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Ahora podría considerar me una persona nueva,que tomaría nuevas malas decisiones pero esas decisiones me llevarían a vivir una buena vida.

Así que la primera mala decisión que tome fue renunciar a mi trabajo, es decir amaba siempre tener mi mente ocupada pero ahora quería dejar el estrés y la ansiedad por terminar los trabajos a tiempo a un lado. Mi jefa era una persona mayor así que cuando le dije que buscaba encontrar me de nuevo,no lo entendió por completo pero lo acepto.

La segunda mala decisión que tome fue contarle a mis padres mi ruptura con Park y mi plan sobre irme lejos, cómo esperaba,la reacción de mi madre fue exagerada. No me molestaba en lo absoluto aquello pues de cierta manera podía entender su preocupación. Estaba a nada de cumplir treinta años ,no tenía ni hijo ni un novio que me allá propuesto matrimonio, cómo mis ancestros decías estaba quedada.

La tercera mala decisión que tome fue viajas angok un pueblo alejado de Seúl, por alguna razón días antes propaganda con la invitación a ir y visitar aquel lugar apareció, el destino me estaba llevando mientras que yo solo le obedecía sin rechistar.

El viaje lo inicié en la noche,el último tren salió y yo arriba de este me encontraba ansiosa,pocas veces en mi vida he hecho lo que me gusta,creo que me reñi tanto a lo que los demás querían que hiciera que simplemente no disfruté.

Al llegar, tome mi maleta y coloque bien mi mochila y caminé hasta salir de la estación.

Una noche calurosa, se notaba el verano entrando.

El viento a pesar de calmar un poco el calor corporal no era suficiente para cesarlo.

Con anterioridad había reservado una habitación en un hotel centrado a mitad del pueblo así que con mil cosas en mente me dedique a caminar. Aun habían personas afuera,no eran las de las ocho así que no me preocupaba mucho por ir sola.

Después de unos largos minutos pude ver el lugar, era lo que esperaba,un lugar viejo pero no deteriorado gravemente. Era suficiente.

Aquí iniciaría de nuevo, talvez está no sea una mala decisión.

(...)

La luz matutina entro por la pequeña ventana a lado de la cama, el paisaje era hermoso, no había podido dormir en toda la noche. Las palabras de mi madre y el tímido apoyo de mi padre se repetían en mi mente.

Nunca quise decepcionarlos, siempre busqué lograr todas mis metas y así poder pagarles el sacrificio que hicieron para poder criarme. Me sentía mal, pero necesitaba esto, no quiero ser la segunda,no quiero que se vuelvan a burla de mi. Quiero amar y que me amén de la misma forma ,sin que allá alguien más, quiero caminar sin dudar, quiero tomar su mano y sentirme segura pero para que eso suceda era necesario volver a empezar.

Me iba a establecer,tal vez no aqui pero algún lugar se volvería mi hogar en algún momento, este pueblo, solo era mi inició para encontrar mi espacio.

Nunca acostumbré a salir a correr y menos cuando a pensas estaba saliendo el sol. Me pareció buena idea comenzar.

El aire estaba frío pero el trotar hacia que no lo sintiera por completo. Realme todo era muy diferente a la cuidad, hay mucho espacio y muchos descubrir.

Lentamente me fui deteniendo, en el lugar que me encontraba se podía apreciar el mar y los colores hermosos que el cielo está dando. El viento movía mi cabello, era sorprendente lo fácil que podías enamorarte de un lugar.

Me imaginé venir aquí de noche con amigos mientras bebíamos y platicamos sobre la vida, sobre el amor y recordara mos aquellos momentos de vergüenza y reírnos por aquello. Dejar que el tiempo pasara y ver juntos el amanecer.

Sin duda alguna,vendría de nuevo.

Señas de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora