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Alba

Habían pasados dos semanas desde el accidente y aún no había noticias de Rose. Al parecer nadie se acordaba de ella, pero yo sí estaba segura de su existencia.

Mis tías habían tenido un problema de intoxicación con varios de mis hermanos, por lo que iba a ir sola a casa. Tía Sara no estaba muy convencida, pero yo le hablé sobre los pobres niños que iban a estar solos en el hospital, así que aceptó.

Camino por la carretera mientras pienso en que podría haber pasado. Realmente no recuerdo casi nada, así que decidí adentrarme al bosque en busca de respuestas. No voy a negar que estaba asustada. Me moría del miedo, pero no podía echarme para atrás, era por Rose.

Ya dentro pude ver mejor debido a que aún era de día. Si Rose y yo habíamos estado por aquí, algo se nos tuvo que haber caído. Por lo menos a mí. Soy una chica muy desordenada, no lo voy a negar.

Fui adentrándome a la profundidad del bosque, tratando de encontrar algo, pero nada aparecía. Cosas como estas me hacían dudar de la existencia de Rose, pero es que yo estaba segura de que era real.

Pasé alrededor de una hora tratando de encontrar algo, pero nada apareció por lo que decidí volver a casa.

Al entrar me topé con tía Jasmine que se hallaba en el salón junto a la fogata leyendo un libro a los niños. Al verme me saludó llamando la atención de los pequeños que al verme no dudaron en salir corriendo a abrazarme. Les correspondí al abrazo y después uno de ellos me llevó donde antes se habían sentado para que escuchará el final de la historia.

— ¿Qué estás leyendo Nani?— pregunté.

—Cuentos Rusos—. Respondió— Es tu favorito.

Ese libro era el favorito de Rose, pero no dije nada.

—Lo siento, pero tengo mucha tarea por hacer—. Dicho esto me levanté y subí a mi habitación.Cómo Rose ya no estaba, la habitación se había vuelto completamente mía.

Dejé la mochila en una esquina y me dirigí hacia la laptop de segunda mano que me había comprado con mis ahorros. En el orfanato había una vieja computadora que podíamos utilizar para estudiar, pero yo había convencido a mis tías de que me dejaran utilizar su Wi-Fi y después de media hora rogando estás cedieron.

Entré a la zona web y me puse a investigar sobre los asesinatos de los últimos meses.

Todos habían ocurrido en el mismo lugar. Cerca de un lago que se hallaba a seis kilómetros adentrándose al bosque. Pero no tenían nada que ver con la desaparición de Rose. ¿O si?

Al otro día después de salir de la escuela me dirigí hacia la biblioteca del pueblo donde se guardaban en perfectas condiciones libros desde el siglo XlX. Al entrar fui hacia el segundo piso donde se encontraban todos los libros sobre la historia de la ciudad. Busqué en los estantes hasta encontrar uno en el que hablaba sobre las maravillas naturales que fueron apreciadas por los pobladores por su belleza y localización.

Ya con el libro en mano me dirigí hacia una mesa y comencé a leer. En él se mencionaban plantas hermosas, ríos, manantiales, pero nada de eso me importaba. Encontré el lago y pude ver en una foto antigua que su estructura era rara. Habían piedras que lo rodeaban y sus aguas eran oscuras, pero eso no fue lo más impactante: A dos kilómetros del lago se hallaba una mansión de la que nunca en mi vida había escuchado hablar. No daban muchos detalles de ella, solo que el lago era parte de la mansión, como también una parte del bosque, algunos ríos y valles.

—Emma—. Llamé a una joven que trabajaba a medio tiempo en la biblioteca. Esta se acercó y yo le pregunté por la mansión a lo que ella respondió que no tenía ni idea.

La Sed De Los Vampiros [#1: Páramo] [Sin Corregir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora