El árbol narrador.

Lila

Lila #1

De lila vestida estaba, iba con su nombre, iba con su mirada. Dejando en las calles el rastro de su olor, el gato azabache que se escondía en los arbustos para no ser visto, logró captar el fluir de su calor.

— Aunque tus ojos son tan verdes como el pasto que estoy pisando, y más o menos parecidos a tu escondite improvisado, se distinguen fácilmente como el sol los ilumina, cómo se agrandan mientras caminas a mi lado a escondidas. — dijo lila divertida

El gato receloso con su fragilidad, se fijó en su vistoso color y en su caricia que careció de prisa.

— Se que tú intensión es despistar tu sentimiento de familiaridad, se que juegas a intentar hacerte el frío para no lidiar con todo eso que te hace callar. Pero no debes temer, pues daño yo no te voy a hacer.— Lila insistía con su sonrisa.

Pero el gato sentía en su pecho temor. Temor a lo que podría pasar si se despistaba, si se dejaba envolver en su aura sanadora podía ser que lo lastimaran una vez más, que dejándose llevar por la ilusión, su espíritu desvalijaran y dejaran en confusión.

Lila no dejó en ningún momento su caricia con la intención de encontrar en todo ese miedo una linda amistad. Lila creyó que sería mejor perdurar en la amabilidad y así, tal vez, el azabache podría confiar más en ella y creer en que no siempre todo mal es.

El gato que aún no salía de su escondite por completo, dejó salir un maullido cómo melodía al viento y al azul cielo que arriba de ellos se extendía.

Lila dejó salir una leve risa, alejó su mano y su caricia, dejando a medias la muralla de confianza que en el azabache que se construía.

—Lindo azabache, me voy mejor ya antes de que oscurezca y no pueda ver más. La noche es fría gatito, me tengo que arropar. Me iré a mi casa, pero volveré para con esto continuar— afirmó lila levantándose para comenzar a caminar.