🍁Capítulo 02: ¿No me tienes miedo?🍁

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No podía asimilar que solo fuera un sueño... Era imposible. Trato de recordar cómo fue que anoche me quedé dormida, pero simplemente no recuerdo nada más después de desempacar y ordenar algunas cosas.

Después de bañarme y desayunar, escuché sonar mi teléfono. Rápidamente lo tomé y contesté.

—Hola, buenos días —dije, sosteniendo el teléfono con una mano y recogiendo mi cabello con la otra para hacerme una coleta.

—Buenos días, Myeongsuk... Te llamo para que vengas a firmar unos papeles de la empresa y te puedas retirar tranquilamente —habló desde el otro lado de la línea, con aquel tono juguetón que caracteriza a la pelirroja.

—De acuerdo, en un momento voy —informé.

—Te espero... Por cierto, ¡felicidades por tu nueva casa! —canturreó lo último, haciéndome sonreír.

...

—Hana, sé que puede que suene como una loca... Pero, ¡todo fue tan real! —insistí, haciendo un gesto con mis manos para llamar su atención.

—No te digo que no te crea, lo hago —repitió, haciendo una pausa para tomar un sorbo de su taza de café.

—No lo haces, te conozco —rodé los ojos y recargué mi espalda en la silla, actuando dramática.

—Te aconsejo que no le hagas caso, solo era un sueño... No tiene más explicaciones, a menos que te hayas fumado una verde y no me lo quieras decir —bromeó la pelirroja, haciéndome olvidar eso.

...

Al llegar a mi casa, tiré mis zapatos a un lado de la puerta y corrí en dirección de uno de los muebles más cercanos, dejándome caer en ellos para poder descansar al fin.

Nuevamente, aquella misma melodía de piano empezó a sonar, haciéndome despertar de inmediato, pero esta vez me quedé inmóvil para que no parara de tocar.

Podía sentir y jurar que aquella sinfonía era mágica. Con tan solo oírla, tenía la sensación de que mi cuerpo levitaba... Era simplemente indescriptible.

Al terminar, no me contuve y, en un salto, me levanté, aplaudiendo totalmente complacida. Vi cómo se levantaba y se acercaba, permitiendo que esta vez pudiera observar su rostro.

—Wow... Es hermoso —musité anonadada por la belleza de aquel chico de cabellos negros y piel tan pálida que parecía brillar.

—¿No me tienes miedo? —cuestionó casi en un reclamo, haciéndome fruncir el entrecejo.

—¿Debería hacerlo? —pregunté, alzando una ceja.

—No lo sé, todos los que me ven lo hacen —respondió, bajando su mirada, y pude percibir algo de tristeza en él.

—Pero yo no soy como todos los demás —hablé, levantándome del mueble para acercarme a él.

—Eso veo... —susurró, desviando su mirada a otro punto que no fuera yo.

—¡No me jodas! ¿Acaso me estoy volviendo loca? —grité, levantándome de golpe al darme cuenta de que nuevamente fue un sueño.

Moví repetidas veces con fuerza mi cabeza, no podía aceptar que solo fuera eso... ¡Fue tan vívido!

Molesta, revolví mi cabello y le eché la culpa al cansancio. Así que, para no pensar más en eso, me puse a limpiar la casa y a terminar de acomodar todo.

Mientras limpiaba una de las repisas de la biblioteca, escuché cómo rechinaba la madera y, al instante, sentí cómo alguien me jalaba del brazo, haciéndome caer al suelo. Pero, para mi sorpresa, no sentí ningún tipo de dolor. De un momento a otro, los libros cayeron, provocando un fuerte sonido. Impactada, giré a ver quién me había salvado y lo vi a él, quien me sostenía con su cuerpo, protegiéndome de la caída.

🍁Sombra de amor🍁 » JJK ️© «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora