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Tengo 28 años y estoy obsesionada con el matrimonio. Si,se que suena extraño pero tiene una explicación. He salido con el mismo chico durante más de seis años y hasta el momento nunca hubo alguna indirecta o una plática formal sobre casarnos.

He estado pensando en como unirnos de esa manera que me volví descuidada y muy obediente, lo peor fue que poco a poco me iba arruinando.

—Kang... señorita kang.

—Oh, ¿decía?

—¿Crees que esto es un juego? No es la primera vez que haces esto, ¿Acaso quieres arruinar la empresa?

No hacia más que perderme en mis pensamientos...y todo por culpa de un solo hombre.

—Disculpe me... enviaré una carta de disculpa a todos y compraré algún obsequio de compensación por mi equivocacion.

No había día en el que no me disculpará con alguien, hasta yo misma me tenía cansada con aquello.

—Espero que así sea, vete ya y hazlo pronto,por tu culpa podríamos perder una gran inversión.

—Lo siento, lo haré de inmediato.

Pasaba mis días sentada en aquella silla acompañada de un escritorio lleno de documentos que por alguna razón nunca se acababan.

Estaba harta, harta de mi vida ,harta de mi trabajo y harta de vivir de esta forma, pero había algo bueno de todo esto y es que al llegar a casa había alguien que esperaba por mi.

Park seojon, había ganado la lotería con él. Siempre fue muy atento y muy caballeroso ,tenia un encanto natural y ese era su problema. Muchas veces me preguntaba por qué seguía a su lado, porque está esa obsesión por volverlo mío.

Claramente había una respuesta... Kim Jenni, mi "mejor amiga". Ella era una mujer hermosa,con una figura espectacular,que podría tener a cualquiera hombre que quisiera.

Todo se volvió tóxico desde el día en que ambos se conocieron. Ese día mi vida dejo de ser tranquila.

Nunca hubo rivalidad entre nosotras hasta ese día. Ellos dos se volvieron uno solo dos semanas después de haberse conocido. Debí terminar , cortar con los lazos pero no pude, cómo podría, ellos dos eran lo único que tenía.

Así que me decidí a casarme sea como sea con él, quería decirle a la cara de esa forma que yo había ganado. Pero no era la manera,sabía que estaba mal y no entendía porque continuaba con ese pensamiento.

—Jenni...¿Que haces aquí?—su cabello despeinado y la forma en que trataba de cubrí su cuello me hacía ver claramente el porque de su visita.

—Me llamaste en la tarde...¿Recuerdas? Dijiste que estabas enojada por algo que sucedió en la empresa así que decidí venir para hablar contigo y que descargues tu enojó.

Era una mentira muy estúpida, así como yo.

—Saben...creo que es suficiente.—los dos se miraron entre si y Jenni muy hipócrita mente me dijo.

—¿A qué te refieres?¿Paso algo en el trabajo?

La mire de pies a cabeza y solo sonreí.

—¿Te gusta como lo hace? O...solo lo querias por qué está conmigo?

—No entiendo a qué quieres llegar.

—Sabes a qué quiero llegar,pero descuida sigue haciendo te la idiota, por mi parte no permitiré que mi vida se arruinada por ustedes.

—Cariño no es lo que crees...

—Oh...claro que es lo que creo, solo les diré una cosa, jodan le la vida a otra persona que está a quien tienen enfrente ya ha soportado mucho, no me busquen ,ni me sigan y por sobre todo guarden se sus estúpidas palabras.

Y salí, había llegado a un límite,lo habi cruzado y era suficiente,para mí ,mi vida y paz mental.

Señas de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora