La Sed De Los Vampiros [#1: Páramo] [Sin Corregir]

XXXlll

Narrador Omnisciente

El mayor error del ser humano es pensar que el pasado se queda en el pasado porque no es así. Somos presos dentro de una cárcel llamada recuerdos. Cada momento, cada sueño, cada conversación o cada tiempo que pasemos con nosotros mismos puede ser una oportunidad para pensar en lo que antes fuimos y en como nos ha transformado en el presente.

Debemos aprender a aceptar nuestro pasado y aprender de él para no cometer los mismos errores en el presente; porque es fácil olvidar, pero no es fácil repetir una y otra vez lo que en un pasado te hizo quedar como una mala persona.

Lune se encuentra caminando dentro de un pasillo oscuro, donde lo único que alumbra sus esquinas son pequeñas farolas en forma de estrellas.

Su cabello ahora rubio se mueve por sus pasos apresurados, tratando de encontrar algo que la lleve hacia su destino. Ella no entiende de que va esto, pero sabe que debe buscar alguna salida.

Alba, por su parte se encuentra caminando dentro del bosque, cerca del lago. Ella conoce este camino, fue donde encontró a Dasher por primera vez. Aunque está vez se ve algo diferente, como si estuviera en el pasado, o en el futuro.

Viste un vestido blanco y su cabello castaño y largo se mueve por el viento que azota esa tarde mientras camina apresurada siguiendo la dirección de esas voces.

Ambas caminan hacia la misma dirección, pero no tienen ni la menor idea de que prácticamente van una junto a la otra. La pared que las separa está compuesta por almas que se encargan de guiarlas hacia su destino, donde se enfrentarán a su mayor adversario y solo una saldrá triunfante al cumplir con su prueba.

La primera en llegar es Lune, mira atentamente hacia todos lados después de pasar la puerta dentro del pasillo en el que se encontraba encerrada. Ya fuera todo es más iluminado.

Se trata de un castillo abandonado. El césped es verde, sin embargo parece haber sido recién cortado. La chica camina hacia una esfera que forma el piso de lo que antes pudo haber sido el salón del baile. A su alrededor se encuentran varias columnas cuarteadas que aún mantienen su color blanco, con algunas enredaderas abrazándola cálidamente.

Más adelante hay un pequeño arrollo por el que corre agua cristalina y frente al mismo una enorme ventana donde, entre sus cristales se encuentra la figura de quién parece haber sido la reina en su tiempo.

Sin previo aviso, el Sol se adentró al lugar, iluminando un punto detrás de ella. Lune, al girarse se encontró con lo que parecía un arma escondida detrás de unas piedras. Fue hacia ella y la tomó, observando el mango de la misma, donde una luna siendo rodeada por estrella la adornaba.

La observación del lugar pasó a segundo plano cuando Lune escuchó pasos acercándose. Pronto notó el cuerpo de alguien que desde su pasado había odiado.

—¿Qué haces aquí?— preguntó ella llena de rabia.

El chico solo la miró serio, como si no se pudiera creer lo que estaba mirando.

— Yo no elegí estar aquí —. Respondió — Tú tampoco deberías estar aquí. Esto fue un error.

— No te hagas—. Dijo ella— ¿Fue el espíritu? ¿A caso quiere que cobre venganza por todo lo que hiciste?

— Yo no hice nada malo —. Dijo él.

— Deja de fingir—. Respondió Lune apretando el arma con fuerza— Hiciste más de lo que un criminal se atrevería a hacer Dacian. Eres un monstruo que no respeta la vida de nadie. Ni siquiera la de los sobrenaturales.

— Yo no sabía que ella era sobrenatural—. Respondió él — Tampoco sabía que me había equivocado en quien confiaba—. Ella frunció el seño al no entender eso último.