One Shots - Erling Haaland

13. Entre la multitud

Categoría: amor

Lo dudé, pero aún así decidí entrar, ya había pasado un buen tiempo desde la última vez que estuve aquí, justo en la misma silla, apoyándolo

El palco no era divertido, a mi me gustaba sentir el calor de los aficionados, las ganas con las que apoyan a su equipo favorito, la euforia con la que celebran y el coraje cuando se pierde

Recién ayer volví de Argentina, la maestría terminó, me aguanté y no pude notificarle, quería ver si se daba cuenta por si mismo, algo así como una sorpresa después de meses sin vernos de frente

En televisión siempre notaba como miraba para ésta dirección, esperanzado de verme entre la multitud

Todo a mi alrededor pasa como en cámara lenta, en mi piel pude sentir los nervios, parecidos a la primera vez que me invitó a un partido

Hoy sería un día importante, es la Champions y buscan clasificarse en la semifinal, él debía estar nervioso también

Mi corazón late con intensidad, la gente grita, grita mucho, los camarógrafos se preparan, todo por aquel rubio enorme que va saliendo del túnel

Me pierdo en cada movimiento que hace, saluda a todo el mundo, ríe, se estira y entra al campo junto a sus demás compañeros, el partido está por comenzar

Los primeros minutos fueron intensos, el equipo rival presionaba mucho, pero lo conozco, sé cómo juega, primero intenta parecer desubicado y luego ataca, va en búsqueda de la pelota, encuentra la más mínima oportunidad y ataca, con todas sus fuerzas, sin piedad alguna

Tal como lo predije así hizo, y anotó su primer gol

La gente estaba vuelta loca, todos le adoraban

Viene hasta está esquina, mi corazón vuelve a latir con fuerza y gritó, gritó alto, quizás me escuché, quizás no, pero aún así lo hago

— Gooool!!! ese es mi chico!!! — va a celebrar con sus compañeros y luego vuelven al juego

Pasa el medio tiempo y se reanuda el partido, dos minutos le bastarían para anotar de nuevo

No pude dejar de sonreír y abrazar como mía la locura de los aficionados, podía sentir la euforia en mi piel, brotando de alegría por él

Esta vez también viene hacía acá y se detiene, tal como lo he visto hacer antes cuando yo no estaba

Hago alboroto con mis brazos, grito y sonrió mucho, hasta que por fin me nota, el tiempo parece detenerse, englobándonos a ambos en una burbuja

Su cara brilla diferente, se le nubla la mente por un segundo y luego sin pensarlo me manda un beso, después vuelve a su posición, pero está vez con más emoción que nunca

Su mirada me atraviesa cada que puede, de ahí una corriente de adrenalina le recorre y comienza a jugar el partido como nunca

Tres goles, ésto estaba siendo una maldita locura

Voltea a verme y me apunta con su dedo, éste fue para mí

El partido sigue corriendo y finaliza con el marcador de 3 a favor, todo gracias a mi lindo noruego

Todos sus compañeros lo envuelven en abrazos, gritos y aplausos antes de salir a los vestuarios, pero aún con la poca movilidad que tenía dentro del grupo logró decirme que lo esperará abajo, sólo le sonrío y comienzo a caminar

Saludo a Julián, uno de sus mejores amigos del club quien me indica donde me estaría esperando

— Te había dicho cuán feliz me hace verte de nuevo — llega por atrás y envuelve mi cintura con sus grandes brazos

— Te eché mucho de menos — ladeo un poco mi cuello para recibir sus besitos, los cuáles luego ya me comienzan a dar cosquillas

Me doy la vuelta hasta quedar de frente, tomó su rostro con mis manos y le beso, necesitaba sentir la calidez de sus labios de una vez por todas

Baja sus manos hasta mis caderas, rozando con mis glúteos

— Espérame aquí preciosa, no tardó, te llevaré a casa, dios, me haz alegrado la vida - habla acelerado haciéndome reír

— No iré a ningún lado, ve y haz lo tuyo — beso la punta de su nariz, luego sale corriendo feliz hasta los vestidores

Tarda por máximo unos cinco minutos, de la mano salimos del estadio hasta su deportivo rojo

Me abre la puerta y antes de sentarme da una palmada en mi glúteo haciendo que le mire divertida, estaba ansioso de irnos a recuperar todo el tiempo perdido

Antes de arrancar vuelve a besarme

— No me la creo que hayas vuelto, te amo te amo te amo — finaliza con un tierno besito en la frente

Conduce con dirección a su hogar, baja el techo del auto dejando que el aire nos envuelva en su suave brisa, posa su mano en mi pierna desnuda y la recorre de arriba a abajo

Al fin aquí, en mi lugar seguro, nunca pediría nada más