Tres

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Su mandíbula casi tocó el suelo la mañana siguiente, por primera vez en mucho tiempo alguien había conseguido sorprenderlo de esa manera tan inesperada.

No era el único, Kunikida estaba por colapsar del asombro y Naomi puso el grito en el cielo cuando él llegó.

No tuvo ganas de seguir trabajando ayer y se fue al río para ver si de casualidad las cosas iban mejorando, pero falló cómo siempre y terminó en la comisaría retenido por un buen rato hasta que Atsushi pasó por él.

El oficial de policía le dijo que por la seguridad de toda la ciudad, el loquito de las vendas debió permanecer un tiempo para hacerle exámenes de alcoholismo o drogas.

Y después, el siguiente día estaba por morirse de los nervios y del pánico. Aunque Ranpo le estaba viendo con cara de "no jodas, maldito anexado", poco le interesó y ni se acercó a su escritorio.

En él, se mostraba un ramo enorme de flores variadas y de temporada, en el centro podía verse una docena de rosas blancas formando un corazón, rodeadas por muchas más de color azul celeste. Junto con un desayuno, evidentemente.

— ¡Dazai-san tiene una admiradora secreta, qué emocionante!– gritó Naomi más entusiasmada que el mismo suicida — ¿¡Quién creen que sea!?

— ¿La camarera?– opinó Kenji con duda
— Sea quien sea, apuesto a que se fijó en los sentimientos y no en la salud mental

— Ni eso, sus sentimientos son los mismos de una zanahoria hervida– dijo Kunikida deteniendo el tren de la locura que comenzaba a formarse — Pero he de admitir que si me provoca curiosidad

— No sabía que Kunikida-san era un chismoso– mencionó Kyouka acercándose a ver las flores — Son recién cortadas, puede verse en el tallo

— Wow, ¿en serio alguien se tomaría la molestia de cortar flores tan temprano?– le siguió el juego Atsushi — ¿Y cuándo pasó esto?

— Debió ser antes de que llegáramos... alguien se metió sin permiso y probablemente forzó la cerradura de la puerta o de la ventana...– trató de deducir Kunikida

— Me gustaría pensar que el presidente está enterado de todo esto...– dijo Tanizaki ligeramente nervioso

— Esperemos...

— Por el lado bueno, quizás sea alguien con la misma dudosa moral que Dazai, ¿no?– cuestionó Ranpo queriendo prenderle más fuego al asunto — Debe ser muy valiente de su parte

— O muy idiota

— O muy romántico

— A ti te gustaba un mafioso, cállate los ojos

— Kunikida-san, Tanizaki-kun me está molestando otra vez con Akutagawa

— Tanizaki, no lo molestes

— ¡Okey, ¿nos podemos concentrar en las flores enormes que de repente amanecieron en el escritorio de Dazai cual mala hierba en un terreno baldío!?– gritó Yosano saliendo de su consultorio, agitando las manos de un lado a otro — ¿¡Y podemos ponerle atención a la combinación de flores!?

— Uy, yo sé de eso– dijo Atsushi alzando su mano — Tiene rosas blancas, flores nube, tulipanes y claveles, básicamente está diciendo que su amor es puro, sincero y que usted le trasmite paz a esa persona, que quisiera una relación leal e inocente

— Y yo que pensé que era sólo porque el azul es el color favorito de este idiota– añadió Kunikida otra vez completamente asombrado — En fin, cosas que me atrasan

— ¿¡Qué importa tu horario ahora!?– cuestionó Yosano muy energética — ¡Hay que buscar a quien le envió las flores y que tuvo el descaro de hacerlo 1 día antes de San Valentín!

Dazai Osamu quiere dejar de ser soltero // BSDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora