Un lugar de ayuda comunitaria fue nuestro destino, varios adultos y gente mayor se encontraban ahí, parecía una reunión pues había una mesa con comida y el lugar estaba adornado.
El niño al que ahora conocía como Josh jalaba de mi mano mientras los adultos volteaban a vernos extrañados por mi presencia. Todos confundidos posiblemente preguntándose quién era yo me correspondían mi saludo vago pues no podía detenerme y presentarme correctamente al ser jalada por el pequeño.
Llegamos hasta un cuarto,parecía estar solo.
—YoonHi!!!
—Josh te he dicho que no grites...hijo tu tío está durmiendo.
Una mujer hermosa entro a la habitación donde estábamos nosotros, me quedé confundida al escuchar la decirle hijo y que él la llamara por su nombre.
—¿Y quien es ella cariño?
—Es la chica que salvó YoonGi.
—Oh! Cielos, ¿Cómo estás? Déjame presentar me, soy Min YoonHi, YoonGi es mi hermano.
—Un gusto. Soy Kwan Areum.
Ella me sonrió para después ofrecerme tomar asiento —Ella vino a ver a YoonGi.
—Disculpa que no pueda recibir te...tuvo una noche difícil y no pudo conciliar el sueño, me da pesar levantar lo, espero lo entiendas.
—Claro,no hay problema, solo quería agradecerle pero puedo esperar.
—Bien...¿haz comido algo?
—....No.
—Acompaña nos a comer, la comida está casi lista.
—Podria ser otro día...tengo algo que hacer.
Realmente me sentía un tanto incómoda por la situación en la que estaba metida.
—Claro... Josh acompañala y regresa rápido,tu padre llegará pronto.
—No es necesario...puedo ir sola ,te agradezco mucho—me levanté y me despedí al estar en la entrada.
Era muy diferente todo a lo que acostumbraba, es decir, quien dejaría entrar a un extraño y después le ofrecería comida...no digo que sean malo pero aquella confianza me ponía incómoda.
Pase por el tumulto de gente, parecían pasar un gran momento, pero cuando me veían fijaban sus ojos en mi, murmuraban y podría incluso decir que malos pensamientos rondaban en sus mentes.
Tan poco común era ver una cara nueva y más agregándole el hecho de que posiblemente corría el rumor de que yo quería suicidar me.
Deje de lado todo pensamiento y solo me enfoque en salir prontamente de ahí. Saludaba solo por cordialidad, algunas veces no era correspondido mi saludo pero a estás alturas no me importaba. Cuando por fin deje de estar rodeada de ellos, pude respirar correctamente. No me había dado cuenta que estaba aguantando la respiración hasta que la solté por completo.
En definitiva tenía que aprender a ser la nueva otra vez...

ESTÁS LEYENDO
Señas de amor
Fiksi PenggemarUna sonrisa retrata tus más bellos momentos, el roce de tus manos pinta en mi cuerpo la historia de nuestro encuentro. Mírame una vida entera mientras yo te amo hasta el término de esta.