One Shots - Erling Haaland

5. Una vida

Categoría: Amor
Perspectiva de Erling

Nervios, el único sentimiento que tengo ahora mismo

No quiero arruinarlo, ya va más de un año desde que tomé la decisión y al fin había llegado el momento ideal

— Cariño, podrías ayudarme — la escucho decir desde el baño de la habitación

— Dígame su majestad —inmediatamente sonríe al verme

Esa sonrisa, como me encanta cuando un pequeño hoyuelo se forma en cada una de sus mejillas

— Podrías subir el cierre del vestido por favor

Me pongo detrás de ella, descanso una mano en su cadera para apoyarme y con la otra hago lo que me pidió

— Te ves realmente hermosa — hago a un lado su cabello y poso mi cara entre su cuello

— Gracias amor, ya casi estoy lista, sólo me falta el labial

— Espera, antes de que lo uses dame un beso - se voltea quedando frente a mí y me besa dulcemente para después seguir en lo suyo

— Ya estás listo?

— Nunca me había sentido más listo y seguro en mi vida — contesto haciendo que me mire algo extrañada

No se imagina lo que estaba a punto de suceder más adelante

Ambos terminamos de arreglarnos y salimos rumbo a la recepción, tendríamos una cena por nuestro quinto aniversario en una isla privada propiedad del hotel

Una persona nos indica el camino hacia un pequeño bote que nos llevaría hasta allá

— No puedo creerlo, me encanta todo ésto, mira las olas, de noche todo se ve más grande y misterioso — me decía como niña pequeña admirada por todo su alrededor

Tenía razón, el paisaje era divino de noche, sin embargo, yo sólo podía enfocarme en la verdadera belleza de ojos marrones que estaba frente a mí ahora mismo

Se da cuenta de que mi mirada estaba fija en ella y se sonroja un poco

— Hemos llegado, que disfruten su velada, cualquier cosa estamos a sus órdenes — la persona encargada del bote se despide amablemente

Bajamos y nos adentramos al lugar, en donde una pequeña mesita de madera, con algunas velas, flores y luces al rededor nos esperaba

— De verdad soy la chica más afortunada del mundo, gracias por hacer estás cosas, te amo muchísimo

Su rostro era un poema, al parecer había acertado en cada detalle

— Que te puedo decir, me encanta verte feliz — le tomó de la mano y muevo la silla para que pueda sentarse — de hecho creo que es mi actividad favorita — termino, tan sólo sonríe y sigue admirando el lugar

Después de unos pocos minutos la cena llega y comenzamos con nuestra noche

Entre risas y nostalgia por los lindos recuerdos de la relación al fin llegamos al postre