombros es una de las partes de mi cuerpo que más me gustan…ha sido intencionado obviamente.

También me he secado el pelo a "lo natural" dándole un toque desenfadado lo mismo que mi maquillaje que es muy natural y puede que Heng tenga razón, puede que para una simple cena en mi casa me haya pasado un poco.

-Voy a pensar que te gusta Non –Bromea pero a mí como poden imaginar esa broma no me hace ninguna gracia...pues en parte acierta…en parte aunque todos sabemos aquí que no es en Non en quién me he fijado….el caso es que no me da tiempo a sentirme mal…algo nos llama la atención.

Han picado al telefonillo de abajo y Heng se dirige para abrirles. Me miro las manos y noto que me sudan "Vamos Sarocha tranquilízate" me animo. Es curioso que yo misma me autodenomine ya Sarocha cómo si empezara a olvidarme de que soy una Asavarid.

Heng está en la entrada para recibirlos y yo estoy en el salón. Ya los oigo de fondo.

-¡Buenas chicos! Entren por favor! -Les invita después de saludarles, creo que a Non le ha dado la mano y a ella un par de besos…creo que lo he oído.

Sigo en el salón y antes de verles aparecer por la puerta exhalo y expulso aire profundamente, necesito sacudirme los nervios cómo sea.

-¡Qué guapa estás Freen! ¡Qué alegría verte! –Ha sido Non.

-Gracias Non… Tú también estás muy guapo… –Le respondo mirándolo a la cara y sonriendo no sé ni cómo. Le doy un par de besos.

Dios mío sé que ella está ahí, noto de reojo su figura y su presencia pero no he reunido aún el valor para poder mirarla a los ojos, ahora lo hago y ambas conectamos visualmente la mirada pero no sé interpretar cómo se siente, no sé si está nerviosa, si está enfadada…no sé no lo sé…no he tenido tiempo en los dos putos segundos que han trascurrido.

-Hola Rebecca … –Le digo y me acerco a ella para darle un par de besos.

-Hola Freen –Me saluda.

Yo he posado mis labios con "algo más de fuerza" sobre sus mejillas de lo normal. Ella no, ella ha sido muy suave, casi ni me ha besado la cara. Algo no va bien ¿Y qué esperabas Freen? ¿Qué te comiera la boca? Se me cruza fugazmente por la cabeza.

Los cuatro antes de cenar hablamos un rato de cualquier tema banal mientras tomamos un aperitivo que Heng ha preparado, una especie de cóctel de bienvenida. Yo intento interactuar con Rebecca aunque los cuatro estamos juntos, intento entrar en una conversación "más privada" con ella pero Rebecca no me deja, no me da esa tregua. Lo noto pues casi no me mira, lo hace efímeramente cuando digo algo, pero es rápido como un suspiro. Definitivamente algo no va bien. Pero yo no desistiré…ya les lo dije una vez, soy la serpiente que le hará cometer uno de los peores pecados que existen: el adulterio.

Finalmente nos sentamos para cenar. Probablemente a los ojos de Non y Heng Rebecca actúa con normalidad, pues sonríe, habla y es amable…pero a mis ojos no, a mis ojos veo que me evita, a mis ojos veo qué algo le pasa…tengo que averiguarlo.

-¿Te gusta Rebecca? –Le pregunto directamente cuando veo que le da el primer bocado al soufflé que tantos quebraderos de cabeza me ha dado.

Ella me mira.

"Ahora tienes que hablarme a mí" pienso.

-Si…está muy bueno Freen.

-¡Y este vino también lo está! –Interrumpe Non mientras vuelve a llenarnos las copas a todos con el vino que han traído. Comer no sé si comeremos mucho pero el vino desde luego no nos faltará.

-La he sacado de internet –Le explico para seguir con nuestra conversación o al menos intentarlo.

-¿Sí? Pues ya me pasarás la receta –Me contesta cordialmente ¿Lo ven? Es amable pero es escueta y tampoco me ha mirado, me lo ha dicho con la vista fija en el soufflé.

La cena pasa lo mismo que ella de mí… el vino ya escasea, hay que ir a por una nueva botella y Rebecca se ofrece a ir a buscarla a la nevera porque yo ya me he levantado un par de veces a buscar pan o no sé qué leches.

Se ha levantado y ha ido hasta la cocina pero parece que no la ve. Aprovecho enseguida para ir detrás de ella "con la excusa" de que la nevera está repleta y es lógico que no la encuentre. Me disculpo con los chicos que no se enteran porque están hablando de su jefa la sátira entretenidamente.

Entro en la cocina, creo que no me ha oído llegar y me la encuentro con la puerta de la nevera abierta buscando el vino. Me acerco a ella por detrás y mi locura empieza a crecer sin control. Ese aroma me desquicia. Me acerco más, me pego más. Ya me ha notado, estoy pegada a su espalda por el amor de dios tiene que notarme pero ella me ignora aunque noto su respiración agitada….suerte que el frescor de la nevera quizás la calma.

Rebecca lleva el pelo suelto y cómo les digo mi autocontrol se desborda, no sé porque lo hago, no sé que me impulsa hacerlo pero con mi mano aparto suavemente el pelo que cubre su nuca…

Ella sigue con la nevera abierta aunque casi podría asegurar que ya no busca el vino, juraría que tiene los ojos cerrados, yo estoy ida, mi corazón late a contra tiempo y manteniendo su pelo entre mis dedos me acerco a su oído...

-Rebecca no me ignores….por favor… -Le susurro en una súplica y creo que de verdad que estoy a punto de besarle el cuello, creo que lo habría hecho, me siento embriagada por el olor que desprende pero ella reacciona mal muy mal a mí ruego.

Agarra el vino, cierra la puerta de la nevera y se gira para mirarme. Me empuja levemente hacia atrás con su mano. Me separa de ella.

-¡Para Freen! –Susurra con brusquedad -¡Esto no está bien! ¿Me oyes? ¡No está bien! –Y sale de nuevo hacia el salón no sin antes fulminarme con la mirada.

Me quedo por unos segundos bloqueada ante "su rechazo"

¡Por supuesto que no está bien! ¡Eso ya lo sé! Yo estoy casada, ella está casada y nuestros maridos están a menos de metro y medio de nosotras y he intentado besarla! No sé qué me ocurre exactamente pero tengo el deseo totalmente desatado y descontrolado pues sólo he visto su desnuda nuca y se me ha nublado el pensamiento! Me atrae muchísimo, Rebecca me atrae muchísimo!

Sigo bloqueada pero tengo que reaccionar. Me repongo como buenamente puedo pero lo cierto es que no estoy al cien por cien.

Carraspeo y salgo enseguida hacia el salón de nuevo. Rebecca está sentada en la mesa y claro está qué ni me mira. Yo me siento delante de ella y Non me sirve de nuevo vino. Mala combinación.

La voy buscando con mi mirada continuamente, quiero coincidir alguna vez mis pupilas con las suyas pero no hay forma…si antes era difícil ahora ni les cuento la odisea que resulta que me mire a los ojos. Ella se comporta aparentemente igual, ríe, hablar pero NO me mira directamente y si se dirige a mí me mira el mentón, la frente, la nariz…o cualquier parte de mi cara pero nunca a los ojos. Quiero saber qué lo ocurre ¿Está enfadada porque no la llamé? ¿Está asustada por lo que siente? ¿Siente algo por mí?
¿Está enamorada de Non y se ha dado cuenta? O simplemente está más cuerda que yo y sabe que lo que puede pasar entre nosotras es un error…un grave error y quiere evitarme a toda costa….

Pero si fuera esto último ¿Para qué ha aceptado la invitación? ¿Por qué ha venido a cenar a mí casa? No estaba obligada a venir, podría haber inventado cualquier excusa de mierda y sin embargo ha venido.

Ese detalle es el único brote verde que veo en toda esta locura desértica…perdón! Les miento, hay otro detalle qué alimenta más locura a mi locura ¿Por qué ha dejado que por unos segundos le acariciara el pelo? Porque sé que lo ha hecho, sé que por unas milésimas de segundos esperó mis labios sobre su cuello. Lo sé.

-¿Nos vamos Non? –Le pregunta a su marido una vez ya hemos terminado los postres.

-¿No queréis tomar una copa? –Se ofrece Heng enseguida, yo estoy muda no he podido contactar con Rebecca en ningún momento y empiezo a estar un poco molesta por su actitud. ¿Really Freem? Pues sí sí really que te cagas. Estoy molesta.

-¡No! –Se adelanta Rebecca de nuevo –Verás…mañana tenemos cosas que hacer…no queremos beber –Se excusa algo más suave.

-Bueno pues los acompañamos hasta el coche y que nos dé un poco el aire fuera ¿Verdad cariño? –Me pregunta Heng.

-Claro…-Contesto.

Los cuatro bajamos por el ascensor y aquí los únicos que hablan son ellos dos, la morena y yo totalmente mudas, lo mismo que en la calle que se han adelantado un poco de nosotras y siguen hablando sin parar.

Rebecca y yo caminamos de lado sin hablar aún, hay demasiada "tensión" por describirlo de algún modo…. pero ni Heng ni Non se dan cuenta de ese detalle, ya les digo que van adelantados. De repente Rebecca se para a los pocos metros y murmura algo.

-Mierda –Es lo que me parece oír de sus labios.

-¿Qué pasa? –Le pregunto, es la primera vez que me mira a los ojos desde mi "atrevimiento".

-Me he dejado el bolso arriba…en tú casa…-Responde.

-Ah! Te acompaño a buscarlo entonces –Me ofrezco.

Aunque no me lo diga sé que no le agrada la idea. Sé que no quiere quedarse a solas conmigo. ¿Me tiene miedo? Hacía bien.

-¡Non espera! –Se dirige a él desde la distancia –He dejado el bolso en su casa ¿Vamos a buscarlo? –Le pregunta señalando hacia mi piso pues no desea quedarse a solas conmigo.

-¡Ve tú con Freen! –Le contesta Non –Estoy hablando con Heng, aquí te espero! –Le contesta para girarse de nuevo hacia mi marido.

Le ha fallado el plan y lo sabe. Me mira y puedo ver que frunce el ceño, pero no le queda otra.

Sin decir nada regresamos hacia el portal, yo abro la puerta con mi llave, luego llamamos al ascensor y entramos para subir a la planta correcta. Es un viaje en ascensor eterno, no saben cuanto.

Una vez en el rellano saco de nuevo otra llave y abro la puerta de mi casa. No hemos hablado nada, nada en absoluto. Ella ha estado todo el rato cabizbaja, mirando al suelo como si estuviera buscando un jodido gato y yo ya no puedo más, porque una vez ha entrado en mí casa ha agarrado el bolso y tiene la intención de salir de nuevo me pongo delante de ella y le impido el paso.

Ya no puedo más.

-Rebecca ¿A qué juegas? –Le zampo en toda la cara, tengo los cojones cómo un piano de grandes lo sé, pero necesito que reaccione y se deje de rodeos. Quiero provocarla.

-¿Perdona cómo dices? –Me pregunta con los ojos desafiantes.

-¿Qué fue lo que pasó el otro día en el coche Rebecca? ¿Qué pasó entre nosotras? –La asedio.

-Escucha Freen, olvida aquello ¿OK? Olvídalo porque….

-No puedo –La interrumpo –No puedo olvidarlo Rebecca …-Le respondo algo más tranquila.

-¡Pues tienes que hacerlo me oyes! –Me grita -¡No está bien Freen!

-¿Pero el qué? ¿El qué no está bien? –Le pregunto mientras empiezo a invadir su espacio personal.

-¡Todo Freen! ¡Todo! Nada está bien! Que coquetearas conmigo en mi jardín aquella noche no está bien! Qué me devoraras continuamente con la mirada en el centro comercial no está bien! Qué me acariciaras la mejilla no está bien! Y por supuesto Freen! Por supuesto qué lo que me has hecho hoy en la nevera no está bien! Estamos casadas Freen! Casadas! –Me dice bastante alterada, esa versión de Rebecca la había visto hasta el momento.

Ella con todo lo que acaba de soltar por su boca tiene la intención de que yo me frene, de qué ponga los pies en la tierra pero justo tiene el efecto contrario en mí pues me doy cuenta que sí vio que coqueteaba con ella, que si vio qué me la comía con la mirada y todo lo que me escupe por su boca no me corta las alas…sino que me las alarga para que yo pueda volar aún más alto si cabe.

-¿Entonces por qué has venido Rebecca? ¿Por qué carajo has venido a mí casa? –Le cuestiono.

-No lo sé…pero está claro que ha sido un error, un maldito error!

-¿Sientes algo por mi Rebecca? –Le pregunto directa y vuelvo a dar otro paso al frente.

-No Freen! No siento nada por ti! Quiero a Non, lo amo! Lo amo porque es mi marido! –Me recalca pero sé que miente.

Sus ojos no me dicen lo mismo, su respiración está muy muy agitada y está nerviosa porque me acerco a ella, porque le invado su espacio, porque me la estoy devorando con mi mirada nuevamente.

-¿Sientes algo por mi Rebecca? –Le repito agarrandole de la mano y colocándola sobre mi corazón.

-Te he dicho que no Freem–Me vuelve a decir lo más contundente que ella puede pero presiento que empieza a flojear y lo más importante es que no retira la mano de mi pecho. Eso es una señal incuestionable.

-Voy a besarte Rebecca –Me aventuro a decirle, porque quiero que lo sepa, quiero besarla y deseo que sea consciente de ello, no quiero que me diga después algo tan viejo como que "me agarraste desprevenida o no me lo esperaba"

-No lo hagas Freen…no lo hagas por favor –Me ruega.

-Voy hacerlo Rebecca…voy a besarte –Le repito acercándome más y más a ella. Nada va a frenar mis intenciones, estoy totalmente decidida.

-Es una locura…

-Me da lo mismo…bendita locura entonces –Le digo mostrando una sonrisa, una sonrisa nerviosa, estoy muy muy nerviosa en el fondo.

-Freen es una locura, estamos casadas…nos vamos a complicar la vida… no lo hagas…no somos libres…-Intenta disuadirme con estos argumentos pero sé que está a punto de derrumbarse, sé que va caer en mis brazos, sé que desea que lo haga, lo noto, lo sé, lo presiento.

-Me da igual Rebecca, me da igual…-Le digo ya agarrando su cara entre mis manos, puedo ver cómo me mira a los ojos, puedo ver que está asustada y a la vez emocionada….

La beso, un beso corto y tierno. Poso mis labios sobre los suyos con extrema delicadeza mientras sigo sujetando su cara entre mis manos. Aunque el estresante momento recién vivido daba a entender que sería un beso apasionado, un beso profundo y húmedo resultó ser todo lo contrario, pues nuestro primer beso es un beso frágil, un beso dulce y tierno…era la primera vez que la besaba , era la primera vez que besaba a mí Rebecca.

A los pocos segundos separo mi cara de la suya y la miro, me sonríe, la sonrío y de nuevo aparco mis labios suavemente sobre los suyos. No somos conscientes de lo que estamos haciendo, estamos sumergidas en una burbuja particular, ella y yo nadie más. No la conozco bien, no sé cómo es ella realmente ni ella me conoce a mí en esos instantes pero quiero más, quiero más y más besos….pero el mágico momento se rompe abruptamente pues pican al telefonillo.

Son ellos, uno de los dos lo ha hecho. No sé exactamente cuánto tiempo hace que hemos subido al piso a buscar el bolso. El tiempo está vez se me ha escapado entre los dedos.

Yo soy la que reacciono, ella se ha quedado en shock por todo lo ocurrido y puedo ver su cara totalmente desencajada por el sonido de ese timbre "de la realidad". No reacciona.

-Chicas ¿Bajan o qué? –Es lo que oigo por el auricular.

-Sí ahora vamos –Respondo a Heng.

Cuelgo y la miro y le ofrezco mi mano para ir bajando.

-Tranquila Rebecca …tranquila –Le digo aunque me muero por llamarla cariño…pero pienso que es demasiado pronto.

Y ambas igual qué subimos bajamos del mismo modo por el ascensor, es decir, en absoluto silencio, la tengo todavía agarrada de la mano y la suelto justo cuando se abren las puertas y una última mirada nos dice que ambas sabemos que no hay marcha atrás que ambas sabemos que no somos libres pero que ya no hay marcha atrás.

-Hola chicos…ya está, ya lo tiene –Les digo refiriéndome al bolso.

Y sí, Eva ya cayó, Eva ya pecó…Eva mordió la manzana prohibida.

Lo siento Rebecca ….lo siento mucho.

Guardare mi libertad-FreenbeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora