Epílogo

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Esperó pacientemente a que Hinata cogiera su bicicleta y se despidiera del equipo. 

Estaban en silencio caminando, porque el imbécil Kageyama no sabía como iniciar la conversación. Dios, hacía demasiado tiempo que no se ponía nervioso, ni siquiera con sus primeros partidos.

¿Por qué este enano siempre tenía que cambiar todos sus esquemas? No era justo.

-¿De qué querías hablar? -preguntó Hinata tranquilamente (o fingiendo estarlo) y gracias a Dios que había empezado a hablar él, porque si no no irían a ningún lado a este punto.

-Yo...esto, bueno... yo quería saber si quizás...ya sabes, tú...claro, tú... -¿desde cuándo tartamudeaba.

-Oye, Bakayama, cálmate -¿cómo se podía calmar si Hinata había decidido posar una mano en su hombro. Así no se podía.

-Joder...yo...es la primera vez que digo...

-No le des tantas vueltas, no te pega. Al grano, me estás asustando -Hinata paró en seco.

-¿Por qué es tan difi...

-¡TOBIO!

-¡ME GUSTAS!

El silencio reinó la zona y cuando vio la cara de Hinata ahí empezó a replantearse la cagada que acababa de cometer.

El silencio reinó la zona y cuando vio la cara de Hinata ahí empezó a replantearse la cagada que acababa de cometer

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¿Por qué mierdas Hinata no decía nada?

Miró a los ojos del contrario buscando alguna respuesta en el contrario pero todo lo que encontró fue...¿Una sonrisa?

-Ja, ya te estabas tardando -dijo sonriendo ampliamente.

-¿Qué? 

-Llevo intentando llamar tu atención ya unos pocos de meses, era hora de que finalmente surgiera efecto algo. Además, disimulas fatal, Bakayama.

-¿¡Hah!? ¡Disimulo perfectamente! -era mentira, claramente.

-¡Si disimulas taaaaaaan bien, ¿Cómo me di cuenta?!

-¡Porque eres un creído!

-Creo que es porque soy hipermegasuper inteligente.

-Cállate.

-Lo que digas...¿puedo besarte? -preguntó como si nada.

-¡No!

-¡¿Por qué?!

-¡Porque YO te voy a besar a ti!

-¡Atrévete!

Y para variar en su rutina de competición, se agarraron mutuamente de los cuellos de las camisas y se besaron.

Fue más un golpe de labios que un beso, ya que estos dos no hacían nada delicado o romántico.

Se miraron a los ojos mutuamente y podían jurar ver estrellas en los ojos del contrario. Se quedaron embelesados mirándose como si solo fueran ellos dos solos (claramente Kageyama estaba agachado).

Se volvieron a besar.

Y cuando al día siguiente aparecieron comportándose demasiado cursis al entrenamiento, Suga, contento, le guiñó un ojo desde la distancia.

Y cuando al día siguiente aparecieron comportándose demasiado cursis al entrenamiento, Suga, contento, le guiñó un ojo desde la distancia

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FIN<3

Y aquí terminamos, muchas gracias por estar pendientes y leer/votar cada capítulo.

¿Quiénes serán los siguientes en juntarse con una lista?

Besosssss.

10 cosas que me gustan de Hinata ShoyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora