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—Me toca.."me gustan los días lluviosos, amo los gatos y tengo un novio guapo"

YoonGi sonrió con timidez al entender lo último.

—¿Lo hice bien?

El alzo sus pulgares para después besar mis labios dando un pico.

—¿Te gustan mucho los besos verdad?

El asintió mientras me miraba.

Tome su mano dirigiendo nos a ambos hacia adentro de la casa, hice que se sentará en el sillón mientras que yo lo hacía a su lado, acune  su rostro entre mis manos mientras le decía.

—Cierra los ojos—el siguió mis indicaciones para segundos después sentir como mis labios pasaban por sus mejillas y otras partes de su rostro, lo besaba mientras repetía lo tierno que era y que su sola existencia me hacía feliz.

Me detuve en sus labios, un beso tras otro se fue convirtiendo en uno largó dejándome en una posición incómoda, con valentía me levanté y senté a horcajadas en sus piernas.

Él de forma instantánea rodeo mis muslos dejando sus manos ahí sosteniendo me ,esto era lo más lejos que habíamos llegado y yo no planeaba alejarme de él.

Besaba y besaba y aún así me seguía sintiendo necesitada de él, moví mi rostro uniendo nos más si era posible.

Un revoltijo de emociones hermosas floreció.

—YoonGi...se que es muy rápido pero en serio... quiero que me hagas tuya, quiero sentir tus manos recorriendo mi cuerpo, quiero que beses cada lunar que hay esparcido en mi lienzo...

Aquello no fue lo mejor que se me ocurrido pero era lo que sentía, lo quería y lo necesitaba.

Se acercó a mi para besarme de nuevo está vez bajando a mi cuello, quedando se uno minutos ahí. Con lentitud introdujo sus manos que aún reposaban en mis glúteos a mi blusa, subió sus dedos hasta mis hombros para después bajarlos con lentitud, un escalofrío me abarcó por completo.

Al bajar tomo mi blusa para después subirla dejándome expuesta ante él.

" Eres hermosa"

Logré entender aquello por qué durante más de una semana él había repetido esos movimientos.

Dejo una mano rodeando mi cintura acercando me a él ocasionando un leve fricción entre nuestras partes, un gemido salió de nuestros labios.

Nuevamente me beso, todo era tranquilo, aún que mi corazón latiera como si yo estuviera en una maratón.

No podría pedir, no quería que este momento acabará y menos al sentir que cada roce ocasionaba un gemido en él, solo así podría darme a la idea como sería su voz llamando mi nombre.

Moví mis caderas de adelante hacia atrás escuchando tan cerca un gemido grutal, uno tan ronco que erizó mi piel.

Definitivamente tener a YoonGi así solo me hacia necesitar lo más.

Señas de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora