•☼Vigías en acción☼•

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Capítulo 2

♫ All is Soft inside - AURORA ♫

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Zyanya

En el camino de regreso, tengo el extraño temor de voltear hacia atrás una y otra vez.

Ahora que ya no debo correr por mi vida, ya no estoy tan alterada, pero que esos lobos me siguieran... me ha dejado una sensación extraña.

Jamás ningún ser de los bosques me había atacado de esa manera, más aún después de que no hice nada por lastimarlos.

Tampoco puedo olvidar la mirada del lobo negro que, al darse cuenta de que no había manera de seguirme, soltó un gruñido y se giró a los otros dos.

El lobo pequeño de ojos azules no había dejado de mirarme, incluso cuando sus amigos empezaron a encaminarse lejos de la grieta, esperó a ver que hacía acercándose poco a poco a la grieta.

De alguna forma, yo también me acerque al borde y el segundo lobo se acercó con el de ojos azules. En su mirar también se reflejaba algo que me pareció parecido a la curiosidad y al mismo tiempo mucho más fuerte.

Un escalofrío recorrió mi espalda cuando el camino del viento cruzo conmigo en dirección al otro extremo, sacándome de mi ensoñación.

Sin duda alguna, volteé hacia el lado contrario a la grieta y corrí hasta que el arrullo del bosque cubrió mi aroma y cuerpo desapareciendo entre la vegetación.

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Actualidad

Pequeñas gotas de agua salpican mis mejillas, el soplo frío de la cascada atraviesa la cueva y me levanta del sueño.

El reflejo del sol se percibe entre los huecos del agua y como es mi costumbre, decido tomarme un rato a solas en el agua antes de ir a caminar.

Atravieso el chorro de agua, respirando antes de hacerlo, para caer en el frío y refrescante líquido.

Bajo el agua, abro los ojos y volteo hacia la superficie, donde el reflejo del sol no lastima la vista, solo la maravilla. Toco la suave tierra húmeda debajo mío gracias a la profundidad a la que me encuentro.

Algunas piedras se encuentran en el fondo, dejadas aquí por la cascada me dan una dulce caricia, ya que sus bordes no poseen filo. Relajada, suelto el tirante de mis ropajes para que se suelten de mi cuerpo y flotan a la superficie. Bajo el agua, mantengo mi mente en blanco por algunos instantes antes de sacar mi cabeza, cruzar mis brazos sobre mi pecho y permitirme estar a flote. Sola en el bosque, sola en el agua, como hace mucho que estoy. 

Sin abrir por completo mis ojos, observo al cielo ser surcado por pequeñas aves que se van al sur, siendo algunas de ellas más grandes, pienso que son tal vez una familia.

El reflejo de la luz del sol me hace cerrar los ojos otra vez, hasta que siento el tope de la tierra húmeda en mi cabeza y piel.

Al levantarme, el cabello se pega a mi espalda mientras las gotas de agua recorren la piel desnuda de mi cuerpo.

Solo mis tobillos permanecen en el agua cuando tomo mis prendas y las cuelgo en uno de los árboles más cercanos al agua, donde el sol golpea con fuerza mi piel, reflejando mi sombra contra la tierra.

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